Claves de la Transición

Después del éxito de «La CIA en España», Alfredo Grimaldos publica con Pení­nsula «Las Claves de la Transición (1973-1986)». Un recorrido por las cloacas del Estado en las que el ADN de la intervención norteamericana ha marcado la historia de los últimos 40 años.

Usted ofrece una visión de la Transición totalmente a contracorriente, por el papel de la CIA en el diseño y tutela de acuerdo a los intereses norteamericanos. ¿Es el PSOE el vehículo principal de los intereses norteamericanos?, ¿una de las claves de bóveda?

No solo el PSOE. La Transición se diseño entre la CIA y el CESED, el servicio de inteligencia de Carrero. Cuento en el libro de “La CIA en España” que cuando viene Nixon y se encuentra con un Franco ya decrépito que se duerme en la entrevista, se queda preocupado, porque para ellos España es un portaaviones en una zona estratégica de primer orden y no quieren que se les escape de las manos.

Envía a su hombre de confianza, Vernon Walters, muy vinculado a los militares españoles a los que tiene en nómina. Cuando Franco se da cuenta de que a lo que viene es a amarrar el asunto, le dice “a usted le ha enviado su presidente para ver qué va a pasar cuando esta capitanía falte”, hablando así de sí mismo. Le pone en contacto con el CESED, que se coordina con la CIA que empieza a tutelar la Transición. Dentro de ese proceso está la refundación del PSOE, financiada por la socialdemocracia alemana y tutelada por el CESED y la CIA.

También cuento cómo el CESED se encarga de los pasaportes de Felipe Gonzalez y de los que se van a hacer cargo del nuevo PSOE liquidando a los dirigentes históricos. José Faura, el ángel de la guarda de Gonzalez, capitán del CESED, acaba siendo jefe del Estado Mayor del Ejército en su gobierno.

El PSOE entra dentro del tinglado. No es el principal artífice, sino un elemento más, una alternativa controlada.

¿Son los servicios secretos españoles construidos por encargo norteamericano para quitarse de en medio a Carrero?

Cuando en el 73 ETA vuela a Carrero, el CESED no tenía capacidad ejecutiva para controlar la seguridad del presidente, y el CSID es posterior.

Sin duda ETA se carga a Carrero. Lo que no se sabe es quién está detrás, ni cómo explicar que los servicios norteamericanos no hicieran nada estando la embajada a 100 metros del atentado, y organizándose sin las más mínimas medidas de seguridad, ya que salían a tomarse copas como si nada. Los propios jefes del comando de ETA se encuentran con alguien que les da la hoja de ruta, en el hotel Mindanao en la calle Islas Filipinas, que no saben quién es, pero les orienta y les da los datos.«EEUU quiere que España entre en la OTAN y Suárez se convierte en un elemento molesto»

Pero tras la entrevista de Kissinger con Carrero, el primero sale apresuradamente del país, y es al día siguiente cuando se produce el atentado…

Es un tema que no está claro. Yo he hablado con militares de los servicios secretos de Carrero y se inclinan porque detrás de ETA había un servicio de información importante. El día que el Príncipe tomara posesión del trono, a mi me han dicho que Carrero se hubiera marchado. No está nada claro por qué se cargaron a Carrero.

Suárez dijo que se iba del gobierno sin saber si ETA cobra en dólares o en rublos, y es conocida la intervención norteamericana en financiar y dirigir grupos terroristas, la Red Gladio, las Brigadas Rojas, el asesinato de Aldo Moro… ¿Es ETA una pieza más que se ha utilizado cuando ha interesado?

Una cosa es que los creen y otra que los infiltren. No solo los grupos armados, sino un partido socialdemócrata como el PSOE, o contactos con el PCE.

No conozco el caso de Aldo Moro, pero los GRAPO, a los que conozco mucho mejor, surgen de una evolución política que se radicaliza. ¿Que luego lo infiltran?, es obvio, para eso están los servicios de información.

Habla también de los movimientos de la CIA y la embajada norteamericana para deshacerse de Suárez, consiguen su dimisión y el 23-F aparece como una de las medidas que se “pasa de frenada”. ¿Hay que entender estos movimientos dentro de la exigencia de EEUU de meter a España en la OTAN?

Claro. Suárez cumple un papel determinado para el que se le ha contratado. Pero tiene fecha de caducidad. Suárez se cree que él puede decidir, sin darse cuenta de que quienes mandan son los banqueros, las multinacionales y los servicios de información.

Suárez se enquista en el poder, se vuelve a presentar a las elecciones, y se cree que tiene capacidad de decisión, reuniéndose con la Conferencia del Movimiento de Países No Alineados. Fuera de guión totalmente. Se convierte en el obediente que deja de serlo. Teniendo en cuenta que la Transición ni fue modélica ni pacífica, sino una matanza en toda regla.

EEUU quiere que España entre en la OTAN y Suárez se convierte en un elemento molesto, incluso para su propio partido, que no es más que un grupo de egos políticos que todos quieren liderar. Todo esto lleva a la preparación de un golpe institucional en el que está el PSOE. En esa dirección se da la famosa cena de Armada con el alcalde socialista Ciurana, Múgica y Raventós forma parte de ese “golpe de timón” que decía Tarradellas.

Suárez lo aborta cuando dimite. Lo que pasa es que esto tiene una inercia. Por una parte estaba el golpe institucional, la “Operación De Gaulle”, pero hay otros golpes organizados. Cada uno quería dar su golpe, e incluso algunos contra el Rey. «El papel del PCE es el de desactivar el movimiento obrero»

Tejero tenía estudiado el asalto al Congreso ese día, que estaban todos reunidos. Él estaba obsesionado con el golpe nicaragüense del comandante cero, Pastora. Lo tenía perfectamente estudiado y tira para delante. Y los yanquis lo apoyan. Está acreditado que con su tecnología desactivan la red radioléctrica de comunicaciones, y ponen la sexta flota frente a Valencia. El famoso Haig que entonces era secretario de Estado, dice que es un asunto interno. Hay un impás durante horas, en las que el Rey no sabe hasta dónde llega el golpe y si EEUU lo apoya. Su cuñado Constantino en Grecia apoyó el golpe de los coroneles en Grecia y después se deshicieron de él.

Al final por estar bien asesorado o por carambola, desactiva el golpe y sigue viviendo y robando hasta ahora. En definitiva, queda legitimado para ser el comisionista máximo del Estado. En el libro cuento una reunión posterior al 23-F de los principales jefes del ejército, que la preside Calderón, que luego llegaría a jefe del CESID con Aznar. En esa reunión se plantea que hay que dejar morir la trama golpista. Pero hay un tipo, el teniente coronel Quetián, que estaba al mando de una red secundaria de comunicación, que había detectado un telegrama del Rey a última hora de la noche del 23-F, dirigido a Miláns del Bosch, en el que dice “Jaime, a partir de este momento, vas contra la Corona”. Que es cuando decide ir contra el golpe.

Cuando habla del papel del PCE, me viene a la memoria esa frase de Carrillo de “cambiar el régimen para mantener el Estado”. ¿Qué papel juega el PCE en la Transición?

Desactivar las luchas populares. Liquidar el movimiento obrero y vecinal, todo el movimiento social y político que se había creado en los últimos años del franquismo. Asumen la bandera rojigualda de la monarquía y del franquismo con la que se había juzgado a los comunistas, a cambio de nada. Los cálculos de Carrilo fueron malísimos. Pensaba que podrían tener una mayor participación con esa rendición, pero se quedó en nada. Carrillo es el responsable de la liquidación de los movimientos populares y la desestructuración de lo que había sido la lucha contra el franquismo.

Cuando murió Franco yo tenía 19 años, y cuando sacábamos las banderas republicanas nos teníamos que pelear con los servicios de orden del PCE. Ahora han vuelto a reivindicar la tricolor pero no se acuerdan de eso. No hacen autocrítica ni explican por qué en aquella época se comieron la bandera de Franco.

Ante esta visión de la Transición aparecen constantemente las acusaciones de teorías de la conspiración. Parece que a una parte de la izquierda le es fácil ver a la CIA detrás de Pinochet, pero no detrás del PSOE o del PCE.

Es que aquí hay muchos teóricos de laboratorio que están metidos en sus despachos de la Universidad y no han conocido a un “malo” en su vida. Esos son los que intentan descalificar cualquier participación de los servicios de información en los acontecimientos. «Tienen en nómina a políticos y banqueros, y la presencia de los servicios de información es obvia»

Decir que la CIA es inútil, como he leído que dicen algunos catedráticos de prestigio… que se lo pregunten a los chilenos, a los brasileños, a los hondureños ahora… y a nosotros resulta que no nos han tocado. En la contrarrevolución en Portugal mandan a Frank Carlucci, que después es uno de los hombres fundamentales del gobierno de Reagan, para desactivar la revolución de los claveles.

¿Se puede afirmar que se da otro “golpe de timón” en el proceso de acoso y derribo de Felipe Gonzalez, la guerra de dossieres? Llegado el momento, Felipe Gonzalez tiene que ser relevado para buscar un gestor más fiel a EEUU de acuerdo a la coyuntura.

No tengo estudiado ese proceso. Pero es difícil encontrar un personaje más fiel a EEUU que Felipe Gonzalez. Los Solana que habían estudiado con becas en EEUU, Fernández Ordoñez, Guerra… todos eran proyanquis absolutamente, y Gonzalez sabía que en primera instancia los había puesto allí la socialdemocracia alemana, pero con el respaldo absoluto de los norteamericanos. Más allá no puedo más que dar opiniones personales.

¿Cómo entender el papel de estos resortes en la actualidad?

No sabría decirte. Lo que es evidente es que actúan siempre. Tienen en nómina a políticos y banqueros, y la presencia de los servicios de información es obvia.

Hablamos de políticas de Estado, en este caso del Estado más poderoso del planeta. Breswinsky en el Gran Tablero Mundial plantea que una de las claves del poder norteamericano es la cooptación de élites extranjeras…

En todos los ámbitos, aquellos que se van situando en puestos de élite en el proceso de “actualización” del franquismo y modernización del sistema, manteniendo básicamente las mismas estructuras, pasan por el filtro de los norteamericanos.

El príncipe Juan Carlos visita EEUU varias veces, y una vez es coronado el primer viaje oficial lo hace a EEUU. La referencia es fundamental para todos. El Imperio está ahí desde la época de Franco, y cuando firma en el 53 el tratado de las bases dice “hoy sí que he ganado la guerra”. Sabía que ya no lo sacaban de aquí si no era con los pies por delante.

Otro ejemplo es el de Carrillo, que es el primer secretario general de un partido comunista que visita EEUU y da conferencias con multitudes en varias universidades de prestigio en EEUU.

Cada uno de los datos y hecho históricos no hace si no reforzar la idea de que sin soberanía no es posible un destino de progreso y libertad para el país.

Lo primero es que el pueblo sea realmente soberano, no que solo pueda votar cada cuatro años a unos individuos a los que no puede controlar de ninguna manera, que se han convertido en una casta absolutamente blindada, que legislan para ellos, con privilegios incontrolables, que cada vez que se quiere investigar no hay posibilidad de hacerlo.

Que el pueblo sea soberano significa primero que decida y controle. Y luego, obviamente, vivimos una rémora permanente del franquismo, legitimada por los pactos ilegítimos del franquismo. La Constitución es un enjuague hecho de espaldas al pueblo, hecho por una Cortes que no eran constitucionales, surgidas de unas elecciones tramposas, y que solo se ha modificado cuando los bancos europeos han dicho que había que tocar el tema de la deuda. Los ciudadanos no se enteraron de nada.

Recuerdo que en aquella época, cuando una revista que se llamaba “Cuadernos para el diálogo” filtró el borrador de la Constitución, se montó una traca monumental. Los ciudadanos están apartados de las decisiones. La casta se ha blindado poniendo de acuerdo a todos, y o eso se abre y se limpia o no hay posibilidad de regeneración democrática. El 98% de las decisiones las toman PSOE y PP. Se pelean porque están de acuerdo en una mentira, que el PSOE es de izquierdas.