Nuevo intento de magnicidio contra Hugo Chávez

Cosas que no cambian

Junto a varios venezolanos, personas vinculadas a los organismos de seguridad de El Salvador y a la red terrorista organizada en este paí­s por Luis Posada Carriles, se pretendí­a asesinar al presidente venezolano durante el acto de posesión del nuevo presidente de El Salvador, Mauricio Funes. Esta es la noticia difundida ayer por los máximos responsables del gobierno venezolano, sus organismos de seguridad e inteligencia.

¿Pero no se dice que con Obama han llegado los tiemos de paz y diplomacia entre EEUU e Iberoamérica? ¿Una nueva época del diálogo y el entendimiento? Con el desmantelamiento de esta nueva trama magnicida contra Chávez se pone de manifiesto que al igual que en los años 60, los 70, los 80, los 90… son los servicios secretos norteamericanos la “araña madre” de esta telaraña de espionaje tejida en el continente. Washington vuelve a “echar mano” de Luis Posada Carriles y la red terrorista fraguada por este agente de la CIA durante más de 40 años en la región. El origen y trayectoria de Posada es muy significativo. Se trata de un reconocido terrorista al servicio de la CIA que trabajó, entre otros, en la guerra sucia en El Salvador, Honduras o con la policía secreta venezolana, entre otros. Es prófugo de la justicia venezolana tras ser sentenciado por la voladura en el aire de un avión de Cubana de Aviación en 1976, donde perecieron 73 personas, más la tripulación de la aeronave. Inicia sus servicios al imperio a través de algunas organizaciones opositoras del régimen cubano afincadas en Miami y financiadas por la CIA. Este tipo de organizaciones durante la Guerra Fría llegaron a su máximo “apogeo” mediante escuadrones de la muerte que dejaron a su paso aberrantes crímenes contra la humanidad en Iberoamérica. En 1976 Bush padre- en aquel entonces jefe de la CIA- ordena la unión de los grupos cubanos de Miami en la Coordinación de Organizaciones Revolucionarias Unificadas, que mantendrán una brutal actividad durante años. Posada Carriles no sólo hizo estallar un avión en el aire, también intentó en varias ocasiones asesinar a Fidel Castro mediante atentados bomba en Cuba en la década de los 90. Traficó armas para la contra nicaragüense o, por su experiencia, le fue encargado colaborar en el entrenamiento de escuadrones de la muerte en Centroamérica. Por algunos de estos crímenes fue juzgado y absuelto, de forma escandalosa, recientemente por un Tribunal en Florida. Hace pocos meses, Posada, vuelve a hacer su aparición antes de las elecciones de El Salvador. Voces del gobierno salvadoreño advertían que intentaría asesinar al candidato del Frente Farabundo Martí, Mauricio Funes, ante su posible triunfo. Para dicha operación en El Salvador, Posada Carriles, contaría con su mano derecha: Chávez Abarca. Otro oscuro personaje vinculado a Posada a través de su padre, el traficante de armas Antonio Chávez Díaz, quien se dedicaba en los años 80 a comprar armas capturadas por el Ejército salvadoreño en operaciones de contrainsurgencia mientras Posada dirigía las operaciones de drogas por armas, desarrolladas a favor de la “contra” nicaragüense. Ahora, de nuevo, Posada Carriles aparece vinculado con un nuevo intento de magnicidio a Chávez y que tendría como base El Salvador. Hay cosas que no cambian.

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