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Crece el peligro de nueva guerra en Ucrania del Este

La situación en el el este de Ucrania se agrava dramáticamente, al tiempo que los preparativos bélicos de Kiev hacen temer un un nuevo intento de las autoridades ucranianas de recurrir a la fuerza.

En las últimas 24 horas tanto las milicias como el Ejército ucraniano denunciaron decenas de violaciones de la tregua en lo que parece ser un claro empeoramiento de la situación.

Según las milicias de Donetsk, la tregua fue violada en 82 ocasiones por Ucrania, y según el Ejército ucraniano, las milicias se saltaron la tregua 63 veces.

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo disponer de información acerca de que las autoridades ucranianas podrían haber apostado por un nuevo intento armado de acabar con el conflicto de Donetsk.

Lavrov precisó que las correspondientes informaciones se están verificando, pero no dejó de resaltar que, de confirmarse semejantes planes de Kiev, su realización “acarrearía una catástrofe”.

Según diversos datos, Ucrania habría movilizado ya entre 50.000 y 200.000 personas. Con anterioridad, sus autoridades habían anunciado que en caso de necesidad podrían movilizar en torno a 200.000 hombres.

También las autoridades de Donetsk ven con alarma las reiteradas violaciones de la tregua.

El jefe de la autoproclamada república popular de Donetsk, Alexandr Zajárchenko, dijo esta tarde que Ucrania demuestra con sus acciones que ha decidido abandonar “unilateralmente el alto el fuego”.

El presidente del Parlamento de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), Andréi Purguin, también declaró este lunes que se está produciendo una escalada del conflicto en el este de Ucrania.

Purguin denunció ataques que causaron importantes daños en barrios residenciales y en la infraestructura de Donetsk y calificó la situación actual como una “vertiginosa escalada del conflicto”.

El peligro de reanudación de las hostilidades se apoya en la ineficiencia de las negociaciones que las partes habían mantenido hasta el momento.

La máxima apuesta, la reunión cumbre en formato Normandía que comprende la participación de los mandatarios de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania, prevista para el próximo 15 de enero en la capital kazaja, Astaná, aún no tiene confirmación oficial.

Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, el posible viaje de Putin a la capital kazaja depende del resultado de la reunión de expertos que deben preparar la cumbre de los jefes de Estado de estos países.

Según la ONU más de 1.200.000 ucranianos se vieron forzados a abandonar sus hogares por el conflicto. Además, más de 4.800 personas perdieron la vida y más de 10.300 resultaron heridas.

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