Investigación parlamentaria por gestión anterior en la Osakidetza

Corrupción ví­rica en la sanidad vasca

Una investigación iniciada por el equipo del nuevo consejero de Sanidad del gobierno vasco, Rafael Bengoa ha sacado a la luz el pago de sobrecostes excesivamente elevados y que no estaban justificados en las tarifas de los servicios que se estaban abonando. El departamento de Sanidad, Osakidetza, en sólo dos años, llegó a multiplicar por 10 y 15 veces, sin justificación, el precio original de un servicio prestado, pasando de 285.000 euros a 2,7 millones por la misma prestación. La corrupción del régimen étnico, encabezado por la camarilla dirigente del PNV, encubierta todos estos años, ha empezado a asomar como un iceberg. Porque la corrupción es ví­rica. No se limita a la sanidad.

En este caso, las emresas investigadas fueron subcontratadas entre 1997 y 2008 por Osakidetza para prestar atención urgente domiciliaria en las tres provincias y para la derivación de pacientes incluidos en listas de espera quirúrgica y ambulatoria de Vizcaya. Los pagos se hacían a varias empresas privadas en las que tenía intereses el ex jefe de Calidad del hospital de Cruces, José Carlos Margüello, así como otros dos médicos del sistema público, Eduardo Climent y Francisco Javier Zubiaga. Los tres eran socios y Margüello, en concreto, era apoderado en varias de las empresas ahora sometidas a investigación. Es decir, relaciones clientelares y corrupción.Conviene saber que de estas actuaciones, que por su gravedad pueden calificarse de ‘desfalcos’ mediante la adjudicación irregular de contratos, es responsable el anterior Departamento de Sanidad, dirigido por Gabriel Inclán (PNV) quien ha llegado a estar en el cargo casi tres legislaturas. Aunque es común a todas las castas político-burocráticas regionales, en el caso de la peneuvista, debido a su enquistamiento durante tantos años, el desarrollo de su entramado clientelar y corrupto se ha multiplicado, adquiriendo una extensión vírica extraordinaria en el cuerpo autonómico.Y, de momento, sabemos de la misa la media. El miedo de los responsables del PNV es que el nuevo gobierno del PSE tire de la manta sobre el anterior uso del dinero público. Por ello, incluso el propio PNV ha aceptado la comparecencia del antiguo consejero. Para conseguir con ello que no se siga destapando en otros lugares. En esta ocasión el PNV no se ha opuesto como lo hizo el año pasado, con la investigación de los casos Guggenheim y Balenciaga, sobre irregularidades detectadas en la gestión de los fondos públicos asignados.La sanidad vasca, Osakidetza, es la mayor empresa por plantilla de Euskadi. Mientras en los últimos años se han producido varias huelgas de los sindicatos del sector denunciando la falta de personal, la ausencia de inversiones y el progresivo deterioro de la calidad asistencial, sus responsables “donaban graciosamente” el presupuesto público a sus “allegados”. Hay que llegar hasta el final y acabar con el entramado clientelar de las castas burocráticas.

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