Cinco de las organizaciones ecologistas más importantes, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/Bird Life y WWF, se han reunido para presentar un balance sobre los resultados medioambientales de la política del Gobierno. No se podía esperar otra conclusión. También el medioambiente da para el saqueo.
Tal y como ocurre en todos los asectos de la realidad del país, la política medioambiental del Gobierno ha estado recorrida por el saqueo, el despilfarro y la destrucción. Los ecologistas proponen la implantación de la Euroviñeta y la aprobación de una Ley de Movilidad Sostenible. En las últimas semanas el Ministerio de Medio Ambiente, y por la cuenta que les trae cara a las próximas elecciones, ha puesto encima de la mesa «voluntad dialogante», que, como también era de esperar, no se ha reflejado en ningún cambio significativo, sino más bien al contrario, en retrocesos llamativos. Según los ecologistas «las políticas ambientales han pasado a un segundo plano y se ha producido una pérdida de liderazgo evidente en materia de sostenibilidad». El Gobierno ha invertido 325 millones de euros en políticas que pretenden reducir la contaminación mientras ha gastado cuarenta veces más, 13.600 millones, en infraestructuras de transporte que los verdes consideran contaminantes. «España es el país de la Unión Europea que más kilómetros de carreteras y de vías ferroviarias tiene». «Ningún plan de cuenca ha sido todavía aprobado y los que están en trámite presentan graves carencias». «El 80% de los españoles respira aire contaminado». «Los españoles tienen 300 sustancias químicas en su cuerpo que nuestros abuelos no tenían». «No existe un calendario de cierre de las centrales nucleares, ni solución para el almacenamiento de residuos, ni salida para el carbón»… Pese a que los grupos ecologistas también han señalado algunos puntos de avance, sobretodo en torno a la pesca, y que llamen al Gobierno a rectificar antes del fin de la legislatura, no es de esperar que nada cambie en la política general. Por lo que en primer lugar hay que persistir en ganar terreno por pequeño que sea. Cuando se habla del medioambiente una pequeña conquista significa un mundo ganado… pero sin concesiones. El principal valor que han proporcionado las organizaciones ecologistas es el de considerar las reivindicaciones medioambientales parte integrada de la realidad política, económica y social, entendiendo éste como un ámbito determinado por la situación general. Lo contrario sería como si un dietista ignorara que el paciente sufre cáncer. Algunas de estas organizaciones forman parte del grupo inicial que participó en las movilizaciones del 15-M, y a nivel de movilización, no hay ninguna que no forme parte en los hechos del movimiento. No se puede esperar que un criminal perseguido por robo participe en una campaña solidaria. Podríamos detenernos en multitud de ejemplos que estas mismas organizaciones ilustran mejor que nadie en sus webs de referencia, pero quizás uno de los campos más sensibles sea el de las energías renovables. Contradictoriamente España se ha convertido en una potencia líder en el sector de las renovables, algo que no ha incidido en que cambie ni un ápice el aumento del saqueo en el que los ciudadanos debemos pagar por la energía, sino más bien al contrario. Aunque no corresponde aquí desarrollarlo, dentro de una línea deseable, que es la de la sustitución de las energías sucias por energías limpias, debemos saber que mientras esta política se mueva en el terreno del máximo beneficio de los grandes monopolios – Iberdrola absorbe hoy en día la mayor parte de la inversión en renovables – no podemos esperar más que saqueo para la mayoría de la población.