El Banco de España prevé serios problemas para la banca española

Cuando el apocalipsis es posible

En un gesto absolutamente inusual, el gobernador del Banco de España ha solicitado a todos los bancos y cajas un informe completo sobre su situación actual, y sus previsiones para los próximos tres años. Un auténtico toque a rebato que evidencia el temor de la máxima autoridad financiera ante el estado real, en plena caí­da libre de las bolsas, de la banca española. Pero lo más significativo es que el Banco de España pida a los bancos españoles que elaboren sus previsiones para el futuro partiendo de dos hipótesis: una situación más complicada… y otra prácticamente apocalí­ptica. Prueba de que el apocalipsis, siquiera como algo remoto, ya se considera una posibilidad en el que hasta hace poco era el sistema financiero más sano del mundo.

Un solo hecho describe a la erfección la gravedad del estado de la banca española.El 20 de febrero, el Santander intentó colocar 1.500 millones de euros en títulos de deuda en el mercado internacional, sin aval del Estado. Botín pretendía pagar un 1,65% por encima del euribor de interés, pero el desplome de la banca mundial en las bolsas provocó que los inversores exigieran entre un 1,9% y un 2%.Tras tres sonoros tropiezos del Santander -el último de ellos en Banif, donde ha renunciado a devolver el dinero a los clientes, evidenciando que su liquidez no es tan elevada como se suponía-, Botín consideró excesivo el precio, y retiró la emisión de deuda.Incluso hay quien afirma que el Santander puede acogerse al plan de avales públicos -que abarata la emisión de deuda-, si el mercado le exige un interés tan elevado.Si ni el Santander -que acaba de situarse como primer banco occidental y tercer mundial por beneficios- puede obtener liquidez suficiente, es que la banca española tiene un grave problema.Los últimos datos confirman el diagnóstico. Los dos gigantes, Santander y BBVA, han perdido en el último año un 66% de su capitalización bursátil, lo que suponen alrededor de 60.000 millones de euros.Goldman Sachs anunciara que "lo peor está por llegar para la banca española". Y JP Morgan recorta en un 16% la previsión de beneficios por acción, y anuncia una elevación del 47% en la morosidad bancaria, hasta un ratio medio del 7,7% en 2011.La banca española arrastra dos pesados fardos. En primer lugar, la digestión del crack inmobiliario, donde habían depositado el 65% de los créditos a empresas, y que en muchos casos hoy son de dudoso o improbable cobro. Y en segundo lugar, el voluminoso vencimiento de los pagos de la deuda con el capital financiero extranjero.Todo, en un momento donde la restricción del crédito mundial, y la elevación de la cuota de riesgo a los bancos españoles -lo que eleva el interés que deben pagar en operaciones internacionales- les genera serias dificultades para obtener la liquidez necesaria para hacer frente a esos pagos.

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