El delirio en el que han entrado algunos formatos de tele-realidad alcanza ya niveles desproporcionados. La idea de esta productora turca no dejaría de ser una mera anécdota irrisoria, si no fuera por la tendencia a la copia y la velocidad a la que se extienden estos formatos. También porque, lógicamente, las autoridades religiosas correspondientes ya se han encargado de poner el grito en el cielo, dando publicidad internacional a un producto que quizá ni siquiera hubiera sobrevivido un par de semanas. Sin embargo, tratando de leer entre líneas y no quedarnos sólo en lo superficial, no parece descabellado interpretar este espectáculo como una forma de difundir en Europa la idea de tolerancia religiosa de un país enormemente interesado en ingresar en la Unión Europea, sin renunciar a su tradición creyente.
Islam, cristianismo, judaísmo e hinduismo cometirán, a partir de septiembre, para tratar de convertir a diez ateos. Precisamente esa competición abierta es la que rompe los esquemas de lo “políticamente correcto”, y ha desatado las reacciones de las autoridades religiosas en Turquía. No en vano, el programa se emitirá en un país con crecientes tensiones entre el Estado laico y el Gobierno de islamistas moderados. Participarán en el show, cuyo título es Los arrepentidos compiten, un imán, un sacerdote cristiano, un rabino y un gurú hinduista, que tratarán de persuadir a diez ateos para que se conviertan a sus respectivas religiones. Aunque si este espíritu competitivo ha sido el que ha desatado la polémica, sin duda es el que otorga más interés al programa, por tener la posibilidad de ver enfrentando sus tesis a las pretendidas autoridades de las cuatro religiones, sin tener que estar excesivamente sujetos a la diplomacia burocrática acostumbrada. ¿El premio para los que se conviertan? Un maravilloso viaje a los lugares santos de la confesión escogida de entre el abanico presentado. Convertirse al hinduismo a cambio de un viaje por la India, no parece mala idea. Sin duda se trata de una imagen de cómo la televisión comercial puede convertir en producto la propia fe, sin embargo no crean que esto lo han inventado los turcos. El Channel 4 del Reino Unido ya emitió un programa muy similar titulado Make Me a Christian (Hazme Cristiano), y el título ya evidencia que en este caso la equidistancia entre religiones era inexistente. Y no olviden a los telepredicadores norteamericanos y sus donaciones económicas en directo.