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Las medidas para sacar a España de la crisis no están dando frutos y exacerban las tensiones sociales. Mientras que algunos son optimistas, los problemas básicos permanecen, y muchos cuestionan la capacidad de la vieja élite para limpiar el sector financiero y reformar el país.Belén Romana simplemente tiene que salir de su oficina y salir a la calle para recordar la batalla que está librando. En el exterior, al final del madrileño Paseo de la Castellana, las dos torres de oficinas inclinadas propiedad del conglomerado Bankia sobresalen hacia el cielo. Se han convertido en un símbolo de la crisis en el sector inmobiliario español y de las cajas de ahorro –, así como de los graves problemas de todo el país. El trabajo de Romana consiste en liquidar los restos. Ella es la cabeza de la Sareb, el llamado banco malo donde se ha permitido a ocho prestamistas españoles descargar más de 30 mil millones de euros en inmuebles y préstamos el invierno pasado. Este legado tóxico de deuda se supone que será pagado en los próximos 15 años.La reorganización del sector financiero de España es visto como la parte más importante de las reformas introducidas por el primer ministro conservador Mariano Rajoy para superar la crisis económica y la deuda de su país. Pero si el plan tendrá éxito sigue siendo incierto, ya que los precios inmobiliarios continúan cayendo en medio de las continuas preocupaciones sobre las instituciones financieras del país .También hay crecientes dudas sobre la capacidad de Rajoy como gestor de la crisis. El escándalo de corrupción que rodea a Luis Bárcenas, ex tesorero del partido Partido Popular en el gobierno, es un recordatorio a los españoles de que un grupo de la élite política y económica ha llevado al país al borde de la ruina. Bárcenas ha admitido que mantenía una red de cuentas ilícitas repletas de dinero procedente de varias personas, incluyendo promotores inmobiliarios, que hicieron importantes donaciones al partido y sus funcionarios a cambio de lucrativos contratos.Fue este clima los que permitió que los precios de los inmuebles estuvieran cada vez más inflados. Pero ahora el pasado también se pone al día con Rajoy. «¡Levanta el ánimo! » y «Mantente fuerte!» escribió supuestamente en mensajes de texto a la persona a cargo de las cuentas ilícitas, incluso mucho después de que las intrigas de Bárcenas fueran conocidas. Los comentaristas políticos de Madrid están comenzando a cuestionar la fuerza de Rajoy, que está previsto que comparezca ante el Parlamento esta semana para hacer frente a preguntas sobre el escándalo de corrupción.En cualquier caso, la gestión de crisis no se ha hecho más fácil para Rajoy. Sólo alrededor del 30 por ciento del electorado sigue apoyando las políticas de su gobierno. Aunque ha habido algunos éxitos, una serie de reformas han sido mal concebidas y sólo han exacerbado las divisiones sociales. El desempleo se sitúa en el 27 por ciento, y 2 millones de españoles reciben sus comidas en comedores operados por organizaciones de bienestar social.»España tiene tres problemas principales», dice Clemens Fuest , director del Centro para la Investigación Económica Europea (ZEW) en la ciudad occidental alemana de Mannheim, «un sector inmobiliario y de la construcción extremadamente sobreinflados, los bancos en dificultades y la creciente deuda pública».Los tres problemas están estrechamente relacionados. La deuda pública es cada vez mayor debido a que la economía no está ganando impulso. Esto puede atribuirse en parte al hecho de que los bancos no están prestando dinero suficiente porque todavía están luchando con las consecuencias de la finalización abrupta del boom de la construcción.Una situación precaria para los bancosEn estas condiciones, las expectativas puestas en Belén Romana son muy altas. La economista, que es vista como un arma milagrosa, es una confidente del ministro de Economía, Luis de Guindos, y era un candidato potencial para diversos puestos superiores de la UE antes de que se hiciera cargo de las riendas de la Sareb.Como presidenta del banco malo, prefiere mantener un perfil bajo. La Sareb es un instrumento para la reestructuración del sector financiero y para reactivar la economía, pero no el único, dice Romana. Sin embargo, el banco malo podría también hacer que los problemas fueran aún peores. Si Romana vende la deuda antigua por muy poco, probablemente empujará los precios inmobiliarios aún más hacia abajo y generará nuevas pérdidas para los bancos. Esto la lleva a restar importancia a su influencia. «Nosotros no movemos los mercados», dice.Pero los expertos ven las cosas de manera diferente. «La Sareb ejerce una gran influencia sobre los precios en el mercado inmobiiario», dice Pablo Campos, gestor de la firma consultora Oliver Wyman. Por esta razón, explica, el banco malo va a «hacer todo lo que esté a su alcance para asegurar que la primera venta importante sea un éxito, a fin de evitar el envío de una señal negativa al mercado.» En un futuro próximo, la Sareb espera sacar con éxito el «Proyecto Bull «, un pacto que implica la venta de un máximo de 1.000 condominios en la región sureña de Andalucía y alrededor de la ciudad oriental de Valencia.La presión para tener éxito ha ido en aumento desde que el Fondo Monetario Internacional (FMI ) acusó a la Sareb de ser demasiado optimista a la vista de las tendencias de los precios en el mercado inmobiliario. Ahora toda la estrategia de venta podría tener que ser revisada. «Es posible que la Sareb pierda dinero en el primer año», reconoce Romana. » Pero habrá suficiente capital». Sin embargo, ¿qué sucederá cuando los casos verdaderamente difíciles salgan a la venta ?Es difícil decir cuán grandes son los riesgos acumulados en el banco malo. Dado que formalmente no es un banco, Sareb no está sujeto a las regulaciones bancarias. Los contribuyentes también son susceptibles de ser perjudicados ya que la Sareb dio a las instituciones financieras bonos a corto plazo, sobre todo con tasas de interés atractivas y garantizados por el Estado, a cambio de los activos difíciles de vender. Es más, los bancos y los inversores son los accionistas mayoritarios del banco malo, lo que, para el Gobierno, tiene el atractivo de que las deudas de la Sareb no aparezcan en sus balances. Pero al FMI le preocupa que esta estructura encierra un potencial conflicto de intereses con los propietarios privados.No importa que el gobierno haya hecho lo imposible para desahogar los bancos, todavía están en riesgo. Dos años de recesión han causado estragos en las empresas españolas, y el número de impagos de préstamos está en constante aumento. » Si el país sigue en recesión por un año, habrá más bancos en problemas», dice Federico Steinberg, economista del Real Instituto Elcano (RIE) , en Madrid.Aunque los bancos se han estabilizado por el momento, dice Steinberg, están proporcionando muy poco crédito a la economía. Y a pesar de que pueden pedir prestado una cantidad ilimitada de dinero a tasas de interés extremadamente bajas del Banco Central Europeo (BCE ), » la ayuda del BCE no llega a las empresas y familias», dice Paloma López. «Sólo ayuda a los bancos».Optimismo en medio de un mar de problemasLópez es parte de la dirigencia del sindicato CCOO. En su sencilla oficina en los alrededores del centro de Madrid, la mujer ajusta enérgicamente cuentas con la gestión de crisis. El gobierno no sabe más que la austeridad, dice. Al estrangular la demanda, sólo ha prolongado la crisis. En su opinión, las reformas del mercado de trabajo no han hecho frente a la raíz del problema real: la concentración de la economía en el sector inmobiliario y de la construcción. «No se pueden exportar casas», señala secamente López.Sin embargo, España se encuentra en una mejor posición para superar la crisis que la vecina Portugal. El país es el hogar de corporaciones internacionales. La compañía de telecomunicaciones Telefónica está tratando de hacerse cargo del proveedor germano de servicios móviles E -Plus. La constructora ACS ha adquirido una participación mayoritaria en la constructora gigante alemana Hochtief, y se dice que el banco Grupo Santander está interesado en Commerzbank, el segundo banco más grande de Alemania.Pero Telefónica y ACS también están luchando contra grandes deudas y, lo que es más, estas empresas representan sólo un pequeño segmento de la economía española . «La industria de exportación de España es tan competitiva como la alemana», dice Steinberg, el economista del RIE. » Sin embargo, se compone de un menor número de grandes empresas». En su opinión, el país carece de una política eficaz de hacer a sus muchas pequeñas empresas más competitivas.Las reformas son a menudo cortas en detalle, lo que resulta en una falta de coordinación entre las distintas medidas. Por ejemplo, el gobierno tenía la esperanza de aumentar la flexibilidad del mercado laboral mediante la relajación de la protección contra el despido. Pero los trabajadores españoles tampoco tiene movilidad porque hay pocos apartamentos de alquiler asequibles. Y al tratar de reorganizar sus finanzas, muchos municipios están incluso vendiendo unidades de vivienda de bajos ingresos, lo que sólo exacerba el problema.A veces las reformas del gobierno son tan a medias que los tribunales les dan la vuelta y los invalidan. En la primavera, el Tribunal Europeo de Justicia determinó que los casos de desahucio españoles violan las leyes de la UE, lo que llevó al gobierno a tratar de poner remedio a la situación. Pero al hacerlo, estableció plazos tan cortos para apelar las decisiones de desahucio que los abogados de los afectados impugnaron también la nueva normativa.»La ley es inconstitucional», dice Edurne Irigoyen, luchadora por los derechos de los ciudadanos afectados por los desalojos. La política de austeridad y las reformas afectan principalmente a los más pobres de los pobres, continúa, mientras que los evasores se quedan ilesos y la corrupción queda impune .Incluso la Comisión Europea criticó la pobreza y la marginación social en un informe reciente. «El impacto y la aceptación de las reformas podrían aumentar si el gobierno recortara menos en educación y salud, por ejemplo, y diera incentivos orientados a la demanda», dice Steinberg, el economista del RIE. España está muy por debajo de la media de la UE en lo que respecta a las inversiones en educación.A pesar de todas las deficiencias, los funcionarios del Ministerio de Economía son optimistas. «Lo peor ha quedado atrás», dice el secretario de Estado Fernando Jiménez Latorre. Él espera que España salga de la recesión en el segundo semestre de este año, a pesar de que la economía se contrajo en un 0,1 por ciento en el segundo trimestre.En cualquier caso, lo que aún está creciendo es la deuda. En España y en toda la zona euro, que alcanzó un nuevo récord la semana pasada. Situada en el 88% del PIB, la ratio de deuda española es ciertamente sólo algo mayor que la de Alemania. Sin embargo, Bélgica e Irlanda siguen siendo los únicos países de la UE donde la deuda nacional ha crecido recientemente con mayor rapidez que en España.