Uribe torpedea el proceso de liberación de rehenes

Colombianos por la paz por el fin de la guerra en Colombia

El ministerio de Defensa de Colombia admitió este viernes en un comunicado la realización de sobrevuelos de la Fuerza Aérea

La senadora Córdoba anunció que enviará un mensaje a las FARC ara adelantar el acuerdo humanitario.Según la congresista, insistirá en la pronta liberación de todos lo secuestrados, entre ellos el hijo del Profesor Moncayo.»Les daré a conocer lo que estamos haciendo en las cárceles y los prisioneros polí­ticos, así­ como el tema de los desaparecidos, es decir, dando la mayor credibilidad de que es un acuerdo de lado y lado y que nos interesa fundamentalmente que se acabe la guerra en este paí­s», señaló.La carta será redactada en los próximos dí­as, después de que se reúna el grupo de redacción de Colombianos y Colombianas por la Paz.El ministerio de Defensa de Colombia admitió este viernes en un comunicado la realización de sobrevuelos de la Fuerza Aérea, el pasado domingo, sobre la zona en la que serí­an liberados por las FARC seis uniformados, con lo que se confirma la denuncia hecha a través de TeleSUR por el periodista colombiano Jorge Enrique Botero.»Si hubiéramos sabido que el gobierno querí­a poner vuelos, a cualquier altura, nos habrí­amos negado, porque habrí­a pasado lo que ocurrió, y hubiéramos quedado nosotros como cómplices de esto que los guerrilleros entendieron como una trampa», afirmó.Pese a que Botero aseguró que tení­a pruebas fí­lmicas de los hechos, el presidente Álvaro Uribe, lo calificó el martes pasado a él y a Samper como «publicistas del terrorismo».El periodista colombiano Hollman Morris, destacó este viernes en exclusiva para TeleSUR, que el gobierno colombiano ejerció gran presión para quitarle las pruebas, que registró por medio de una cámara, de los sobrevuelos que realizó el Ejército colombiano para obstaculizar el proceso de liberación de cuatro uniformados.Debo destacar que sí­ hubo sobrevuelos en el área, «yo ví­ el nerviosismo y la tensión de los guerrilleros en ese momento y se puso en peligro el operativo humanitario».»Hoy sabemos y queda claro que si alguien puso en peligro la vida de los muchachos, la vida de la Comisión y todo el operativo, fueron dichos sobrevuelos».Consideró «un atentado» que el presidente Uribe lo ataque públicamente como a una persona que le hace publicidad a las FARC, «eso es falso», resaltó Morris.El Gobierno de Uribe esta eufórico por los golpes que le ha propinado a la guerrilla y abriga la esperanza de que, con un esfuerzo más, podrí­a poner fin a la amenaza insurgente. Insinuar un diálogo o una negociación era darles un respiro, permitirles un espacio polí­tico, alentar sus acciones. La guerrilla, por su lado, intenta afanosamente recomponer su mando, reorganizar sus fuerzas, recuperar la confianza y sobrevivir al segundo mandato de Uribe. Poco o nada le interesa dar señales de distensión al Gobierno que con mayor vehemencia se ha empeñado en destruirla. El cambio polí­tico en los Estados Unidos, las dificultades económicas del Estado y las guerrillas y la presión de los paí­ses de la región para que Colombia supere el conflicto armado pueden crear a corto plazo una situación favorable para la apertura de un proyecto de reconciliación nacional.

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