Euskadi. EREs en la siderurgia

Con mano de acero

El Ministerio de Trabajo ha autorizado hoy el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por Sidenor y su filial Forjanor. Los sindicatos disienten del ERE.

El gobierno one así en manos de la “conveniencia productiva” de la empresa al 72% de la plantilla de Sidenor, de una plantilla total de 3.114. Eso significa que la empresa puede reducir, según la carga de trabajo, la actividad de los trabajadores hasta en un 50% de la jornada laboral desde hoy hasta el 30 de junio en sus plantas de Basauri (Vizcaya), Vitoria, Azkoitia y Legazpi (Guipúzcoa) y Reinosa (Cantabria). Son 2032 trabajadores a los que se suman 206 operarios de su filial Forjanor en Villalba (Madrid) y Elgueta (Guipúzcoa). La caída en la producción automovilítstica se presenta como la principal causa de la caída en la demanda del acero, pero los sindicatos (UGT, CCOO, ELA, LAB y USO) rechazan el argumento y denuncian que lo que encierra es un despido del personal eventual. La empresa pretende, según UGT, rescindir 100 de los 264 contratos eventuales actuales. Sidenor es el mayor fabricante de aceros largos especiales y de piezas forjadas y fundidas de España. Además de uno de los principales fabricantes de este tipo de producto en Europa. La empresa está controlada por Corporación Sidenor, un holding en manos del grupo siderúrgico brasileño Gerdau (60% del capital social) y el Grupo Santander (el otro 40%). A las reivindicaciones sindicales de que no es justo que no se mantengan todos y cada uno de los empleos en una empresa que pertenece a un grupo internacional que emplea a 45.000 personas en todo el mundo, opera en más de una decena de países (la filial húngara fue la que efectuó la compra de Sidenor) y ha venido acumulando importantes beneficios durante los últimos años, hay que añadir una sospecha. Visto lo visto en otras empresas ubicadas en territorio español, tras el ERE aprobado puede haber no sólo un plan de reestructuración de la plantilla sino también de deslocalización de la producción. Poco más hay que decir del grupo Santander, de los enormes beneficios obtenidos en estos años pasados y su privilegiada relación con el gobierno de Zapatero. Con la mano de acero de Botín nos hemos topado.

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