La Cumbre Social, en la que están agrupadas, además de sindicatos como CCOO, UGT o USO, varios centenares de organizaciones sociales, han convocado manifestaciones en toda España para el próximo domingo, 10 de marzo, bajo el lema: «Seis millones de razones. Así no podemos seguir. Contra el paro y por una democracia social y participativa». Desde Unificación Comunista de España apoyamos estas necesarias movilizaciones. Como hicimos ante la convocatoria promovida por el 15-M el 23 de febrero, acudiremos con un combativo y numeroso «bloque rojo» en cada una de las manifestaciones. Y pondremos todo nuestro empeño en convocarlas para asegurar su éxito.
Es mucho lo que nos jugamos. Hace tan sólo unas horas, la troika –formada por el FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea… es decir, por Washington y Berlín- ha decretado que los draconianos recortes ejecutados por Rajoy “son insuficientes”.
Todavía quieren más.
Exigen, en primer lugar, un nuevo hachazo a las pensiones públicas. El gobierno español se había comprometido con la UE a que en los tres primeros meses del año presentaría una nueva reforma de las pensiones. Berlín ha obligado este miércoles a Rajoy “a negociar a todo ritmo el calado de las medidas”. «Más del 70% de los españoles, incluyendo una buena parte de votantes del PP, están en contra de que nos impongan un nuevo recorte de las pensiones»
Lo que significa endurecer los requisitos para acceder a la jubilación anticipada y parcial. Acelerar la aplicación de la jubilación a los 67 años. Y “definir el factor de estabilidad”, que permitirá aplicar automáticamente nuevos tijeretazos a las pensiones –saltándose el consenso del Pacto de Toledo- atendiendo a “factores demográficos” o a “la marcha de la economía”.
Y con esto, todavía no tienen bastante. La troika exige una nueva subida del IVA y, tras afirmar desvergonzadamente que “en España se han logrado importantes avances en la rebaja de los costes laborales”, ha “recordado” que “todavía queda mucho por hacer”.
Hans-Werner Sinn, presidente del influyente think tank alemán IFO, el instituto económico de la gran burguesía alemana, había “traducido” solo unos días antes las palabras de Bruselas, al exigir que “en España tiene que producirse una devaluación interna, de salarios y pensiones, de al menos el 30%”.
¿Pero qué se han pensado? ¿Qué España es un nuevo “territorio de conquista”, que es necesario esquilmar para que los bancos alemanes o los monopolios norteamericanos se lleven el botín?
Las movilizaciones del 10 de marzo están convocadas dentro de la Jornada de movilización impulsada en todo el continente por la Confederación Europea de Sindicatos (CES).
¿No está suficientemente claro que todos los recortes y ajustes que sufrimos en España, o en Grecia, Portugal o Italia… no son más que las draconianas imposiciones de una burguesía alemana dispuesta a sacrificar en el altar a toda Europa para salvarse ellos a nuestra costa?
Las manifestaciones se convocan “contra el paro”. ¿No es evidente que el saqueo de Washington y Berlín, que Bruselas anuncia todavía peor, es la principal causa de la destrucción de empleo?
Los telediarios nos bombardean diariamente con los desmanes de los Bárcenas o Urdangarines de turno. Y verdaderamente es bochornoso que semejantes personajes hayan amasado fortunas a nuestra costa.
¿Pero qué son sus fechorías sino “pequeños atracos caseros”, comparado con el saqueo sistemático al que nos someten los bancos alemanes o norteamericanos, protegidos por los dictados e informes del FMI o de la UE?Por eso, una de nuestras pancartas en la manifestación dirá, bien alto y claro: “¡No es sólo corrupción… es intervención y saqueo!”.
Señalando a los principales ladrones, que no viven en palacetes en Pedralbes o en mansiones de la Castellana… Sino en sobrios despachos en Berlín o en Washington.
La rebelión contra los recortes está desatada en España. Y esta es una muy buena noticia. Pero no es suficiente.
Derrotar los proyectos de saqueo e intervención sobre España que Washington y Berlín están empañados en imponer no va a ser tarea fácil. Por eso debemos concentrar las fuerzas del pueblo, que son muchas, allí donde más posibilidades de éxito tenemos.
Y este punto no es otro que la defensa de las pensiones públicas. No es casual que las exigencias de Bruselas –como también todos los informes del FMI- comiencen precisamente por la exigencia de nuevos recortes a las pensiones.
Este es uno de los principales botines que aspiran a conquistar. Aunque ello suponga hipotecar nuestro futuro, y el de nuestros hijos y nietos.
Recientemente, la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública ha publicado un informe donde se denuncia que, gracias a la aplicación del copago, al menos un 20% de los jubilados han dejado con comprar algunos medicamentos, que son vitales para su salud.
¿Vamos a permitir que sigan degradando de esta manera a nuestros pensionistas?
¡De ninguna manera! Por eso, una de las pancartas que vamos a llevar a las manifestaciones del 10 de marzo será: “¡Las pensiones a la Constitución! ¡Referéndum YA!”.
¿Qué Washington y Berlín van a decidir, a través del FMI y la UE, el futuro de nuestras pensiones? ¡Ya lo veremos!
Según todas las encuestas, más del 70% de la población española, incluyendo a una buena parte de votantes del PP, están en contra de que nos impongan un nuevo recorte a las pensiones. «Tres veces unidad. Juntos podemos. Por separado, nos devorarán a todos»
¡Esta batalla la podemos ganar!
Todos sufrimos las consecuencias de los recortes y ajustes impuestos por el FMI o Bruselas. Por eso, la unificación de las diferentes luchas sectoriales, trabajando por que se doten de un programa común, es imprescindible.
En la perspectiva de construir un auténtico Frente Amplio, que represente, de verdad, al 90% de la población que nos oponemos a sufrir recorte tras recorte.
Nosotros estuvimos presentes en las manifestaciones del 23-F promovidas por el 15-M. Y vamos a estar en la convocatoria sindical y de la Cumbre Social el 10 de marzo.
Con una pancarta que diga. “¡Sí se puede! ¡Unidad! ¡Unidad! ¡Unidad!”.
Tres veces unidad. Porque nunca será suficiente. Por separado, nos devorarán a todos.
Este 10 de marzo, como ocurrió el 23 de febrero, tiene que ser una nueva demostración de unidad, que contribuya a levantar una alternativa común contra la intervención y el saqueo.¡Porque sí se puede!