Telelvisión

Colombo cambia de sexo

Mientras las cadenas privadas improvisan su sucedáneo de programación veraniega, los responsables creativos de Televisión Española persisten ante la adversidad en mantener su apuesta por la ficción nacional autoproducida. Así­ estrenaron el pasado lunes 27 su última creación, «Los misterios de Laura», una exquisita apuesta que combina a la perfección los esquemas clásicos del género negro, con un nada disimulado regusto a series como «Colombo» o «Se ha escrito un crimen», y el humor cercano, cotidiano y familiar que goza de tanto éxito entre la audiencia española. La televisión pública da un paso más en su loable camino de apoyar a los mejores actores y realizadores españoles colocándolos a la cabeza de su oferta de ficción; una apuesta que, salvo en contadas excepciones, siempre sale bien.

Laura Lebrel tiene que comatibilizar sus labores de esposa, ama de casa y madre de dos gemelos de cinco años con su trabajo como inspectora de policía. Pero no es una inspectora cualquiera… No se basa en pruebas científicas, ni controla el análisis psicológico. Su arma es la intuición y el instinto, que la llevarán a desmontar la coartada más perfecta. En cada capítulo, Laura tendrá que deducir quién es el asesino en el tiempo que le queda entre recoger a los niños del colegio y prepararles la cena, todo ello procurando no perderse ningún capítulo de su culebrón favorito.Una original vuelta de tuerca a las clásicas series de misterio, que viene acompañada del carisma de la actriz María Pujalte, y de otras perlas en el reparto como Fernando Guillen Cuervo, como aval de calidad. Desde el vestuario –con esa característica e icónica gabardina marrón que Laura lleva hasta en la charcutería-, hasta el grafismo de la secuencia de los créditos –con unas animaciones que recuerdan a los carteles de las mejores películas de Otto Preminger-, cada detalle esta cuidado en esta serie, para recordar, e incluso parodiar, lo mejor de la historia de este género en la televisión internacional, eso si, con un inconfundible toque castizo.Pero no vayan a pensar que estamos frente a una nueva apuesta de humor disfrazado. Por lo visto en el primer capítulo, el ingenio de los guionistas a la hora de elaborar las tramas de misterio de cada entrega, consigue llevar al primer plano un argumento capaz de enganchar al más escéptico, con retorcidos casos bien inspirados en las novelas de Agatha Christie. El género negro y su característico retrato social se nos ofrece aquí cargado de verosimilitud, gracias al excelente construcción del personaje de Laura, tan cercano como admirable.Y es que Televisión Española ha escogido un excelente camino para seguir defendiendo su utilidad y su capacidad competitiva, pese a la insistencia del Gobierno en enterrarla. Mientras las privadas que gozan del favor del ejecutivo se dedican a adquirir ingentes cantidades de producción norteamericana, la pública contraataca apostando por seguir activando la industria audiovisual nacional. Frente a los crímenes mediáticos de CSI en Miami o Las Vegas, las deducciones e investigaciones de Laura Lebrel en el mismo Madrid.

Deja una respuesta