SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Crisis de Estado

La crisis del Estado español empieza a ser una realidad que nos conduce al final del tiempo de la Transición por más que los primeros responsables y gobernantes del país disimulen y miren hacia otro lado, convencidos de que en España nunca pasa nada –es decir que nadie asumirá responsabilidades políticas o penales-, a la espera de un repunte, aún incierto, de la economía que nos permita recuperar cierto optimismo en el que diluir la gravedad del momento español. La que por ahora y, afortunadamente, no está teniendo un impacto importante en el comportamiento de los mercados de capitales, como tampoco la ha tenido en Italia ante sus problemas de gobernabilidad.

Sin embargo, en España el choque de los trenes de la crisis del paro y los de la corrupción y escándalos del poder está en rumbo de colisión y se une al desprestigio de las primeras instituciones del Estado. Desde la Corona al Gobierno, pasando por los grandes partidos políticos, PP, PSOE, CiU, UPN, y varias Comunidades Autónomas ya tocadas por la corrupción como: Baleares (Nóos y Matas); Valencia (Gürtel, Noos, Camps y Barberá); Galicia (Pokemon, Campeón, Blanco); Castilla León (Gürtel); Madrid (Gürtel, Bárcenas); Navarra (dietas, Sanz y Barcina); Andalucía (ERES, Griñán); y Cataluña (Palau, Pujol, Pallerols). Y no perder de vista que en esta última Comunidad el Parlamento catalán ha aprobado una resolución de soberanía de Cataluña y prepara un referéndum de autodeterminación ilegal.

Las últimas noticias sobre las “andanzas” de la princesa Corinna (negocios, casa de El Pardo, etc) y el progreso de la instrucción del caso Noos donde la Infanta Cristiana aparece otra cuestión a dilucidar, han empeorado la situación de la Corona, a sabiendas que todavía pueden aparecer nuevos y mas comprometidos datos, que sin duda alentarán el debate ya planteado en la política y en los medios de comunicación sobre la posible abdicación del Rey en el Príncipe Felipe.

Las crisis de los grandes partidos políticos no van a la zaga. Y ahí está la llegada a la Audiencia Nacional de los llamados papeles de Bárcenas sobre la presunta financiación ilegal del PP, asunto que afecta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Como afectan de manera creciente al jefe de la Oposición, Rubalcaba, la crisis interna y de autoridad de este partido donde ayer se escenificó la ruptura del alcalde socialista de Ponferrada, Samuel Fongeral, que se ha negado a acatar las directrices del líder del partido –que él y sus concejales acaban de abandonar-, tras pactar la censura del alcalde del PP con un ex concejal “popular” condenado por acoso. Lo que unido a casos de escándalo (Sabadell, Fundación Ideas, y José Blanco), a la fractura del PSOE con el PSC y a la rebeldía de los socialistas gallegos, presentan al Partido Socialista como una organización sin autoridad, en caída libre en los sonde electorales (a pesar de la crisis económica), y con Carme Chacón decidida a provocar la caída de Rubalcaba aprovechando la situación.

Otras formaciones políticas como CiU o UPN también sufren sus problemas internos y casos de corrupción, de la misma manera que instituciones como la Fiscalía General del Estado, tras el cese del fiscal de Cataluña y los problemas del caso Nóos y Bárcenas, y la propia Justicia también andan sumidas en intrigas de poder. Y todo ello por mas que el paro y la recesión económica sigan en los primeros lugares de la preocupación de los españoles, en la que se ha colocado como segundo gran problema la corrupción, según lo ha revelado la última encuesta del CIS.

¿Como se puede salir de esta situación? Pues por el sendero de las renuncias, dimisiones y abdicaciones y el de la reformas de la vida democrática. Renuncias como la que no hace mucho enseñó desde el Vaticano el Papa Benedicto XVI. Pero en España parece que el modelo a seguir es el de Mariano Rajoy: dejar que todo se pudra y que el tiempo arregle las cosas. No obstante ninguno de los poderosos afectados parece dispuesto a dar un paso atrás, sino mas bien a resistir hasta el final. Aunque podría ocurrir, como ya está pasando, que el tiempo lo empeora todo y entonces la salida a todas estas cuestiones será mas dramática y no exenta de una alta y puede que entonces incontrolable tensión social.

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