Crisis en el sector quí­mico

Crónica de un ajuste esperado

La sangrí­a de empleos en el sector quí­mico va a ser la salida, tal como ocurrió hace unos años en el sector textil o como está ocurriendo en la automoción hoy.

Cataluña es el territorio más afectado or la crisis del sector.Ya este próximo mes de agosto BASF cerrará su planta de Styropor (EPS, poliestireno expandible) de Tarragona, ubicada en el Polígono Petroquímico de la ciudad. La multinacional alemana dejará en la calle a 85 trabajadores, casi el 10% de la plantilla. Basf ha previsto 1.000 despidos en todo el mundo y la reducción de un 15% de la producción. El gigante químico holandés Akzo Nobel eliminará 3.500 empleos hasta el año 2011 y su rival Solvay también ha anunciado ajustes severos ante la paralización de un sector inmobiliario que necesitaba para su expansión de multitud de componentes eléctricos, cables y otros productos con base química.En Cataluña, la química Ercros va a poder prácticamente mantener "la lejía". El ajuste previsto en Ercross va a dejar en el paro a 350 trabajadores de Erkimia Flix, 33 de Inquide-Flix que cerrará junto a la planta de clorometatos, sentenciada por la UE, y 75 de una parte de la planta de electrólisis, lo que afectará a otros 75 trabajadores. Todo ello reducirá la producción de Ercros a la sosa y al fosfato cálcico, necesario para la elaboración de lejías.Ercros negocia hoy por hoy un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que prevé un recorte de 271 empleados, el 22% de la plantilla, para ahorrar 48 millones de euros anuales, y la suspensión temporal de otros 139, además de cierres de plantas. 203 millones de pérdidas desde el año pasado son el fruto de la combinación, según la empresa, de la caída de un tercio de la demanda en los últimos 8 meses, la obligada bajada de precios, el aumento del coste de la electricidad de hasta un 130% en cinco años y el estrangulamiento financiero de los bancos ha generado esta crisis sin precedentes.La Seda de Barcelona vuelve a estar en la UVI. Ya hace años tuvo que ser intervenida por la Generalitat. Ercros estaba articulando un conglomerado de fábricas que iba a controlar toda la cadena de producción verticalizada entorno a su producto, el plástico PET de embalaje.Pero ha confluido la caída del consumo mundial del PET, la subida en el precio del petróleo hasta julio del año pasado y el estrangulamiento financiero de la banca nacional para que se hiciera imposible la digestión de las adquisiciones del período 2005-2007 y la unificación tecnológica de las 22 plantas de producción (2.300 empleados) en 11 países europeos, así como la integración de la indonesia Indorama que ha tenido que ser suspendida. Tampoco tuvo éxito su intento de forjar el primer gran grupo químico español integrándose con la filial química del grupo Cepsa, debido al desplome del valor de la acción de La Seda el pasado año. El resultado es una deuda de 868 millones de euros a un consorcio liderado por Deutsche Bank.

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