14,6 millones de españoles rechazan los planes de ajuste y recortes

Crece el frente de rechazo

Rechazo a la rebaja salarial, de las pensiones y de los recortes sociales; rechazo al régimen bipartidista, a los intentos por secuestrar la democracia por parte de las castas polí­ticas gobernantes y a las leyes «como la Ley Electoral- que limitan la democracia y la mayor capacidad de decisión de los ciudadanos; y rechazo a los ataques que vienen del exterior, del FMI y la UE, de Washington y Berlí­n.

Un rechazo expresado en votos: más de 14,6 millones de españoles han votado a las fuerzas parlamentarias (desde IU, UPyD, Compromis o Coalición Canaria a ERC y BNG), extraparlamentarias (desde EQUO, el Partido Animalista, Anticapitalistas, Partido Regionalista de Cantabria o Partido Andalucista a UCE), o que directamente han expresado su rechazo con la abstención, el voto en blanco y nulo.Y todas ellas alternativas que se enfrentan objetivamente a los planes del hegemonismo, bien por el radical rechazo a los recortes sociales, como IU, o por la encendida defensa de la democracia real de UPyD o por el programa de redistribución de la riqueza, ampliación de la democracia y defensa de la soberanía nacional defendido por las candidaturas de Unificación Comunista de España, “De Verdad contra la crisis”.El blindaje impuesto por el bipartidismo impide que este rechazo se exprese en representación parlamentaria (diputados), pero el número de votos es suficientemente explícito por sí solo: más de 14,6 millones de españoles han votado contra los planes de ajuste y recortes, ¡casi 3 millones más que en 2008!Todo ello crea unas condiciones mucho más favorables para impulsar un frente amplio de unidad que de cauce a todo este rechazo.

IU: como “alternativa social”Ha bastado que los dirigentes de Izquierda Unida se hayan desmarcado de su “alianza” con Zapatero de los últimos años para que una parte del electorado de izquierdas desencantado haya vuelto a votarles. Más de 710.000 votos respecto a las elecciones de 2008, cuando llegó de una legislatura de la mano de ZP. Y una denuncia más o menos clara de la política de ajustes y recortes impuestos por el FMI y la UE (de lo que ellos han llamado “el frente del dinero y los mercados”), para obtener el apoyo de gran parte de los ciudadanos desencantados que en las anteriores elecciones habían votado al PSOE.IU obtiene los mejores resultados desde 1996. Sube más de 710.000 votos y pasa de 2 a 11 diputados. Además de Madrid y Barcelona, IU tendrá grupo propio y nuevos diputados por Asturias, Zaragoza, Valencia, Málaga y Sevilla.«IU ha concentrado un voto de aglutinación de una gran parte de la izquierda» IU se ha presentado estas elecciones claramente como “una alternativa social” a las políticas del PSOE y el PP, según su portavoz Gregorio Gordo. Así como denunciando las limitaciones de la democracia, la “injusta ley electoral” que rompe el principio de que todos los votos valen igual y el secuestro de la voluntad popular al negar el referéndum en decisiones tan importantes como la reforma de la Constitución.Ante la no existencia de un frente de unidad popular, IU ha concentrado un voto de aglutinación de una gran parte de la izquierda que cree necesario concentrar el voto popular para dar la batalla contra la crisis en la que estamos. Una percepción que los dirigentes de IU empiezan a plasmar en propuestas de alternativas unitarias. Su portavoz, G. Gordo, decía en la noche electoral que para hacer posible “un cambio político y social” seguirán buscando “la unidad de aquellos que creen que es necesaria una transformación social desde la izquierda”. Mientras que el coordinador general, Cayo Lara, ofrecía un amplio acuerdo “a todas las fuerzas políticas, sindicales y sociales de la izquierda para formar una alternativa unitaria”.UPyD una bandera por la democracia y contra el derroche La dirigente de UPyD, Rosa Díez, denunciaba en una de sus primeras comparecencias tras el 20-N “la injusticia que reflejan los resultados por culpa de la Ley Electoral”. UPyD se ha convertido en uno de los arietes contra la limitación de la democracia impuesta por el bipartidismo de PP-PSOE. Rosa Díez se ha comprometido durante la campaña a cambiar esta “injusta ley electoral”, una ley que ha dejado a “650.000 ciudadanos que han votado UPyD” sin representación institucional. El partido de Rosa Díez, que fraguó su prestigio entre cada vez más sectores de la población,en la defensa de la unidad de España en la lucha contra ETA y frente al nacionalismo étnico y excluyente, se ha convertido también en un referente de la denuncia de las burguesías burocráticas y las burguesías nacionalistas, como una parte sustancial de la clase política que derrocha los recursos públicos en su propio beneficio y sus proyectos nacionalistas excluyentes.UPyD ha hecho de la denuncia del derroche de las autonomías uno de los puntos nodulares de sus denuncias, recogiendo un apoyo popular cada vez más amplio. UPyD se ha convertido en un referente de la denuncia de las burguesías burocráticas y las burguesías nacionalistas, como una parte sustancial de la clase política que derrocha los recursos públicos en su propio beneficio y sus proyectos nacionalistas excluyentes.Sin duda, porque frente a la política de recortes en sanidad, educación o dependencia que ejecutan los gobiernos autonómicos, UPyD propone una política de recorte de los gastos innecesarios, suntuosos y duplicados con la administración central del Estado que llevan a cabo los gobiernos autonómicos.UPyD es la fuerza que más sube, 834.163, votos; y pasa de tener un solo representante por Madrid a cinco. Cuatro por la capital y uno en Valencia, el actor Toni Cantó. Rosa Díez denuncia que a pesar de eso la ley le impida formar grupo parlamentario propio, mientras que sí lo tendrá por ejemplo AMAIUR con la tercera parte de los votos que UPyD.Un voto consciente y a contracorrienteEl rechazo a los planes del hegemonismo se ha traducido de forma especial en un aumento generalizado del voto a los partidos extraparlamentarios. Desde EQUO a UCE hay más de 700.000 votos que gracias a la Ley Electoral, y también a la fragmentación de este voto, han quedado sin representación parlamentaria.«Desde EQUO a UCE hay más de 700.000 votos» Sin embargo este es un voto especialmente significativo por ser un voto consciente y a contracorriente del “voto útil”. Un voto en gran parte conscientemente de clase, progresista y de izquierdas.Incluso en EQUO, el voto no es “sólo ecologista” sino que va asociado a la denuncia de los recortes sociales y las imposiciones de los grandes monopolios mundiales. Y por supuesto que no forman parte de la “clase política” que ejecuta los planes del hegemonismo, lo que les convierte, objetivamente, en un pilar cualifiacado de una política de frente amplio por la redistribución de la riqueza, la ampliación de la democracia y la defensa de la soberanía nacional.En las fuerzas extraparlamentarias se concentra sin duda el voto más consciente, no sólo “ecologista” o “antisistema” como pretenden presentarlo, sino un voto que no sólo se opone a los planes de ajuste, junto a eso propone una salida a la crisis “alternativa” al camino del gran capital monopolista y las grandes potencias.Es un voto minoritario pero que encierra una gran capacidad de expansión vinculado a la explosión social que ha supuesto el 15-M y, especialmente, a las luchas sindicales, sociales y ciudadanas contra los planes de recorte y ajustes que se están extendiendo y fraguando en toda España.El rechazo a los planes del hegemonismo se ha traducido de forma especial en un aumento generalizado del voto a los partidos extraparlamentarios: más de 700.000 votos han quedado sin representación parlamentaria

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