«Siempre es una buena noticia que se salven 50 obras públicas. No obstante, no es suficiente, sobre todo para nuestras empresas de ANCI, 25 compañías con un volumen de negocio de entre 300 millones y 1.300 millones de euros. Para algunas de ellas, este recorte supone una pérdida de negocio de hasta un 58 por ciento. Una cifra insostenible»
Entendemos que el Gobierno debe adotar medidas por el lado de los ingresos fiscales como son las tasas o peajes vinculados con la prestación de un servicio, el incremento de la fiscalidad sobre los carburantes o tabaco, la euroviñeta… Esto, sin dejar de lado la necesidad de ejecutar privatizaciones de organismos y empresas que prestan servicios públicos o llevar a cabo una fuerte política de ahorro y control sobre las autonomías. (EL ECONOMISTA) EL MUNDO.- «Si el Bundesbank fuese el responsable del nivel de tipos de interés ya estaría advirtiendo a los mercados de una próxima subida que tendría lugar no más lejos de los próximos dos meses», dice el experto del Instituto IFO, Kai Carstensen. «Naturalmente, el BCE tiene que pensar en la zona euro en su conjunto y la media baja mucho a causa de los países que van más retrasados. Eso es lo que puede obligar al BCE a mantenerlos bajos un tiempo más. Pero en Fráncfort son muy conscientes del peligro que supone un aumento de la inflación en Alemania», asegura. EXPANSIÓN.- Mas de 40 líderes de las principales empresas e industrias alemanas han unido sus fuerzas para protestar, mediante una campaña mediática, contra la política energética, industrial y económica del Gobierno de la canciller federal, Angela Merkel, según adelanta hoy el rotativo económico "Handelsblatt". Éste subraya que entre los firmantes se encuentra "la créme de la créme" de la economía alemana, desde el presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, al del consorcio Bayer, Werner Wenning, pasando por el líder de Thyssen-Krupp, Ekkehard Schulz, y hasta el jefe de la Federación Alemana de Fútbol, Oliver Bierhof. Entrevista. El Economista “Recortar obra pública es un error, el gobierno debe subir los impuestos” Maite Cabrerizo Las noticias del ministro José Blanco sobre el alivio en el recorte en obra pública ni han convencido ni han calmado a las constructoras. Pese a que ese rescate de 500.000 euros se traduce en 9.000 empleos y la reprogramación de 50 obras, Jaime Lamo de Espinosa, presidente de la Asociación Nacional de Constructores Independientes (ANCI), considera que el paquete es insuficiente. "Nunca se puede atacar la economía productiva, la única solución para salir de la crisis". En su opinión, el Gobierno se ha quedado corto y sería necesario al menos, una cifra de 3.000 millones de euros. ¿El anuncio del ministro José Blanco de salvar 500 millones de la lista negra. ¿Es una buena noticia? Por supuesto, siempre es una buena noticia que se salven 50 obras públicas. Y sobre todo que el Ejecutivo sea capaz de reconocer su error y dar marcha atrás. No obstante, no es suficiente, sobre todo para nuestras empresas de ANCI, que dedican un 85 por ciento de su negocio a la obra pública. Pero no deja de ser un pequeño alivio… Sí, pero el sector ya estaba castigado desde que en enero el Gobierno anunciara su Plan de Estabilidad. En nuestro caso, las 25 empresas son compañías con un volumen de negocio de entre 300 millones y 1.300 millones de euros. Para algunas de ellas, este recorte supone una pérdida de negocio de hasta un 58 por ciento. Una cifra insostenible. ¿Se prevén cierres? Es pronto para saber las consecuencias concretas, pero es indiscutible que se anuncian ERE masivos. La situación es muy difícil para todos. Las grandes patronales ofrecieron al Gobierno un plan alternativo que pasaba por poner en marcha un plan de rescate, un Frob. ¿Les han escuchado? De momento, parece que no. Confiábamos en que el Gobierno recapacitaría y pensara las consecuencias de un recorte tan drástico. Hemos pedido una reunión urgente con el presidente Zapatero porque entendemos que es necesario replantearles el ajuste. Tanto más si el error va en contra de todos los principios económicos. ¿A qué se refiere? Me refiero a que querer recortar el déficit público sí es un acierto, pero hacerlo a través de recorte de gasto productivo es un error con consecuencias ya anunciadas como la caída de la productividad, el incremento del desempleo de manera alarmante… Hablamos de una pérdida de otros 125.000 puestos. Usted que fue ministro en los Gobiernos de Adolfo Suárez y de Calvo Sotelo, además de ministro adjunto al presidente… ¿qué está pasando? Entendemos que es una medida que se tomó de manera precipitada ante las exigencias de la Unión Europea de reducir el déficit. Lo más fácil era, sin duda, recortar de las mayores partidas de gasto, pero estamos a tiempo de rectificar. Para ustedes, ¿por dónde pasa la solución? Hay numerosas fuentes de gasto no productivo que pueden ser recortadas para reponer al alza las inversiones en obra civil o aumentos fiscales que pueden legislarse. ¿Estamos hablando de subir los impuestos? Sí, entendemos que el Gobierno debe adoptar medidas por el lado de los ingresos fiscales como son las tasas o peajes vinculados con la prestación de un servicio, el incremento de la fiscalidad sobre los carburantes o tabaco, la euroviñeta… Esto, sin dejar de lado la necesidad de ejecutar privatizaciones de organismos y empresas que prestan servicios públicos o llevar a cabo una fuerte política de ahorro y control sobre las autonomías. Su tesis se acerca a la del ministro Blanco, pero ayer la vicepresidenta económica dijo que no subiría los impuestos. Nuestra postura está con la del ministro. Pero siempre y cuando esta subida no se cargue nunca sobre las rentas de trabajo. El ministro anunció el rescate y, al momento, habla de subir impuestos. ¿No teme que les tachen de ‘pedigüeños’? Es un error pensar de esta manera. Insisto en que la solución pasa por reducir el gasto no productivo y llevarlo a gasto productivo. José Blanco dice que se ha gastado demasiado. ¿Hemos tirado el dinero? No. Gracias a esta inversión somos un país competitivo y estamos hoy donde estamos en Europa. EL ECONOMISTA. 20-8-2010 Economía. El Mundo La economía de Alemania crecerá al 3%, lo que hará subir los tipos de interés Rosalía Sánchez El ministro alemán de Economía, Reiner Brüderle, no se había atrevido a poner cifras y había descrito el aumento del PIB alemán como «talla XL» al aludir al incremento del 2,2% registrado en el segundo trimestre. Pero el Bundesbank ha hecho las cuentas y lo dice con toda tranquilidad: «El crecimiento de la economía alemana para este año será de alrededor del 3%», frente al 1,9% previsto hasta ahora. Son enormemente positivos los comentarios que hace el Bundesbank sobre la velocidad de crucero de la economía que supervisa. «La dinámica coyuntural es actualmente favorable y la recuperación continuará en el segundo semestre», lo que da a entender que la revisión al alza de las previsiones se mantendrá a largo plazo. Este nuevo escenario económico, en el que deben tomarse las decisiones de política monetaria, es muy diferente al que el Banco Central Europeo (BCE) ha venido manejando y en el que ha basado sus cálculos para mantener los tipos de interés en el nivel históricamente bajo del 1%. «Si el Bundesbank fuese el responsable del nivel de tipos de interés ya estaría advirtiendo a los mercados de una próxima subida que tendría lugar no más lejos de los próximos dos meses», dice el experto del Instituto IFO, Kai Carstensen. «Naturalmente, el BCE tiene que pensar en la zona euro en su conjunto y la media baja mucho a causa de los países que van más retrasados. Eso es lo que puede obligar al BCE a mantenerlos bajos un tiempo más. Pero en Fráncfort son muy conscientes del peligro que supone un aumento de la inflación en Alemania», asegura. Más comercio Desde el comienzo del año, la economía alemana se ha visto favorecida por la recuperación del comercio internacional. Líder europeo de las exportaciones, Alemania ha aprovechado la dinámica de países emergentes, como China, y ha mantenido un buen ritmo de exportaciones a EE.UU., a pesar de los vaivenes de la economía norteamericana. El crecimiento del PIB y las previsiones positivas, sumados a un nivel de consumo interno que no se veía en este país desde la reunificación, están llevando a una natural subida de los precios. Según el último informe de la Oficina Federal de Estadística, la inflación de precios al productor subió en un 0,5% en julio, cuando los analistas esperaban un aumento del 0,2% en julio. El mismo informe señala que la inflación de precios al productor subió, en términos desestacionalizados, un 3,7% en comparación con el año anterior. A raíz de la publicación de estos datos, el euro cayó un 0,2% frente al dólar en cuestión de minutos. Alemania, por motivos históricos y culturales, teme visceralmente a la inflación. Pero, al margen de miedos más o menos atávicos, los poderosos sindicatos y convenios sectoriales tienen aquí un poder de traslación de la inflación a los salarios con efecto multiplicador sobre los costes de producción, que se han mantenido relativamente bajos en los últimos años y que son parte del éxito del milagro de las exportaciones. Esto significa que, si no se controla la inflación, Alemania corre el peligro de matar a la gallina de los huevos de oro en la que, por cierto, tiene puestas sus esperanzas toda la zona euro. Y con una inflación del 1,2% hasta mayo, el sindicato IG Metall, que publicará sus reivindicaciones el 27 de agosto, amenaza con pedir subidas de hasta el 8%. «La crisis es ayer», zanjó uno de sus dirigentes. El dilema de España «En estas circunstancias, una política monetaria sensata estaría ya anunciando subidas de intereses. La tasa récord a la baja del 1% estaba pensada para un escenario de crisis que ya no se corresponde con esta realidad. Con los nuevos datos sobre la mesa, Trichet y sus colegas deben estar pensando necesariamente en subir los tipos de interés y en retirar medidas de apoyo a la liquidez. Tienen que comenzar a recuperar con urgencia esa enorme cantidad de dinero que han inyectado al mercado», afirma el analista de Die Welt, Tobias kaiser. «Naturalmente los tipos bajos ayudan a Grecia y España, pero suponen un riesgo de inflación para el motor del crecimiento. Porque si la oferta de dinero no cae lo suficientemente rápido como para frenar los precios, se trasladará a los salarios y fracasará la lucha contra el paro. El BCE se enfrenta a la disyuntiva de poner freno a la inflación en el país más importante de Europa o evitar que economías periféricas se estanquen o vuelvan a caer, incluso, en la recesión», sentencia Kaiser, recordando que el mandato fundacional del BCE da prioridad a la lucha contra la inflación. EL MUNDO. 20-8-2010 Europa. Expansión Más de 40 líderes empresariales alemanes se enfrentan a Merkel Mas de 40 líderes de las principales empresas e industrias alemanas han unido sus fuerzas para protestar, mediante una campaña mediática, contra la política energética, industrial y económica del Gobierno de la canciller federal, Angela Merkel. "Una política que apuesta por sanear los presupuestos estatales con nuevos impuestos energéticos, bloquea las necesarias inversiones en el futuro", destaca el texto de los anuncios a toda página que se publicarán mañana en varios diarios de difusión nacional, según adelanta hoy el rotativo económico "Handelsblatt". Este subraya que entre los firmantes se encuentra "la créme de la créme" de la economía alemana, desde el presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, al del consorcio Bayer, Werner Wenning, pasando por el líder de Thyssen-Krupp, Ekkehard Schulz, y hasta el jefe de la Federación Alemana de Fútbol, Oliver Bierhof. "El que los cuatro consorcios energéticos -E.on, RWE, Vattenfall y EnBW- hayan conseguido organizar una alianza tan amplia refleja la gran decepción de la economía tras el primer año de la coalición" cristianodemócrata-liberal que lidera Merkel, escribe el rotativo. El anuncio que publicará mañana la prensa escrita subraya que un suministro de energía pagable "es indispensable para Alemania" y destaca que "las energías renovables, en especial la energía solar, provocan a largo plazo costes suplementarios apreciablemente mas elevados, que solo este año serán de 8.000 millones de euros". Los firmantes, entre ellos los presidentes de los cuatro consorcios energéticos citados, denuncian como negativos proyectos concretos del Gobierno de Merkel como "el previsto impuesto para el combustible nuclear o un incremento del impuesto ecológico" y son partidarios de prolongar la vida de las plantas atómicas. La protesta se produce cuando el Gobierno federal prepara su nuevo concepto energético, que deberá presentar a finales de setiembre, en medio del debate sobre la prolongación de la vida de las centrales nucleares y cuando la propia Merkel realiza una gira por el país para conocer las fuentes de energía en Alemania. "Queremos dejar claro juntos que existe un consenso para una amplia mezcla de fuentes energéticas en la sociedad", declara en el "Handelsblatt" el presidente de RWE, Jürgen Grossmann. Por su parte, el jefe del consorcio EnBW, Hans-Peter Willis, comenta en el mismo rotativo que "el amplio apoyo de la sociedad, la economía y la ciencia a una mezcla de fuentes energéticas, inclusive la nuclear, demuestra que la política energética no debe ser solo política ecológica, sino también industrial". Entre los firmantes se encuentran también destacados políticos como el presidente del Consejo Económico Cristianodemócrata y correligionario de Merkel, Kurt Lauk, o el ex ministro de Economía socialdemócrata Wolfgang Clement. "Contemplamos esto (la campaña mediática) como un disparo de advertencia al Gobierno", declara un líder empresarial sin identificar en el diario, en el que otro comenta anónimamente que "lo que los verdes no han conseguido en 15, 20 años, la desindutrialización de Alemania, lo va a conseguir este Gobierno como continúe así". El "Handelsblatt" comenta que los firmantes temen que el Gobierno federal tome en las próximas semanas decisiones erróneas en política energética, cuando el equipo de Merkel decida que papel jugarán en el futuro recursos energéticos como el carbón, el gas, el viento y el sol, pero sobre todo, las plantas nucleares. "Hay mucho en juego: asegurar las bases de la vida de mañana y la capacidad de futuro de Alemania", destaca el texto del anuncio, en el que la cúpula empresarial de este país apela "a todos los responsables políticos". EXPANSIÓN. 20-8-2010