Colgados por la crisis

Cinco fueron los obreros que se encaramaron a la grúa ermaneciendo en ella durante catorce horas. Representan a un grupo de quince pymes de la construcción a los que el empresario Pablo Chinchilla adeuda mas de 1,7 millones de euros y fruto de estas deudas contraídas durante los últimos tres años han obligado al cierre de sus empresas y ha mandado al paro a unos doscientos trabajadores.Ángel, ferrallista, Ismael, encofrador, Alejo, carpintero, fueron los primeros en subirse, luego se unieron dos personas mas. Trabajadores todos, la mayoría de ellos con sus casas embargadas por los bancos por impago, como dice Rubén Millán, fontanero. O como Prudencio Guerrero, que realizó el movimiento de tierras previo a la edificación donde está situada la misma grúa y al que adeudan 48.000 euros.Una situación insostenible que les ha llevado a movilizarse para defender sus derechos cercenados por empresarios sin escrúpulos que pensaron que la burbuja inmobiliaria sería eterna y al llegar la crisis lo mejor para escapar de ella es no pagar a los trabajadores. ¿O es que este señor, Pablo Chinchilla, se ha ido al paro? No, seguro que no.Obreros desprotegidos ante situaciones como estas.¿ Donde están los políticos gobernantes para defender a esta gente? ¿No son de izquierdas y deberían estar al lado del trabajador? Pero no , los hechos demuestran permanentemente que no. Se bajaron de la grúa a las nueve de la noche para evitar pasar un mal rato a su familia, pero ya anuncian nuevas acciones, hoy ocuparán las oficinas de la constructor.