Corresponsalí­a Asturias

Cierra la cadena de supermercados Oblanca dejando el la calle a sus trabajadores

Las equeñas y medianas empresa en esta crisis se ven tremendamente afectadas mientras el Gobierno apuesta por salvar a la banca a costa de todos, de destrucción de empleo, recaudación de impuestos y de sacrificar las PYMES que dan el 80% de los puestos de trabajo de nuestro país. Los supermercados Oblanca en Asturias anuncian el cierre de esta pequeña cadena que con 40 años de existencia ha llegado a tener una plantilla de 100 personas. Durante este año se han cerrado progresivamente tres de las tiendas de la cadena, y la pasada semana se anunciaba el cierre de todas las restantes por falta de pago, que supondrá que se vaya a concurso de acreedores. Trabajadores y clientes han recibido la noticia con desasosiego y gran pena. Por una parte, la plantilla cuenta con una antigüedad de dedicación que van desde los 14 años a los cuarenta, y para la gran mayoría supone el desempeño del trabajo de toda la vida. Ahora intentan agotar el stock, ya que la dirección les ha planteado este objetivo para disponer de dinero y pagar los atrasos que arrastran desde hace algún tiempo. A los trabajadores se les debe dos meses de sueldo y la paga extraordinaria de junio. La extinción de los contratos se gestionará mediante un ERE de extinción, y los trabajadores ven un futuro bastante incierto y encuentran difícil que las promesas de los pagos atrasados se hagan realidad. Mientras los trabajadores aseguran que “vender se vende” apuntan una mala gestión por parte del heredero del fundador de la cadena de supermercados, José Antonio Gutiérrez Oblanca, Pepe para sus trabajadores, y que a su muerte hace un año dejo la empresa en herencia a su hijo, parece que éste no ha sabido gestionar la empresa y en este momento las deudas con los proveedores y la falta de financiación son las precedentes al cierre total y desaparición de Oblanca. Los clientes y vecinos acostumbrados a comprar en estos comercios sienten una gran pena de ver las estanterías de productos vacías que anuncian el cierre de la tienda de toda la vida. Las malas gestiones no se deben saldar en este tiempo de crisis con el cierre de las empresas en perjuicio de los trabajadores, que pasan a formar parte de la cola del paro cada día. Un plan de viabilidad con financiación al 1% como el Banco Europeo da el dinero y un control con medidas que se orienten por saldar estas malas gestiones, y asegurar el futuro y estabilidad de los puestos de trabajo. Cuando una empresa entra en quiebra, los acreedores terminan por cobrar, pero los que se quedan en la calle son los trabajadores, por eso, en esta crisis en la que vamos camino de los cinco millones de parados, atajar el cierre de PYMES y autónomos es crucial para crear puestos de trabajo, medios de vida para los trabajadores.

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