Frente Amplio

Crece la Unidad

Desde el estallido de la crisis y la ofensiva de recortes sobre nuestras condiciones de vida, cada vez más la cuestión de cuánta fuerza disponemos para hacer frente a esta agresión adquiere mayor importancia. Los hechos son contundentes, no hay movimiento u organización capaz de dar una alternativa por sí­ misma. Solo la unidad puede permitir otro camino para salir de la crisis, y esa unidad crece cada dí­a.

En la huelga del 29 de Septiembre del 2010 impulsamos desde esta casa la publicación de un manifiesto llamando a la huelga general y a participar en ella para dar una alternativa a la crisis. Ese manifiesto fue firmado por más de 100 intelectuales, cerca de 300 líderes sindicales de las principales centrales sindicales – UGT, CCOO, USO, CGT, CNT, SOC, SATSE, STE’s… – y más de mil ciudadanos de todas las comunidades autónomas. Aquel manifiesto significó el mayor gesto de unidad sindical y social que se había conocido en muchos años. Cientos de dirigentes sindicales de tan diferentes organizaciones se unían a título personal para fortalecer la convocatoria de la huelga general y una alternativa a la crisis por la redistribución de la riqueza. No eran las organizaciones, en ese momento, sino los individuos quienes daban un paso al frente.

La huelga general del 29-S, pese a los enormes esfuerzos de propaganda de los principales medios de comunicación, sentó un precedente: había sido un éxito y se había avanzado en la unidad. Por aquel entonces, desde estas páginas, procuramos responder con el mismo esfuerzo por reflejar la realidad de lo que había pasado en la jornada de huelga, y también por llevar la atención sobre los gestos, aún tímidos e incluso aislados, de unidad sindical y social. Decenas de piquetes en todo el país se constituían compuestos por compañeros y compañeras de diferentes organizaciones. La unidad se empezó a construir por abajo.

Somos el 90%

Pero también la unidad con otros sectores de la sociedad. Si aquella huelga ya fue un éxito se debió a la participación y apoyo de muchos sectores sociales que no estaban organizados en los sindicatos: estudiantes, amas de casa, autónomos, pymes… muchas organizaciones manifestaron su apoyo explícito, pero además la simpatía por la huelga funcionaba barrio a barrio. Hay que recordar ejemplos como el de Fuenlabrada, en Madrid, donde el cierre del pequeño comercio fue generalizado, recibiendo el apoyo hasta de los establecimientos regentados por inmigrantes. La respuesta al día siguiente fue un amplio reportaje en el que entrevistaban a comerciantes chinos expresando su temor a que los sindicatos les agrediesen de no haber cerrado. Como en cualquier película, la realidad puede cambiar mucho dependiendo de hacia dónde enfoca el director la cámara. «La realidad puede cambiar mucho dependiendo de hacia dónde enfoca el director de la película»

Y llegaron los indignados

La irrupción del 15-M supuso un antes y un después en el trascurso de los acontecimientos. Pese a los innumerables esfuerzos de los principales medios de comunicación, propaganda que por desgracia cala en una parte de la sociedad, por presentar el hundimiento del Movimiento como algo inminente, el 15-M no ha parado de dar muestras de que su capacidad de respuesta y organización es cada vez mayor. No solo extendiéndose por toda España y ganando reconocimiento internacional, a través de las asambleas, las marchas indignadas y las manifestaciones, sino avanzando en su conocimiento de las alternativas posibles. La celebración de encuentros nacionales, para todo el 15-M, para la formación e intercambio de portavoces, y aquellos más particulares, como el último por la Auditoría de la Deuda, que señalan directamente a uno de los problemas capitales de los que dependen todos los recortes que estamos sufriendo, son un aprueba irrefutable de que el 15-M es ya un agente con voz propia y capaz de pelear por una alternativa.

El 15-M se ha caracterizado por la unidad como bandera. Su propia naturaleza le ha permitido erigirse como punta del iceberg de un descontento generalizado, cristalizando, al mismo tiempo, muchas de las alternativas que son compartidas por amplios sectores de la sociedad, que desde estas páginas hemos defendido en innumerables ocasiones, pero que formuladas desde otros puntos de vista pueden agudizar más las diferencias que los puntos de unidad.

Unidos por la Educación y la Sanidad

Poco después del triunfo de CiU en las elecciones catalanas se dio el pistoletazo de salida a los recortes sanitarios y educativos en Cataluña. La respuesta social ha sido unánime. La Plataforma Prou Retallades, de la que forman parte decenas de partidos, sindicatos, asociaciones, plataformas sectoriales, agrupaciones… se ha constituido como un ejemplo de unidad por la base que ha convertido, una tras otra, todas las manifestaciones en Cataluña en un éxito rotundo.

El mismo ejemplo se ha extendido y ha empezado a tomar forma en otras ciudades. Especialmente en la Comunidad Valenciana, donde los recortes del PP en Educación han unido a una parte muy importante de la sociedad. Tras los incidentes con los estudiantes del Lluis Vives la respuesta valenciana no solo se radicalizó, sino que se extendió por toda España. Fruto de aquel movimiento, y alimentados por el espíritu del 15-M, las asambleas universitarias de unidad se han fortalecido allá donde existían, y extendido por todo el país. Cada vez más los estudiantes han aparecido como un agente activo y combativo contra los recortes, y desde una orientación, con todas las inconsecuencias o altibajos que cabe esperar de algo nuevo que nace, preñada de firme voluntad de unidad. También en estas páginas hemos podido constatar como los principales portavoces del movimiento estudiantil consideran a toda la comunidad educativa parte de una misma causa, y a toda la sociedad aliada en una misma lucha contra los recortes. «Pese a todas las contradicciones, el espíritu de unidad se fue abriendo paso»

Por un Frente Amplio de Unidad

Los acontecimientos de la jornada de huelga del 29-M han culminado en una sucesión de movimientos por la unidad que, de diferente manera, van constituyendo un crisol de apoyos a un camino alternativo a los recortes. Desde el principio y pese a todas las contradicciones, el espíritu de unidad se fue abriendo paso, contando en los sindicatos vascos con un ejemplo muy significativo. Allí el paro alcanzó el 95%.

Desde varios puntos del país llegaban noticias de asambleas unitarias, de trabajadores, de jóvenes, en los barrios… en las que se ha ido fraguando la jornada de huelga del 29-M y todos aquellos elementos, que explicaremos en las siguientes páginas y que son la semilla de lo que ha de ser un Frente Amplio de Unidad contra los recortes y para salir de la crisis.

Como decíamos en un número anterior a la huelga, el 29-S no es el final de nada, sino el principio de todo. No solo los pasos dados en esta dirección no son suficientes, sino que son todavía solo un germen de lo que pueden y deben llegar a ser. Asambleas unitarias por la base que engloben a partidos, sindicatos, asociaciones e individuos de todo el espectro político e ideológico democrático. Un amplio frente que nos dote de la fuerza necesaria para hacer frente a las imposiciones de Washington y Berlin.

En esta dirección caminan la propuesta nacida de de una de las comisiones del 15-M de Andalucía, la Plataforma Andaluza por la Unidad, y la iniciativa de las Asambleas Ciudadanas Constituyentes, en la que han participado ya decenas de organizaciones, también el 15-M entre ellas.

Por eso es una obligación de todo patriota, demócrata, liberal, republicano, socialista, comunista, anarquista, nacionalista democrático, o ciudadano, trabajar por una unidad que nos permita defender las condiciones de vida de la mayoría y los intereses del país frente a las imposiciones que vienen desde fuera.

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