Corriente Vital… e independiente

Corriente Vital es la celebración de diez años como Ojos de Brujo y una reinterretación de algunos de vuestros temas. ¿Cómo se escuchan canciones que has tocado durante tantos años cantadas y producidas desde estilos tan diferentes? Esta es una de las cosas que estábamos buscando, queríamos sorprendernos a nosotros mismos con la visión de otros artistas, y ha sido muy original. Nos ha sorprendido casi siempre. En alguna ocasión han habido cosas que no nos convencían, pero hablando o hasta cambiando de productor hemos conseguido que todo el disco sea muy bonito y especial. Son estilos tan dispares que cada tema era una sorpresa, éramos como niños recibiendo regalos. Ahora bien, es un ejercicio difícil para un grupo como nosotros acostumbrados a hacer las cosas como queremos, como nos da la gana. Siempre hemos sido nuestros propios productores, y esta vez ha sido delegar y confiar en gente que o ya conocíamos o habíamos oído hablar. A mi cada tema me impresiona por un motivo o por otro. Nosotros enviábamos las pistas del tema con la voz de otro artista y el productor hacía una reinterpretación electrónica o modificaba hasta la estructura… vaya, que han quedado cojonudos. A nivel de artistas todos han sido impresionantes. Yo he participado más en lo de Estopa, que son muy amigos míos, en lo de Manolo García, que también es amigo… y fue mágico. Entonces, aparte de sorprenderos con otros músicos, habréis estado “velando” porque se conservara la “esencia” de Ojos de Brujo… ¿cuál es esa esencia?, y así te pongo en un compromiso. Nunca me he parado a pensarlo. Siempre hemos sido un grupo experimental que hemos trabajado sobre la marcha, compartiendo sensaciones con un montón de grupos, con diferentes visiones… la diferencia de este disco con los anteriores es que antes estábamos todos participando con nuestras ideas en los temas, y en éste como las canciones ya habían sido trabajadas se los dábamos a alguien para que diera una visión diferente, porque aunque no los consideramos remixes sí que son versiones más electrónicas de todos nuestros temas. Y eso es lo que une casi todo el disco, esa base de trabajo electrónico, cada vez con un cantante diferente que colabora. Nuestra esencia es hacer lo que nos gusta y poner o quitar de acuerdo a ello. Todo lo que hay en este disco es todo lo que nos ha gustado… y mucho. ¿Por qué tomaros ahora un respiro del proyecto?, porque además tomáis las decisiones por asamblea… ¿qué es lo que os ha llevado ha tomar esta decisión? Hace tiempo que varios de nosotros tenemos inquietudes diferentes. Quieras o no, para llevar un grupo de forma asamblearia, como en toda familia siempre los hay que son más activos y los hay más pasivos, hay que tomar decisiones que te pueden no gustar pero tienes que aprender a que te gusten. Hemos ido haciendo pequeños sacrificios, porque no había un director sino que mandamos entre todos. Hay decisiones en las que yo hubiera hecho otra cosa, pero el sacrificio está en la humildad de asumirlas como lo mejor, sentirlas y trabajarlas a ese nivel. Hay gente que no lo ha asumido o no lo ha aguantado y por eso ha habido diferentes movimientos dentro de la banda a lo largo de estos diez años; desde Macaco, Juanlu, Antonio Restucci, Muñeco… ha llegado el momento en el que uno alcanza tal agotamiento psicológico que se necesita descansar. Además hace tiempo que Max viene trabajando en un proyecto propio, que Marina quiere meterse en el teatro y tocar otros estilos, yo que tengo varios proyectos entre manos, Ramón con su banda en un terreno más metal, lo mismo el Javi y el Panko… toca ese descanso para enriquecerse por diferentes caminos para que cuando volvamos tengamos mucho más que compartir. Y lo vemos con todo el cariño y todas las ganas. Esto le da también un significado especial a la gira, ¿no? ¡Claro!. Llevamos diez años juntos. Hemos pasado por todo el planeta, hemos hecho esfuerzos impresionantes en cada una de nuestras fases. Somos un grupo que necesitaría que el día tuviera cuarenta y ocho horas porque absorbe mucha energía toda la onda asamblearia y empresarial autogestionada que hemos llevado, que ahora mismo por la doble crisis, la económica y la musical, es inviable… aunque nunca se sabe… solo pensar que “puede que ésta sea la última vez que venga con mis compañeros a Amsterdam, Londres…”. Esto va a hacer que la gira sea tremenda, porque seguro que lo tomamos desde el punto de vista de la celebración. ¿Qué problemas os encontrasteis en la autogestión, para ser un grupo independiente económicamente?, ¿por qué dejasteis ese camino, en parte, para meteros en Warner? La autogestión es hoy más posible que nunca porque existe una herramienta impresionante, que nosotros no tuvimos al principio, que es Internet y abarca todo el mundo. El que lo sepa hacer por ese camino puede llegar muy lejos. Se lo puede montar para no necesitar el apoyo de una multinacional. Lo que pasa es que nosotros veníamos del sistema tradicional, de sacar un disco físicamente, que vale un dineral, porque siempre hemos derrochado muchísimo en favor del arte, sin ninguna pena, para poder dar el máximo a nivel artístico. Antes cuando se vendían discos aún se podía recuperar lo invertido. En “Techarí” aún fue más o menos posible, pero en “Aocaná” ha sido imposible recuperar el dinero invertido. Y el otro gran hándicap ha sido la internacionalidad. Si solo tuviésemos que abarcar España no tendríamos ningún problema, pero tenemos que abarcar el mundo entero. En “Barí” recuerdo que yo hablé con todos los países que te puedas imaginar, y porque no estamos en otros planetas… buscando la independiente adecuada para gestionar nuestra distribución en los diferentes países. En ese momento lo haces con toda la ilusión pero poco a poco te das cuenta de que no llegas. Al principio funcionamos hasta ciertos niveles, luego al ir adquiriendo fama y prestigio internacional buscamos una gran independiente que nos quitó trabajo de encima pero que no abarcaba todo el mundo. Pero cuando llegas a un punto tan internacional necesitas a una multinacional que abarque a muchos países, o decidir que te quedas ahí, en el barrio. Nosotros decidimos llegar a todo el mundo si era posible y buscamos a una gran empresa que pudiera entender nuestro rollo alternativo e independiente. Encontramos a Warner, que realmente vienen de Dro y de Atlantic, y nos quedamos con ella; eran ex-independientes que se habían integrado en una multinacional. Y nos quitamos de en medio gran parte del trabajo empresarial que también nos impedía centrarnos en lo artístico. Llegasteis, entonces, al límite de lo que con los medios tradicionales un grupo se podía desarrollar, ¿no?, te lo digo porque eso también te lleva a plantearse la necesidad de un tejido independiente organizado del que participen muchas bandas, músicos y profesionales del sector. Sí. Existen asociaciones a las que hemos estado unidos pero el mercado discográfico es muy competitivo y cruel. Si realmente te desentiendes de la parte empresarial los demás no lo harán como tú quieres, a menos que se lleven un beneficio adecuado, y es ahí donde hay que buscar el término medio. En realidad lo que lo ha acabado de rematar es la crisis, que ha sido provocada por los grandes empresarios para acabar con los proyectos más pequeños y poder comprarlos luego por cuatro duros. Es lo que pasa en una crisis, ¿no?, como la del 29, tres o cuatro bancos que compran seiscientos. Exacto. Lo mismo que pasa con los bancos pasa con las tiendas y con las discográficas y con todo. A parte de estar permanentemente colgando de un hilo, sufriendo como condenadas y viendo qué se hace para no morir. Nosotros no hemos sido una excepción. No decidimos “cerrar” pero si dedicarnos más a lo que es crear música y dejar lo otro a Warner. De momento está funcionando muy bien por este respeto y complicidad que hay con sus directivos. Hay que dejar claro que nuestra empresa es lo que se reduce a los mínimos pero no afecta al grupo que funciona perfectamente y trabaja todo lo que quiere y más por su prestigio internacional. ¿No os queda, aunque sea para la vuelta, el volverlo a intentar sirviéndoos de Internet? Estoy seguro que cuando volvamos el panorama va a ser muy diferente. Yo creo que en un año o dos van a desaparecer los discos y los temas se irán publicando sólo de forma digital a través de las webs y los diferentes portales. Ya nos lo planteamos en su momento, pero como queríamos hacer un décimo aniversario de todas las etapas por las que hemos pasado, hemos preferido hacer ese pedazo de libro en el que aparecen desde los que empezaron hasta los que quedamos ahora. Cuando volvamos seguro que lo hacemos a través de Internet e igual de independiente. Hay que estudiar el panorama porque todo está cambiando, pero está en nuestra cabeza. Tenemos pensados un par de sistemas para independizarnos a través de Internet que no quiero ni desvelar… quizás a la vuelta. Os habéis caracterizado también por meter baza en los temas que preocupan a la gente, en denunciar injusticias o defender luchas determinadas. ¿No os sabe mal, como Ojos de Brujo perderos la oportunidad de seguir siendo un altavoz ahora que la gente lo está pasando tan mal con la crisis y con los recortes del Gobierno? Te voy a ser sincero… sí, nos sabe mal. Cada uno de nosotros tiene ahora mismo por lo menos cinco canciones con letras tremendas para machacar la situación. Yo, personalmente, tengo una carpeta con cincuenta folios. Lo que te puedo asegurar es que cada uno vamos a seguir en esa línea, y que cuando volvamos seguiremos también en esa línea. En este disco no tocaba porque es más una celebración, aunque hay temas que lo son en sí mismos. El artista está obligado a participar en transformar la sociedad. El punto al que hemos llegado, con la cantidad de gente que nos escucha, es una lástima, pero nosotros somos muy emocionales y han pasado muchos años trabajando muy duro y yendo de un lado para otro y lo tenemos claro, ahora nos toca enriquecernos artísticamente a cada uno por su lado. Cuando volvamos seremos una bomba atómica, ya lo verás.