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Contener al ISIS pensando en Irak, pero también en Siria

http://www.latimes.com/opinion/op-ed/la-oe-ross-isis-iraq-syria-20140624-story.html

El conflicto en Irak no se resolverá a corto plazo. Si bien el Estado Islámico de Irak y Siria, o ISIS, y sus aliados sunitas no están a punto de tomar Bagdad, siguen ampliando su control sobre gran parte de Irak septentrional y occidental. Las medidas militares y diplomáticas que el presidente Obama ha ordenado reflejan que EEUU necesitan para detener al ISIS intervenir más en Irak. Si va a hacerlo, sin embargo, es harina de otro costal.Irak es un desastre hoy. El presidente tiene derecho a esperar que el gobierno iraquí asuma el liderazgo en su propia defensa. Tiene razón al insistir en que el gobierno de Irak debe ser más incluyente y menos sectario. Y tiene razón al desconfiar de quedar atrapado en un conflicto sectario en el que hayamos tomamos partido.Estados Unidos se ha guiado por el mismo cálculo en Siria. Allí, nuestros temores sobre los costes de la acción de apoyo militar -aunque limitado por la oposición- nos llevó a ignorar los costos de la inacción. Teníamos la esperanza de que las sanciones, un proceso político y la asistencia humanitaria serían suficientes para cambiar la realidad en Siria. No ha sido así. Los que argumentamos que el precio subiría en términos humanos y estratégicos -y que necesitábamos romper el equilibrio de poder dentro de la oposición y entre ésta y el régimen del presidente Bashar Assad- teníamos razón.Hoy en día, los costos en términos de contagio en la región y las consecuencias de que los islamistas radicales, particularmente el ISIS, hayan llegado a dominar a la oposición son claras. Siria es un desastre, no hay frontera entre Siria e Irak, y el resurgimiento de un conflicto sectario terrible en Irak está inextricablemente ligado a Siria. No habrá respuesta efectiva o duradera a la amenaza del ISIS en Irak sin tomar también medidas en Siria negándole un santuario y una base de reclutamiento.Pero Turquía, Arabia Saudita, Kuwait y Jordania no responderán si creen que la lucha contra el ISIS significa que EEUU está dispuesto a dejar a los sunitas vulnerables a las milicias chiíes respaldadas por Irán. Si Irán quiere la estabilidad en Irak y no una guerra sectaria en su frontera, tendrá que aceptar que a pesar de que los chiítas mantendrán muchas de las palancas del poder, también deberán estar dispuestos a compartirlas.En Irak, para que EEUU dé una ayuda contundente contra el ISIS, el gobierno central debe dar a los sunitas y los kurdos un sentido de inclusión y una participación en el ejército y en el trabajo con Bagdad. El enfoque conspirativo, autoritario del primer ministro Nouri Maliki lo ha hecho imposible. No debemos hacer ninguna acción militar coordinada con los contingentes del gobierno iraquí mientras Maliki no tome este tipo de medidas, entre ellas la designación de un gobierno de unidad nacional, potenciando un ministro de Defensa sunita y permitiendo a los kurdos que exporten su petróleo. En ausencia de eso, todavía podemos enviar nuestras fuerzas contra el ISIS si es necesario, pero sin tener en cuenta lo que el gobierno iraquí pueda querer.En cuanto a Siria, aunque debemos negar que el ISIS disfrute de un santuario allí, EEUU no pueden asociarse con el régimen de Assad. El simple hecho es que mientras Assad siga en el poder, va a ser un imán para que cada yihadista de cualquier rincón del mundo se una a la guerra santa contra él. Ningún país de la región es inmune a las consecuencias del conflicto en Siria, y todos nos enfrentamos al peligro de que los que van a luchar en Siria regresen a sus países de origen para fomentar la violencia.Aunque el presidente Obama ha hablado sobre el aumento gradual de nuestro apoyo a la oposición en Siria, llegamos tarde a ese esfuerzo. Es hora de que Estados Unidos asuma la responsabilidad máxima de todo el esfuerzo para asegurarse de que la ayuda sea más significativa -armas, entrenamiento, inteligencia, dinero y asistencia humanitaria- y sólo llegue a aquellos que están luchando tanto contra el ISIS como contra el régimen de Assad, de forma plenamente coordinada y complementaria.La cuestión más general es que las acciones de Washington hacia el ISIS ahora deben tomarse con Irak y Siria en la mente y ser guiadas por una estrategia orientada a debilitar a las fuerzas que amenazan a EEUU y sus amigos regionales. Cuanto más nos esforcemos en adoptar este enfoque y destacar los costos para Irán de su postura actual, más creerán los iraníes que sus intereses pueden ser satisfechos con un resultado político de mayor equilibrio en Siria e Irak. Habrá riesgos para la actuación, pero por ahora hemos visto los costos de la inacción, que es probable que no hagan más que aumentar con el tiempo.

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