El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, dio ayer un paso más hacia la posibilidad de un tercer mandato consecutivo, hoy vetada por la Constitución de su país, con la aprobación por parte del Senado de la convocatoria a un referendo para que la ciudadanía opine si se le habilita o no una segunda reelección. Los sufragios a favor del referendo fueron 62, mientras que los votos en contra sumaron 5, pero la votación se hizo en ausencia de los partidos de la oposición del Partido Liberal Colombiano y del Polo Democrático Alternativo, que se habían retirado del recinto por considerar antidemocrática la consulta
El rincipal partido opositor de izquierda propuso a los también opositores del Partido Liberal aunar esfuerzos para oponerse «al propósito caudillista» de una eventual reelección del presidente Alvaro Uribe. La propuesta fue hecha por Carlos Gaviria, presidente del partido Polo Democrático Alternativo, a su colega presidente del grupo liberal, el ex mandatario César Gaviria (1990-1994) en una carta que le envió el 14 de mayo y que fue divulgada en el sitio de internet del Polo. «En la coyuntura actual, son evidentes los esfuerzos del gobierno y de todos los sectores que lo respaldan, encaminados a materializar una segunda reelección del presidente por cuantos caminos, regulares o tortuosos, puedan conducir a ella», dijo Gaviria en su misiva al líder liberal, con quien no tiene parentesco.En rigor, Uribe siempre fue esquivo a ratificar o rechazar sus aspiraciones de otro mandato y se limitó siempre a asegurar que era necesario darle continuidad a la llamada «política de seguridad democrática» puesta en marcha por su administración. Su decisión tiene en espera a varios aspirantes, entre ellos los ex ministros Andrés Felipe Arias y Juan Manuel Santos, quienes adelantaron que si Uribe decide ir por otra reelección, ellos darían un paso al costado.El hecho se produce luego de tres sesiones plenarias en las que se plantearon duros ataques de la oposición y serias dudas alrededor del número de miembros de la coalición uribista que estaban dispuestos a apoyar el referendo. Si bien el Senado ha dado el visto bueno al texto, ahora el documento se deberá conciliar con la Cámara Baja, a la que también le fue presentado el proyecto, pero con la propuesta de reelección para el año 2014.Luego, de producirse la conciliación de ambas propuestas, el resultado se someterá a la aprobación de la Corte Constitucional, ente que se encargará de determinar si el referido proyecto de Ley está dentro del margen legal colombiano. La aprobación del texto se produjo luego de la retirada de los opositores Partido Liberal y el Polo Democrático Alternativo (PDA) en último debate la plenaria del Senado.Pese a que la aprobación del proyecto de Ley que permitirá la reelección contó con los votos necesarios para ser aprobado en el Senado, al menos ocho senadores uribistas están en contra del proyecto. En el proceso de revisión de la Corte Constitucional, que podría durar de tres a seis meses, se tomarán en cuenta los procedimientos aplicados para la recolección de las firmas a nivel nacional, los que se utilizaron para someter a discusión el proyecto, así como los recursos empleados para realizar todo este proceso.Precisamente, algunos funcionarios del gobierno se han visto envueltos en varios escándalos ante las denuncias de los líderes de la oposición que aseguran que los uribistas recibieron fondos de las empresas dedicadas a las estafas piramidales y de otras vías que no están permitidas por las leyes. En caso de que la Corte Constitucional de su visto bueno a la propuesta, el Gobierno tendrá entonces convocar a un referéndum en el que deberán participar por lo menos 7,2 millones de personas, de las cuales la mitad más uno deberá respaldar la propuesta de la reelección de Uribe.En el año 2004, el presidente colombiano logró cambiar un artículo de la Constitución para poder postularse a un segundo mandato en los comicios que se celebraron en el año 2006.Álvaro Uribe ganó la presidencia de Colombia en 2002 con el 53% de los votos. Tres años después se conoció que su campaña obtuvo 100 millones de pesos de la empresaria de apuestas de Enilce López, quien fue condenada en 2006 por lavado de dinero. Ese año (2006), Uribe fue reelecto con el 62.35% de los votos, gracias a que en 2005 el Congreso había aprobado una reforma constitucional que le permitía postularse nuevamente al cargo, pero ésta nueva victoria de Uribe se vio opacada por el escándalo de la Parapolítica; nombre que se le dio a los nexos entre funcionarios de su Gobierno y miembros de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia.Pese a que Uribe negó las acusaciones, unos 39 congresistas de su coalición han sido detenidos por este escándalo y uno de sus colaboradores más cercanos, el ex-director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Jorge Noguera, enfrenta cargos de homicidio y concierto para delinquir. En abril de 2008 otro escándalo arrojó dudas sobre la legitimidad del gobierno de Uribe, cuando la congresista Yidis Medina confesó haber votado a favor de su reelección inmediata a cambio de prebendas.í‰sta ex parlamentaria participó en la Comisión Primera de la Cámara del Congreso, donde se debatía el proyecto de reelección presidencial, donde su voto era decisivo. Pese a que Medina Padilla había anunciado su voto en contra, cambió su decisión a última hora. Años después se desataría un escándalo político conocido como Yidispolítica, después de que la entonces congresista revelara haber recibido sobornos por parte de funcionarios del Gobierno para cambiar su decisión.Uribe enfrenta en el 2009 al peor año de sus dos mandatos. Por un lado, se acabó el padrinazgo y la patente de corzo que el Gobierno de George Bush le concedió a su lucha «narcoterrorista». Con la administración demócrata de Obama hechos como la muerte de sindicalistas, de indígenas y afro-colombianos, los falsos positivos, las capturas masivas y demás violaciones de derechos humanos serán revisados con lupa en el Congreso y Gobierno norteamericano. Y sumado a lo anterior, la crisis mundial ocasionará un recorte sustantivo de la cooperación militar estadounidense. Y por otro lado, internamente la crisis económica comienza a hacer estragos, los alimentos suben de precio, la gasolina no baja, la cifras de desempleo son alarmantes, el proceso de paz con los paramilitares es un fracaso, los desplazados se cuentan por millones, los desaparecidos por miles y los asesinatos de Estado se han vuelto pan de cada día.Sino se mantiene en liza para la reelección corre el serio riesgo de que sus compadres en la empresa paramilitar que han montado durante estos años se vallan contra el, como ya ha anunciado tímidamente el ex ministro de defensa Juan Manuel Santos, entre otros, estarán prestos a cortarle la cabeza una vez esté claro que no irá como candidato presidencial y que deja como heredero en su trono a alguien ajeno a sus intereses. Uribe corre el riesgo de salir por la puerta de atrás, si de las entrañas del uribismo se gestan sus mayores críticos.