Creciente abismo social en España

Pozuelo de Alarcón y Fuengirola distan sólo 566 km; pero socialmente están muchísimo más alejadas. La primera tiene una Renta Media Familiar de 73.014 euros. En la segunda se quedan en 18.225.

Y si la media se hace por barrios y no por municipios, en amplias zonas de las grandes ciudades encontramos una diferencia aún mayor. Esta brecha va en aumento. En los últimos 15 años el 30% de la población ha visto cómo sus activos netos apenas crecían un 3%, mientras que el del 10% más rico se disparaba un 56%. Hasta el punto que el 1% de la población española con mayor patrimonio acapara ya más de una cuarta parte de la riqueza del país, mientras que el 20% más pobre se queda con un 0,1%.

Esa gran diferencia de renta no es una anécdota entre dos poblaciones. El Informe estudia 126 ciudades de más de 50.000 habitantes y compara también grandes conurbaciones (una capital más ciudades unidas en áreas metropolitanas como Barcelona, Madrid o Bilbao). Y evidencia un abismo más generalizado resultado de la alta concentración de la riqueza en pocas manos. Esa misma distancia se abre entre Majadahonda (57.623 €) y Torrevieja (14.462 €) o entre San Cugat del Vallès (53.767 €) y Sanlúcar de Barrameda (17.222 €)… Expresión de cómo en la última década, la desigualdad de renta en España ha crecido 20 veces más que el promedio europeo, hasta convertirnos en en el segundo país más desigual de la UE.

Clase social o territorios

Por barrios, los madrileños de El Viso y Piovera, (con una renta disponible del hogar de más de cien mil euros), Pedralbes o Les Tres Torres en Barcelona, con más de 90.000 euros o Getxo en Bilbao, son los más ricos de España, frente a un distrito de Sevilla, que se queda en los 12.000 €. El abismo social, mirando a esta escala, ya se multiplica por 7. Y muestra que la principal diferencia es la clase social y no el territorio; pues en esas mismas ciudades de zonas privilegiadas conviven algunos de los barrios más pobres de España. No hay una zona de la Península subsidiada a costa del trabajo de otra, ni una que le roba a otra. Esas tesis interesadas van a ocultar que el abismo social une en un extremo a ricos de Barcelona, Madrid o País vasco y en el otro a otro pobres también de Barcelona, Madrid o País Vasco…. Las diferencias sociales se reproducen dentro de cada territorio, dentro de cada ciudad . A nadie se le escapa que las ciudades y barrios citados entre los más ricos son donde se concentran las residencias de la oligarquía estatal y las burguesías locales. Y mientras esas familias más ricas y los patrimonios millonarios crecen, la renta media de los hogares se ha reducido un 13% desde 2009 (30.045€) a 2015 (26.092€). Un reciente estudio en la capital catalana evidenciaba una diferencia en la esperanza de vida de hasta 9 años entre el barrio más rico y el más pobre. ¿Puede haber abismo social mayor que el de 9 años más o menos de vida, separado por apenas un puñado de metros?

Industria o turismo

En el fondo del abismo con las tasas de paro más elevadas están Linares (44,5%), Sanlúcar de Barrameda (37,9%), Jerez de la Frontera (36,1%), La Línea de la Concepción (35,2 %), Chiclana de la Frontera (35,1)… Zonas de jornaleros sin tierra y con economía sumergida vinculada al diverso tráfico de mercancias (legales e ilegales) de la frontera con Africa. Pero no sólo en los casos más extremos aparece como una clara diferencia en el nivel de pobreza la orientación económica de cada comarca. Así, zonas ricas como la costa del Sol y de Levante, acumulan los niveles más bajos de renta familiar. El trabajo en precario y mal pagado de municipios especializados en sol y playa, de camareros para los turistas, es la explicación. Desindustrializados y con la única alternativa del trabajo de hostelería, sometido además a la temporalidad del verano, estas ciudades (Fuengirola, Benalmádena, Torrevieja…) añaden un abismo más: El alto nivel de los poseedores de su segunda residencia o los turistas, frente los empobrecidos trabajadores residentes locales. Ciudades ricas con ciudadanos pobres.

Condenados

Es una opinión extendida entre los expertos que facilitar el acceso a la educación disminuye la desigualdad. Pero lo que es directamente proporcional es la relación entre nivel de renta y nivel de estudios. Es decir: el acceso a la educación universitaria está vetado para amplias capas de la población. Y no es a la inversa, es decir: no son más ricos quienes tienen más estudios, sino que fruto de su riqueza acceden a mejor educación: porque esta tendencia se confirma en la siguiente generación. Los hijos de la clase obrera han dejado de acceder a la Universidad, conquista que parecía ganada hace un par de décadas.

Situación crónica

El otro informe citado, el de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, (AEDGSS) describe los rasgos del modelo de sociedad en el que nos encontramos, y sus consecuencias sobre las personas y familias concluyendo: «El carácter estructural de la pobreza, por su extensión y persistencia: La pobreza se ha instalado en la sociedad española, afectando a familias que cada vez ven más difícil salir de su situación. Las nuevas generaciones van a reproducir la pobreza y cada vez van a tener más difícil salir de ella.» Y es que detrás de esas familias de renta más baja, están desde 8 millones de trabajadores por debajo del umbral de la pobreza aún cobrando un sueldo, hasta los 700.000 hogares, (1,3 millones de personas), sin ningún ingreso (4% de las familias). La mala alimentación por motivos económicos afecta a más de un millón de personas en España, y en uno de cada diez hogares se pasa frío en invierno y se sufre el calor del verano sin poder gastarse nada en evitarlo. La Tasa Arope, indicador utilizado por la Unión Europea para medir la exclusión social, sitúa a España 5,6 puntos por encima de la media europea.

Causas y reponsables

Hay una avalancha de datos que explican el porqué de los niveles de renta más bajos: 1,8 millones de personas llevan más de 2 años en paro (41,5% de desempleados), y 1,1 millones llevan más de 4 años en paro (24,7% del total). Esto afecta especialmente a los jóvenes. Además un 15,3% de las jornadas laborales son a tiempo parcial y más de uno de cada cuatro empleos es temporal (26,5%). Llegando a que seis millones de personas (un tercio de los asalariados) cobran menos del Salario Mínimo Interprofesional.

Los sueldos realmente han decrecido respecto a los precios e impuestos, y en los últimos cinco años gran parte de trabajadores hemos perdido un 4,5% del poder adquisitivo. Y tras esos números está la ley de Reforma Laboral que ha disparado esta precariedad. Y por la base la desindustrialización iniciada en los 80 y culminada con la privatización de compañías y bancos públicos rentables, y la entrega al capital extranjero de sectores estratégicos: la venta del país.

Lo contrario a redistribuir

Lejos de actuar para corregir la inevitable tendencia a la concentración del capital y la riqueza, que conlleva el capitalismo, las leyes fiscales favorecen el abismo social. Los recortes en el gasto social – Sanidad, Educación y Servicios Sociales- colocan ese gasto en niveles por debajo de hace diez años. En nuestro país el 85% de la recaudación de impuestos recae sobre las familias; mientras 17 de las 35 empresas del IBEX no pagan nada en el impuesto de sociedades, aún declarando beneficios. Un laberinto de desgravaciones y exenciones, redactado a la medida de los grandes capitalistas, rentistas y grandes propietarios, hace que la carga fiscal caiga sobre los autónomos, la pequeña y mediana empresa y especialmente sobre los asalariados cogidos a través del IRPF. Para completar el saqueo a la mayoría, sufrimos unos elevadísmos impuestos indirectos, sobre el consumo, cuya máxima expresión es un gravámen del 21% del IVA sobre cuestiones de primera necesidad como la luz, el gas o el agua, para que nadie escape… salvo como hemos visto desde el inicio, el Pedralbes catalán, el Getxo vasco, o el El Viso madrileño… Cuestión de Clase.