Cometas, el crisol de la vida

Los ladrillos moleculares de la vida podrían haber surgido en el polvo que dio origen al Sistema Solar, y haber llegado a la Tierra en el bombardeo de cometas.

El Universo está formado en su inmensa mayoría por sencillos átomos de hidrógeno y helio, pero la vida de nuestro planeta está estructurada en torno a moléculas complejas basadas en el carbono, oxígeno, nitrógeno, fósforo, azufre… ¿Cómo surgieron las piezas fundamentales de las que está hecha la materia biológica? Los científicos están cada vez más convencidos de que -aunque la vida como fenómeno apareció seguramente en el medio acuoso de una Tierra enfriándose, hace 4.000-3.900 millones de años- las moléculas orgánicas complejas, que forman los ‘ladrillos’ de las proteínas o los ácidos nucleicos, son mucho más antiguas y se formaron en el polvo -intensamente bombardeado por radiación cósmica- de la nebulosa que dió lugar al Sistema Solar.

El hallazgo estos últimos años, por la misión de las sondas Rosetta y Philae de la Agencia Espacial Europea (ESA), de hasta 16 compuestos orgánicos complejos precursores de la vida en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, refuerza esta teoría. De esta manera, se postula que, si bien los átomos pesados se forman en el interior de las estrellas gigantes como las supernovas, que al estallar forman enormes nebulosas de las que luego surgirán estrellas y sistemas solares de segunda generación, es en el polvo de estas nebulosas -generosamente atravesado por rayos cósmicos y radiación de alta frecuencia del espacio, donde esos átomos se combinan para formar moléculas orgánicas simples y luego moléculas orgánicas más complejas. Cuando ese polvo cósmico se condensa para formar una nueva estrella, del disco circundante surgen cúmulos que formarán planetas. Pero una gran parte del polvo y el hielo sobrante, sobretodo de la parte exterior, forma agregaciones mucho más pequeñas, una parte de las cuales orbitarán a la estrella en órbitas muy excéntricas: los cometas.

Ahora se sabe que, además de polvo y hielo, los cometas son ricos en sustancias orgánicas -tales como bases nucleicas nitrogenadas, aminoácidos, acetona, alcoholes, etc…- precursoras de las biomoléculas de las que está hecha la vida. Durante la formación de nuestro planeta, la Tierra recibió durante miles de millones de años un intenso bombardeo de cometas y meteoritos ricos en hielo, que son la fuente del agua líquida que cubre tres cuartas partes de la superficie. Pero ahora se sospecha que también son la fuente de la moléculas orgánicas complejas, de las ‘piezas’ o ‘ladrillos’ que luego dieron lugar a la vida.

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