Concejales nacionalistas también se rebelan

Siete concejales de Eusko Alkartasuna (EA) se han atrevido a expresar en una carta pública enviada a los medios de comunicación su crí­tica a los ediles de su partido que gobiernan ayuntamientos junto a ANV, representación polí­tica de ETA. En las condiciones polí­ticas existentes en el Paí­s Vasco, con un régimen de terror, miedo y silencio, dirigido por una camarilla nazifascista, estos cargos públicos de EA se han atrevido y han dicho, y puesto por escrito, que: «somos concejales de diferentes municipios de Euskadi que pertenecemos a Eusko Alkartasuna y no compartimos ciertas actitudes y decisiones de nuestros compañeros en Azpeitia y otros municipios. (…) EA gobierna junto con ANV en algunos municipios, cuestión que nos parece a todas luces inaceptable y totalmente reprobable».

Y sentencian que: “(…) desde un punto de vista político, nos parece inaceptable conformar gobiernos municipales con aquellos grupos que justifican la conculcación de derechos básicos de toda persona”. Y vuelven a insistir, más adelante, que: “(…) otra cosa muy distinta es compartir gobierno con quien no respeta los derechos fundamentales de sus vecinos”. Son sólo siete concejales de EA, pero son miembros significativos dentro de EA. Son J. Arratibel (concejala, San Sebastián), J. Burgos (edil, Renteria), M. Garate (concejal, Eibar), J. Urien (alcalde, Zarautz), I. Elizalde (concejal, Hondarribia), J. R. Larrañaga (edil, Legazpi) y M. Beramendi (concejal, Oiartzun). Son sólo siete que se han atrevido a denunciar, en voz alta y por escrito, que es inadmisible que su partido pacte en los municipios con los representantes políticos de ETA. Pero son la punta del iceberg. ¿Cuántos más hay dentro de EA que piensan lo mismo pero no se atreven a decirlo públicamente? Porque Eusko Alkartasuna, escisión del Partido Nacionalista Vasco (PNV) tiene una función determinada dentro del régimen etnicista. Obviamente quien manda es Ibarretxe. Pero EA juega el papel de sector más “radical”, más independentista. Y, por tanto, no se permiten, en su seno, dudas, vacilaciones y, menos, críticas. Porque el sistema de imposición del miedo y el silencio también lo utilizan hacia dentro, con los “propios”. Por eso cobra gran importancia que algunos “propios” se hayan atrevido. Pone de manifiesto que la camarilla nazifascista que domina desde el poder autonómico, no sólo se enfrenta a la lucha y a la resistencia de los demócratas constitucionalistas, sino que también se enfrenta a la rebelión de los “propios”.