Editorial

Como agua entre las grietas

Al cierre de esta edición se producí­a la intervención de España. Ya es un hecho que España va a ser obligada a un recrudecimiento de los recortes. De momento, ya sabemos que el IVA, las pensiones, el sueldo de los funcionarios y las prestaciones de desempleo sufrirán recortes, para empezar.

Ante esta agresión contra nuestra soberanía no cabe vacilación. Todos los demócratas, progesistas, revolucionarios, y ciudadanos en general, debemos unirnos para hacerle frente. Dicho esto, es evidente que los recortes sufridos en el terreno de la cultura van a agravarse, sumándose a la transformación que supone la nueva Ley de Mecenazgo. En definitiva, entregar la cultura y la ciencia a los grandes bancos y monopolios. Para cualquiera de nuestros lectores es conocida la larga trayectoria de independencia de Foros21. Nunca ha dependido de las subvenciones y nunca lo hará. Es más, evidenciar el dogal que suponen las subvenciones para la independencia ha sido una de nuestras principales tareas editoriales. Pero, hagámonos dos preguntas. Primera, ¿quién posee hoy en día las mayores colecciones artísticas ?… sí, los bancos. Segunda, ¿qué es aquello que actúa como indicativo del poder de un grupo social sobre el resto o una parte de ellos?… sí, el arte. Son, por lo tanto, los bancos quienes acumulan poder sobre nuestro patrimonio artístico, quienes lo gestionan y deciden sobre él. Es, por lo tanto, el arte, un sello de clase que expresa poder. No es una apreciación sino una realidad. No en vano los enfrentamientos en torno al patrimonio histórico a los que hemos asistido entre las viejas potencias y las potencias emergentes (recordemos el caso de China e India contra Gran Bretaña, es decir EEUU) manifiestan una aguda lucha por el lugar que se ocupa en el tablero mundial. El arte es un termómetro de la soberanía.¿Cuánto tiempo ha de pasar hasta que bancos y monopolios nacionales, pero sobretodo extranjeros, a través de sus fundaciones, hayan creado canales de apropiación de nuestra producción artística futura?«Hay que para la Ley de Mecenazgo»Por otra parte, la Ley de Mecenazgo cumple al papel de control social. Al igual que el endurecimiento del código penal busca la contención de la movilización social, la Ley de Mecenazgo busca reprimir y dirigir la expresión artística. Su capacidad revolucionaria es inagotable.¿Cuánto tiempo ha de pasar hasta que bancos y monopolios decidan qué se representa, qué se proyecta, qué se expone, qué se retransmite, qué se escucha…?La expresión artística se escurre como el agua entre las grietas. No existen muros de contención para la necesidad de los pueblos de diseccionar la realidad e imaginar otras. Pero ante tamaña ofensiva del Gobierno para entregar el control de la cultura a los principales centros de poder, esperando sellar todas las grietas, no debemos quedarnos impasible. Hay que parar la Ley de Mecenazgo y exigir la creación de organismos independientes, en los que sea mayoritaria la voz de expertos independientes, organizaciones populares y profesionales, que gestionen nuestro patrimonio y nuestros recursos, incrementando las partidas destinadas a la cultura. Sí, incrementando. Porque dinero hay mucho, el problema es quién lo tiene.

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