¡Es urgente! ¡Tenemos que dar una respuesta!

Contra la intervención, unidad y organización

Cada vez está más claro. Ellos quieren intervenirnos completamente para saquearnos a conciencia. Degradarnos al nivel de Uganda para poder hacer y deshacer a su antojo nuestras vidas. Lo acaba de decir un prestigioso economista de la Universidad de Barcelona: si esta gente acaba imponiendo su objetivo de una intervención total, «se van a producir recortes de un calibre que ni imaginamos y retrocesos en el bienestar que ni podemos intuir».

A pesar de que una parte considerable de la sociedad española permanece confundida e inconsciente de la importancia decisiva de lo que está sobre la mesa y lo mucho que nos estamos jugando en estos días críticos, recientes encuestas indican que casi 1 de cada 2 españoles se oponen a la intervención parcial del país impuesta por Washington y Berlín. Un 43% que rechaza la intervención es una fuerza más que considerable. «Es el momento de redoblar los esfuerzos para ganar fuerza política organizada con la que dar la batalla»

Que no hará más que aumentar a medida que se vayan conociendo las drásticas medidas de saqueo que la acompañan, y se vislumbre en el horizonte inmediato una segunda de efectos todavía más devastadores.


Y sin embargo, la reacción de la mayor parte de las fuerzas políticas, sindicales y sociales opuestas a la intervención está siendo, por decirlo con suavidad, excesivamente tibia. Como si enfrascados en otras cuestiones como la transparencia en el asunto de Bankia o las batallas en el poder judicial, importantes pero menores, tampoco calibraran la envergadura y las consecuencias de la ofensiva que tenemos delante.


El proyecto de nuestros enemigos de degradar al país para someter a un saqueo a conciencia al 90% de la población ha abierto múltiples frente de lucha. Como una bomba de racimo, sus agresivas medidas se dispersan atacando de forma particular, con distinta forma e intensidad, a cada uno de los sectores que formamos parte de ese 90%. No debemos sin embargo dejarnos confundir por la diversidad de sus ataques, dispersando nuestras fuerzas y disparando en todas direcciones. Con esto sólo hacemos más fácil su tarea y más difícil articular y unir la oposición y el rechazo popular en un mismo frente de lucha.


De todas las cuestiones que afectan hoy a la sociedad española, la más grave, la más urgente, la más decisiva es la intervención hegemonista sobre nuestro país, la imposición de la troika como el gobierno de facto de España, la pérdida de toda soberanía, nuestra transformación en poco menos que un protectorado en manos de Washington y Berlín. Ese es, en esta coyuntura, el principal frente de lucha. En él tenemos que concentrar las fuerzas. 


Nuestro partido, Unificación Comunista de España, venimos alertando desde abril de 2010 que este era el objetivo de nuestros enemigos, de que hacia este punto se encaminaban todos sus pasos, todas sus medidas, todos sus ataques. Más de dos años después, el tiempo ha corroborado punto por punto lo que hemos venido diciendo.


No es ahora, sin embargo, tiempo de lamentarse por el poco eco que han encontrado nuestras advertencias. Sino de redoblar los esfuerzos para ganar fuerza política organizada con la que dar la batalla. El pueblo griego acaba de darnos una hermosa lección de lucha y resistencia, de orgullo y dignidad nacional. A pesar de que Nueva Democracia y Pasok van a formar un gobierno prohegemonista, su futuro se antoja difícil porque la mayoría del pueblo ha votado a las fuerzas contrarias a la intervención y el saqueo y Syriza, la coalición de izquierdas antihegemonista, ha sacado el 27% de los votos.


Washington y Berlín han ganado el gobierno, pero el pueblo griego ha obtenido una enorme victoria política, cambiando la correlación de fuerzas de forma favorable hacia sus intereses de una manera impensable hace sólo unos meses. Y lo ha hecho sobre la base de la unidad y la organización. Esa ha sido la clave de su triunfo. Hemos de aprender de ellos.


Ha llegado el momento de exigir a todas las fuerzas políticas y sociales contrarias a la intervención y el saqueo del país que empiecen a dar pasos efectivo para levantar desde ya mismo una alternativa de unidad.


Nosotros, por nuestra parte, además de implicarnos activamente en ese objetivo, llamamos a todos los luchadores en la defensa de los intereses populares, a todas las personas conscientes del grave riesgo al que nos enfrentamos, a todos los hombre y mujeres comprometidos con la defensa de la democracia y la soberanía nacional a unirse y organizarse con nosotros, a reforzar nuestras filas, a extender y hacer de nuestro partido un bastión infranqueable para los ataques de nuestros enemigos y el más firme baluarte de los intereses nacionales y populares.

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