Batiscafo

Consiga plata honradamente mijo, y si no puede, consiga plata mijo.

En medio de la refriega electoral, ha asado casi inadvertido en los grandes medios de comunicación y para la mayoría de los colombianos, un hecho que apenas se registró. La noticia fue la aparición de lista anual que hace la revista Forbes de los hombres con fortunas superiores a los mil millones de dólares (dos billones de pesos colombianos). En ese privilegiado círculo, solamente hay 1.011 individuos de los seis mil y pico de millones de habitantes del planeta, lo que significa que por cada 6 millones de seres humanos, uno se encuentra en esa categoría; aquí en Colombia, esa relación es de uno por cada 22 millones, ya que solamente figuran en la lista dos ciudadanos de este país. En este dato podemos encontrar buena parte de la explicación de porqué el título de nación más inequitativa del continente, es el segundo campeonato que le arrebatamos al Brasil en el último mes, además del de los juegos suramericanos obtenidos ayer. Muchos de esos magnates deben parte de su patrimonio a los negocios que tienen en nuestro país. Encabeza la lista, ese señor tan “buena persona” llamado Carlos Slim, quien recibiera ese calificativo del Presidente Uribe cuando vino a Bogotá en el año 2003 para tratar de quedarse con Telecom, pulso que le ganaron los linces españoles de Telefónica, seguramente más “buenas personas”. Slim incrementó su patrimonio en el último año en un 50%; en Colombia es dueño de Comcel, Cablepacífico y TV Cable, además de la subsidiaria de Telmex, su empresa estrella adquirida por la décima parte de su valor en el furor de las privatizaciones mexicanas y en medio de un fuerte escándalo de corrupción. Llama también la atención la presencia en la lista de Lakshmi Mittal, empresario anglo – indio, cabeza del mayor monopolio siderúrgico del mundo, Acelormittal, ubicado en la quinta posición. Otro beneficiario de la “confianza inversionista”, pues suscribió con el gobierno de Uribe el contrato de estabilidad jurídica EJ016 el 2 de octubre del 2007, que le garantiza todas las exenciones tributarias existentes y lo pone a salvo de cualquier modificación legal que a su juicio considere inconveniente por un plazo veinte años; todo a cambio de una pequeña inversión en una planta de terminado de acero importado del Brasil, que el momento de mayor producción, puede generar 22 puestos de trabajo. Luego encontramos en el puesto 9º, al español Amancio Ortega, propietario de la cadena de tiendas de vestuario “Zara”, una de las responsables de la ruina de la producción textil y de confecciones de Colombia; basta hacer una visita rápida a cualquiera de sus almacenes para verificar que no ofrece una sola prenda que tenga etiqueta que diga “Hecho en Colombia”, todo importado, y muy principalmente de países que exportan miseria en cantidades industriales, através de mano de obra barata en extremo, o con tasas de cambio que expresan apreciaciones de sus monedas, al revés de nuestro carísimo peso. Luego, mucho más abajo, pero no por ello sin importancia, aparecen los dos únicos “cacaos” criollos. Julio Mario Santodomingo, quien pasó del puesto 132 al 123, creciendo su fortuna en un 50%, y Luis Carlos Sarmiento Angulo, quien saltó de la posición 285 a la 135, con un incremento del 133%. El primero explica su buena estrella por el salto que dio a las grandes ligas de las finanzas mundiales, al pasar de ser propietario del monopolio de la cerveza en Colombia, Panamá, Ecuador y Perú, a ser socio de uno de los tres primeros monopolios mundiales del ramo: Sab Miller, asociado con Altria Group, matriz de la Philip Morris. ¡Ah, por la operación de venta de Bavaria a Sab Miller, no se pagó un solo peso de impuestos al fisco nacional! El segundo, en un repunte espectacular, además de beneficiario de Agro Robo Seguro, es el mayor banquero del país, es decir del sector que obtuvo el año pasado 8.5 billones de pesos de utilidad, gracias a los abusos cometidos con sus usuarios, a los salarios de hambre pagados a sus trabajadores, pero sobre todo, al escudo protector del gobierno de Uribe que los ha colmado de privilegios. ¡Tenía motivos suficientes para hacer fuerza a favor de la reelección! No es raro que en la lista aparezca, al lado de estos personajes, uno de los narcotraficantes más buscados del mundo, el mexicano Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, pues como dice Steve Forbes, Presidente del grupo que elabora este escalafón, “No hacemos juicios de valor sobre el modo en que se obtienen las fortunas”. La escatológica declaración de Forbes, cae como anillo al dedo al espíritu que justifica la “confianza inversionista” del actual mandatario, y que juran continuar la casi totalidad de los candidatos que aspiran a sucederlo; de la misma forma nos recuerda la frase con la que titulé esta nota, la cual se dice como un chiste, pero expresa el verdadero pensamiento de la minoría que ejerce el poder en Colombia, cuya ventura se explica por la desventura de las gentes laboriosas, por la utilización de ese poder en su propio beneficio y en virtud de la entrega que hacen de nuestro patrimonio, nuestra riqueza y de la soberanía nacional de Colombia. Aplican al pié de la letra el perverso consejo “consiga plata honradamente mijo, y si no puede, consiga plata mijo” Visitenos en: www.jorgegomezdiputado.org

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