Literatura

Consejos sobre el arte de escribir cuentos

Publicados en 1998 en la revista literaria «Quimera» y rescatados por Ignacio Echevarrí­a en la selección de textos (crí­ticas, ensayos, columas de periódicos…) a la que dio por tí­tulo «Entre paréntesis» (Anagrama, 2004) y que vio la luz tras la muerte de Bolaño, estos «consejos» son unos de esos textos «gamberros», irreverentes, llenos de ironí­a y un poco de mala uva, que al escritor chileno afincado en España tanto le gustaba escribir de vez en cuando, y que por debajo de su tono sardónico y «destrozón», encierran un gran interés. Y no sólo para el arte de escribir cuentos, sino sobre todo para el arte de leerlos.

“Como ya tengo cuarentaicuatro años, voy a dar algunos consejos sobre el arte de escribir cuentos. 1) Nunca aborde los cuentos de uno en uno. Si uno aborda los cuentos de uno en uno, honestamente, uno uede estar escribiendo el mismo cuento hasta el día de su muerte. 2) Lo mejor es escribir los cuentos de tres en tres, o de cinco en cinco. Si se ve con energía suficiente, escríbalos de nueve en nueve, o de quince en quince. 3) Cuidado: la tentación de escribirlos de dos en dos es tan peligrosa como dedicarse a escribirlos de uno en uno, y además lleva en su interior el juego más bien pegajoso de los espejos amantes: una doble imagen que produce melancolía. 4) Hay que leer a Quiroga, hay que leer a Felisberto Hernández y hay que leer a Borges. Hay que leer a Rulfo y a Monterroso. Un cuentista que tenga un poco de aprecio por su obra no leerá jamás a Cela ni a Umbral. Sí que leerá a Cortázar y a Bioy Casares, pero en modo alguno a Cela y Umbral. 5) Lo repito una vez más por si no ha quedado claro: a Cela y a Umbral ni en pintura. 6) Un cuentista debe ser valiente. Es triste reconocerlo, pero es así. 7) Los cuentistas suelen jactarse de haber leído a Petrus Borel (1). De hecho es notorio que muchos cuentistas intentan imitar a Petrus Borel. Gran error: ¡deberían imitar a Petrus Borel en el vestir! ¡Pero la verdad es que de Petrus Borel apenas saben nada! ¡Ni de Gautier, ni de Nerval! 8) Lleguemos a un acuerdo. Lean a Petrus Borel, vístanse como Petrus Borel, pero lean también a Jules Renard y a Marcel Schwob, sobre todo lean a Marcel Schwob y de éste pasen a Alfonso Reyes y de ahí a Borges. 9) La verdad de la verdad es que con Edgar Allan Poe todos tendríamos de sobra. 10) Piensen en el punto número nueve. Piensen y reflexionen. Aún están a tiempo. Uno debe pensar en el nueve. De ser posible: de rodillas. 11) Libros y autores altamente recomendables: “De lo sublime”, el Seudo Longino; los sonetos del desdichado y valiente Philip Sidney, cuya biografía escribió Lord Brooke; “La antología de Spoon River”, de Edgar Lee Masters; “Suicidios ejemplares”, de Enrique Vila-Matas, y “Mientras ellas duermen”, de Javier Marías. 12) Lean estos libros y lean también a Chéjov y a Raymond Caever, uno de los dos es el mejor cuentista que ha dado este siglo.”(1) De Petrus Borel, el “licántropo”, nacido en Lyon en 1809, escitor “maldito”, rescatado y reivindicado por los surrealistas, y autor de “Champavert, cuentos inmorales”, nos ocuparemos pronto, ya que este año se celebra su bicentenario.

Deja una respuesta