La banca se justifica diciendo que el aumento de la morosidad está llevando a la contracción del crédito, pero es precisamente al contrario. Es la contracción del crédito lo que está llevado al aumento de la morosidad. Y, si en plena crisis la banca corta los créditos, el efecto social puede ser devastador.
Hasta hace unos meses familias y emresas podían renegociar la deuda con los bancos, ahora es imposible. Así, las principales entidades manejan escenarios de “crecimiento cero o más bien negativo” del crédito para 2009 y tasas de morosidad que podrían llegar a una media de hasta el 8%. Se trata de una estrategia de la banca en contraer el crédito. Sencillamente, para fortalecerse (capitalizarse) ha decidido restringir el crédito. Tampoco los 150 mil millones de euros que ha regalado Zapatero a la banca llegarán a las familias y empresas españolas. De hecho, ni siquiera en la medida “efectista” del gobierno de aplazar a los parados el 50% de la cuota hipotecaria, la banca está dispuesta a colaborar. Sólo una de cada cinco entidades se ha comprometido a conceder la moratoria a los parados. Una de las entidades que no se ha comprometido es el Santander, quien sí se ha beneficiado de los planes de rescate y ostenta la mayor cartera hipotecaria de España. Si en plena crisis la banca corta los créditos, el efecto social puede ser devastador. La crisis económica, sumada a la crisis financiera por la paralización de los créditos, está estrangulando a las empresas. En España los concursos de acreedores se han triplicado en un año. Sólo en el último trimestre el número de compañías o personas que se declararon insolventes se ha multiplicado por tres. Aunque en nuestro país no es habitual que las personas físicas se declaren insolventes, entre julio y septiembre 119 personas lo hicieron, frente a las 23 del mismo trimestre de 2007. Un alza del 417%. “Credit crunch”. En función de sus intereses la banca concentra todo el capital y todo el crédito, su principal poder y fuente de beneficios.