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Antonio Buenavida es miembro de la Intercomisión de la Vivienda 15-M Sevilla y de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas
¿La tragedia de los suicidios ha hecho emerger una realidad que estaba silenciada en los medios con toda su crudeza?
Efectivamente. Los dramas, las depresiones, el miedo de los padres e hijos… es difícil de imaginar lo que le supone a una familia un desahucio. Para ellos es muy difícil de creer, porque piensan ¿yo me voy a encontrar en la calle?.
Además han conseguido vender la moto con la vivienda de tal manera que el que lo sufre se piensa que es culpa de él, y se lo calla. Salen a la calle con la vergüenza de tener un problema de vivienda.
Ayer lo decía un funcionario del ayuntamiento… “el drama de la vivienda mata a la gente por goteo”. Quien se ve con un desahucio a sus espaldas se le está quitando la vida.
Los datos que se dan son de 9 suicidios diarios, y tres atribuibles a la crisis. Y la crisis pasa por perder el empleo y perder la casa. Hay muchos suicidios que no se presentan como el de Vigo o Barakaldo, pero son realmente provocaos por las condiciones en las que tiene que vivir la gente.
¿Qué opinas del posicionamiento de los jueces decanos, denunciando el uso abusivo de la ley por parte de los bancos?
Son los jueces decanos y policías haciendo objeción de conciencia. Ahora está saltando a los medios y parece que está existiendo, pero lleva muchos años. Los partidos mayoritarios reaccionan tarde. Bruselas había avisado, los equipos jurídicos lo sabían… porque además es algo que se ha denunciado con propuestas al Parlamento de todos los colores, los movimientos sociales por la defensa del derecho a la vivienda se lo hemos exigido y han pasado. El gobierno y algunos políticos están actuando como colaboradores necesarios de este expolio que estamos sufriendo la población.
¿Cuál es vuestra capacidad de respuesta?
Tenemos la colaboración de abogados que desinteresadamente prestan asesoramiento jurídico. Desde el 15-M hemos establecido puntos de información sobre la vivienda, y de encuentro, donde los atienden letrados y voluntarios del 15-M y procuramos que la gente que ya ha pasado por los puntos de información se quede, que se organicen, y darles un apoyo moral, psicológico y humano, porque la gente se viene abajo y se le pasan por la cabeza barbaridades. Procuramos que tengan asesoramiento, apoyo y que se organicen. Lo que está claro es que desde el gobierno si no es a base de movilización ciudadana no hay manera, y aún así tiene que morir gente. «El drama de la vivienda mata a la gente por goteo»
¿Que esperáis del gobierno, de PP y PSOE?
Francamente nuestras esperanzas son muy bajas. Van a ampliar un poco el código de buenas prácticas y ya está. Desde luego si hay una moratoria será importante para las familias, pero no hay que olvidar que la parte de los desahucios hipotecarios es solo una parte del problema. El país en el que más viviendas per cápita se han construido seguimos sin que los jóvenes se puedan independizar, que con más de 30 tienen que vivir en casa de sus padres. Se les está robando la vida, su desarrollo personal y el poder crecer como personas y ciudadanos autónomos, no como eternos adolescentes.
Las familias que no se quedan en la calle es a costa de alojarse encasa de sus padres, de los suegros, el padre con dos niños y con sus padres, la madre con otro y con los suyos, se están rompiendo familias, se dan condiciones de hacinamiento… El problema de la vivienda va más allá de os desahucios, lo que se necesita es una verdadera política de vivienda en la que deje de ser un negocio con la connivencia de las instituciones, que sea un derecho para todos, con alquileres sociales, por ejemplo.
La dación en pago es una exigencia pero es un parche. Se trata de liberar a las familias de un gravamen que los va a dejar minusválidos para el resto de sus vidas, una carga con la que no podrán levantar cabeza en su vida.
¿Habéis conseguido parar algunos desahucios?
Muchos en los que se han llegado a acuerdos, moratorias, renegociación de deuda, realojos sociales, pero son casos puntuales, y dependiendo de que exista movilización ciudadana que repercuta en los medios y genere presión social.