Cargando...
Tal parece ser el inaudito rumbo que toma la política científica española para para salir de la crisis.
Para que la economía esañola salga de la crisis por su propio pie y dando un salto adelante necesita de una plataforma que es la inversión en innovacíón y desarrollo (I+D). Sin embargo los recortes presupuestarios que se están llevando a cabo en el ámbito del estado, supuestamente necesarios para poner el país en la senda del crecimiento y la recuperación económica, caminan en el sentido contrario: dejar al país sin pies ni cabeza.¿Acaso los recortes van a recortar “grasa sobrante” y concentrarse en los sectores que aporten un cambio del modelo productivo del país? ¿Acaso hay un plan para aupar sectores con alto valor añadido y así elevar la competitividad de nuevos y variados productos? No. Las consecuencias de los recortes parecen tomar otro rumbo.Según el Foro Económico Mundial España ha caído al puesto 37 en el Ranking mundial de aprovechamiento de las tecnologías de la información, un índice que mide (con 71 indicadores) la capacidad que tiene un país para aprovechar las TIC en favor de su desarrollo y crecimiento. En los primeros puestos podemos encontrar 3 países asiáticos y entre el puesto 20 y 30, por delante de España está Irlanda, Estonia o Malta. Investigación médicaDentro de las partidas para ciencia, la investigación médica es uno de los sectores más perjudicados. Este es un sector en el que España podría despuntar y, por sus repercusiones en la salud, uno de los sectores a blindar frente a las crisis y la depredación del capital extranjero. Sin embargo, las previsiones son de una degradación progresiva.Por ejemplo, en 2011 el CSIC va a reducir en un 20% la contratación y la institución acumula un recorte del 30% de presupuesto para 2011 respecto del 2008. Se prevé que de cada tres proyectos de investigación presentados, considerados dignos de financiación, dos sean rechazados por falta de fondos. Se prevé que el grueso de los recortes golpeará a los científicos más jóvenes y a las líneas nuevas. Sólo los grupos “consolidados” tendrán mayor acceso a la financiación, con lo que los jóvenes se verán paulatinamente condenados a migrar o dimitir. ¿Crisis mundial o trasvase?Mientras las potencias y países que optan a jugar un papel en la producción y el reparto del poder y la riqueza en el mundo refuerzan su sistema de I+D (investigación y desarrollo) para enfocarlo al sistema de patentes y el tejido productivo, industrial, nuestro país, exponente de los países dependientes a los que se nos exigen ajustes drásticos que impiden el crecimiento, está trasvasando fondos e investigadores a los centros financieros acreedores.No son sólo los países emergentes que tienen en el campo de la innovación y la investigación un motor de desarrollo de sus tejidos productivos; en las viejas potencias decadentes como Francia o Alemania, instituciones equivalentes al CSIC como la Sociedad Max Planck en Alemania o el Centro Nacional de Investigación Francés no han tenido recortes sino todo lo contrario. Al igual que EEUU están reclutando investigadores. Un país de servicios, cuya cantidad y calidad de producción está determinada por los intereses de las potencias acreedoras, tiene su sistema científico al servicio del de las potencias acreedoras. De ahí la conocida fuga de cerebros, acentuada por la falta de inversión prioritaria en este sector. Se trasvasa la inversión que ese país ha realizado en formación y se trasvasa la posible traslación al campo industrial de todos los desarrollos que haga ese investigador. Sin pies ni cabeza.