Resumen semanal

China y el dólar

Para todos quienes siguen con cierta asiduidad la prensa internacional resulta sorprendente la nueva dimensión y el papel protagonista que la crisis parece haber dado a China. Prácticamente no hay dí­a en que la gran prensa mundial -y de forma especial la anglosajona, la europea por el contrario se muestra a este respecto más provinciana -no se vea obligada a tratar en portadas, editoriales, amplios reportajes o artí­culos de análisis distintas cuestiones relacionadas con el gigante asiático. Podrí­amos decir, dada la estrecha relación entre los grandes medios de comunicación y los centros de poder económico y polí­tico del mundo, que la burguesí­a mundial está expectante ante la respuesta y las alternativas que Pekí­n está dando a la crisis.

Tras la sacudida sísmica del sistema financiero que suuso la caída de Lehman Brothers, numerosas voces en Europa se levantaron para cuestionar el sistema monetario internacional actual, con el dólar como núcleo, exigiendo una reforma más o menos a fondo. La reclamación, no atendida por nadie y menos por EEUU, fue apagándose poco a poco hasta desparecer aparentemente de la agenda política y ser sustituida por una descafeinada regulación del mercado de capitales. Hasta hoy, en que en vísperas de la cumbre del G-2 China ha vuelto a poner el problema sobre la mesa. A la declaración del primer ministro Wen Jiabao la pasada semana manifestando su “preocupación” por la inversión china en bonos del Tesoro USA y su gigantesca acumulación de reservas de divisas en dólares le ha seguido una auténtica ofensiva, pausada y sin estridencias, pero firme y argumentada, que desde los frentes político y diplomático está moviendo sus hilos para empezar a hacer posible a largo plazo una alternativa al actual sistema monetario internacional hegemonizado por EEUU y el dólar. Y si a las primeras reclamaciones de los países europeos Washington pudo hacer oídos sordos, ante la ofensiva china está viéndose obligado a reaccionar con rapidez. De momento, y que se sepa públicamente, Rusia e India ya han dado su aprobación a la reclamación china. Y no es en absoluto descabellado que tras ellos se vaya a alinear una parte sustancial de los países emergentes presentes en la cumbre del G-20. Washington es plenamente consciente de las “múltiples ventajas” que a EEUU le ofrece ese papel del dólar, por lo que, como reclama el editorial del Wal Street Journal que hoy reproducimos, debe ser “ferozmente protegido por nuestros funcionarios públicos”. No pagar deudas en moneda extranjera, un coste de esa misma deuda mucho más barato que para cualquier otro país, una enorme influencia sobre un sistema monetario que tiene como moneda de referencia al dólar y sobre un gran conjunto de países que tienen al dólar como moneda de reserva y la capacidad de utilizar la máquina de imprimir billetes verdes para regular de forma cuasimonopolista los flujos y los tipos de cambio son otros tantos privilegios que EEUU no está dispuesto a ceder por las buenas ni a las primeras de cambio. Sin embargo, y como afirma también el mismo WSJ, la ofensiva china es “una advertencia de que la condición de divisa de reserva conlleva obligaciones especiales”. Una forma edulcorada de decir que EEUU no puede ya manejar el valor del dólar a su antojo y de forma exclusiva de acuerdo a sus intereses. Mientras la oposición vino de un grupo de países –los europeos– políticamente irrelevantes y militarmente castrados y abducidos por la superpotencia, la cosa no tenía mayor importancia. Que la ofensiva venga del lado de un grupo de potencias emergentes, políticamente independientes, obliga a tomarla en serio y, cuanto menos, sentarse a negociar. EEUU. The Wall Street Journal CHINA Y EL DÓLAR Como si el dólar no tuviera suficientes problemas, Timothy Geithner picó ayer en el cebo de China y dijo que estaba "muy abierto" a su propuesta, hecha esta semana, de desplazar al billete verde con una "moneda de reserva internacional”. El dólar cayó rápidamente y le siguieron las reservas, antes de que el Secretario del Tesoro reapareciera para decir que "el dólar sigue siendo la moneda de reserva dominante en el mundo. Creo que es probable que continúe durante mucho tiempo". El Sr. Geithner está formándose en el trabajo, y la lección de ayer es que no es inteligente querer engañar a los mercados de divisas, cuando ya está tentando la suerte con una gigantesca estanflación en EEUU. El Tesoro y la Reserva Federal están inundando el mundo con dólares para romper la recesión, y con razón, el mundo está poniéndose nervioso. La solución lanzada por el gobernador del banco central chino Zhou Xiaochuan -un mayor papel del Fondo Monetario Internacional- no es deseable. Pero su advertencia sobre los peligros de la debilidad del dólar y la estabilidad de los tipos de cambio es digna de prestarle atención. Desde el colapso de Bretton Woods en 1971, la economía mundial ha tratado de funcionar con tipos de cambio flotantes, en los que se dice que el "mercado" fija los precios de la moneda. Como el mundo descubrió en la década de 1970 (…), sin embargo, el mercado de divisas no es lo mismo que el de las manzanas o el de cobre. Los bancos centrales controlan la oferta de divisas a través de su monopolio sobre la creación de dinero. A menudo, como en la Reserva Federal de Alan Greenspan, Ben Bernanke o Donald Kohn esta década, siguen una política equivocada, con consecuencias desastrosas. En medio de la recesión económica mundial, algunos bancos centrales, como el de Vietnam, también están recurriendo a la devaluación de la moneda como una ventaja comercial. El Sr. Zhou desea poder evitar este potencial naufragio del tren. El lunes propuso una moneda de reserva internacional "anclada a un punto de referencia estable y expedida de acuerdo a un conjunto claro de normas". Él quisiera que el suministro de dinero pudiera "ajustarse oportunamente" a la "evolución de la demanda", y que esos ajustes estuvieran "desconectados de las condiciones económicas y los intereses soberanos de un solo país". Y piensa que el FMI podría crear una moneda mundial mediante la expansión de la utilización de sus ya existentes Derechos Especiales de Giro (DEG), una moneda de síntesis vinculada a las monedas subyacentes de los Estados del FMI. Sin embargo, ¿quién fijaría el "precio justo" de los derechos especiales de giro del FMI? Las recetas económicas de la institución multilateral han provocado la caída en picado de numerosas naciones, particularmente en Asia (…) Pero el principal problema de los DEG es que no se pueden utilizar para cualquier cosa en el mundo real. Cuando el FMI asigna DEG, los países receptores lo intercambian por moneda local en los bancos centrales locales. Ese dinero se utiliza para comprar activos reales y facilitar el comercio. Ese intercambio infla la masa monetaria nacional del país que acepta los DEG a cambio de la moneda local. No hay consenso en el banco central de China sobre la idea de potenciar el papel del FMI, aunque Pekín está dispuesto a tener un papel más importante en la institución. Hu Xiaolian, una vice-gobernadora del banco, dijo el lunes que "la inversión en bonos del Tesoro de EEUU es un componente importante de la reserva de China en inversiones en moneda extranjera". Añadiendo: "estamos naturalmente relativamente concernidos con la seguridad y la rentabilidad de los bonos del gobierno de los EEUU". (…) La condición del dólar como moneda de reserva ofrece enormes ventajas a EEUU, y debe ser ferozmente protegido por nuestros funcionarios públicos. Esto significa que no tenemos que pagar nuestras deudas en moneda extranjera y que el coste de nuestros préstamos es más barato. En la medida en que el resto del mundo sigue el patrón dólar, también nos da mucha mayor influencia mundial. Esta es la influencia que a veces molesta a Rusia, China y otros que quisieran desplazarla. El problema es que realmente no existe un sucesor obvio para el dólar. Ninguna otra economía es lo suficientemente grande, con suficiente profundidad en los mercados de capitales. El euro puede convertirse en una alternativa en el camino, pero sigue siendo demasiado nuevo y carece de la necesaria base de cohesión política. Sin embargo, la gestión diplomática del Sr. Zhou es también una advertencia de que la condición de divisa de reserva conlleva obligaciones especiales. Esto significa que la realización de la política monetaria de EEUU no es sólo para sí mismo, sino para gran parte del mundo. Y significa que cuando EEUU sucumbe a la tentación de degradar su moneda, envía conmociones a través de todo el sistema de comercio mundial. El dólar fuerte (…) durante esta década ha sido, en nuestra opinión, una de las principales causas de las burbujas de la vivienda y de los valores que llevaron al pánico financiero y la recesión mundial. Si lo que dijo el Sr. Geithner ayer es que está "abierto" a un mayor cooperación monetaria y en los tipos de cambio, podría ser un paso adelante. Pero en lugar de abdicar en los burócratas del FMI, esto significaría trabajar con las más importantes gobiernos y bancos centrales del mundo, para empezar, la Reserva Federal, el BCE y los Bancos de Inglaterra, Japón y China. El mundo podría acogerse a la reforma monetaria, pero el objetivo debería ser reducir las fluctuaciones de las divisas y mejorar la estabilidad de los precios y del comercio mundial. Entre tanto, el estatus especial del dólar es un bien que merece la pena conservar. THE WALL STREET JOURNAL. 26-3-2009 China. Diario del Pueblo EEUU DEBE RESOLVER EL PROBLEMA DEL DOLAR El presidente Barack Obama ha rechazado la necesidad de reemplazar el billete verde por una moneda de reserva, pero los economistas han declarado el 25 de marzo que tiene que adoptar más medidas para restablecer la confianza en el dólar, en particular a corto plazo. El presidente Obama declaró en una conferencia de prensa en la Casa Blanca el martes por la tarde (….) que la confianza en la economía norteamericana y en el dólar es “extremadamente fuerte”, y que no cree en la necesidad de introducir una moneda de reserva mundial. El discurso de Obama ha sido hecho después de que el gobernador del Banco central chino, Zhou Xiaochuan, evocara en un artículo la necesidad de crear “una moneda de reserva supra-soberana” para poder reestructurar el sistema monetario internacional actual que utiliza la moneda de una nación como moneda de reserva mundial. Zhou Xiaochuan ha sugerido que los derechos de giro especiales (DGE) del Fondo Monetario Internacional (FMI), que representan un cesto de monedas internacionales entre las cuales está el dólar, el euro, la libra esterlina y el yen, tiene el potencial de servir de moneda supra-soberana de reserva. Los DGE han sido utilizados como unidades de cuenta entre los miembros del FMI y de otras organizaciones internacionales desde su introducción en 1969. Antes incluso de las observaciones del Sr. Zhou, un panel de expertos financieros de la ONU había ya propuesto abandonar el dólar por una cesta de divisas (…) Esta sugerencia fue seguida por la proposición de Rusia, anunciando que se pronunciará por una nueva moneda de reserva en la cumbre del G-20 que se celebrará en Londres el próximo 2 de abril. “A pesar de todos los discursos sobre la confianza, los inversores están hoy muy preocupados por sus capitales en dólares y sus posesiones de bonos del Tesoso de Estados Unidos, y esto no sólo en China, sino también en otros países del mundo”, ha declarado Erh-Cheng Hwa, economista jefe del Banco de las Comunicaciones que es también un antiguo economista del FMI. “La propuesta del Sr. Zhou, así como la de representantes de otros países, pone al gobierno norteamericano bajo un presión todavía más importante para que asuma su responsabilidad y repare los estragos que ha causado”. La moneda norteamericana y los bonos del Tesoro de EEUU representan una gran parte de los fondos de reserva de los bancos centrales del mundo entero. Sus detentadores están estimados en un 70% por China con 1,95 billones de dólares de reservas en divisas norteamericanas, que están invertidas en activos denominados en dólares. Es por esto por lo que una depreciación del billete verde tendría influencia en el balance del banco central. Los EEUU han acumulado un importante déficit presupuestario y exterior durante años estimulando la alegría del consumo gracias al estatus del dólar, que ha sido el de moneda de reserva. Pero esto ha debilitado también la moneda americana en el curso de este período. Ciertos analistas estiman que el plan de relanzamiento masivo de la administración Obama con un déficit presupuestario más elevado es susceptible de debilitar aún más el dólar, y de generar la inflación mundial. El Sr Hwa ha declarado que las propuestas hechas por Zhou Xiaochuan y otros especialistas financieros pueden contribuir a la tempestad que remodelará el sistema monetario internacional a largo plazo. Pero puede llevar muchos años convencer a las empresas privadas utilizar los DEG para el comercio internacional y la fijación de precios. Además. la oposición de EEUU es un obstáculo mayor. “El actual sistema monetario internacional está sobrepasado”, ha declarado Wang Jianye, economista jefe del Banco chino para la importación y la exportación, que también es un antiguo economista del FMI. “Ya no refleja los cambios profundos sufridos por la economía mundial y, en consecuencia, ya no es viable”. El Sr. Wang ha dicho que la problemática del artículo de Zhou está en “encontrar mecanismos apropiados” para hacer de manera que EEUU tenga en cuenta el efecto global de su política monetaria a corto plazo y que puedan contribuir al desplazamiento hacia un nuevo sistema monetario internacional que conduzca a un crecimiento sostenible a largo plazo. DIARIO DEL PUEBLO. 26-3-2009 Inglaterra. Financial Times CHINA PLANTEA PONER FIN A LA ÉPOCA DEL DÓLAR El gobernador del banco central chino Zhou Xiaochuan ha emitido un señal fuerte al expresar su deseo de poner fin a la época del dólar. No se trata de una amenaza. Zhou propuso usar una moneda de reserva para contrarrestar la posición del dólar (…) La crisis financiera de Asia en 1997 dio una amarga lección a la emergente economía asiática: no hay que agotar las reservas de divisas. Al igual que otras economías emergentes, China también tiene acumuladas enormes cantidades de reservas de divisas para enfrentarse a la situación urgente. China ha contado con demasiados bonos del dólar, lo que la ha expuesto al riesgo de EEUU. Hasta enero de 2009, posee bonos del Tesoro estadounidenses por valor de 739.000 millones de dólares en contraste con los 535.000 millones de dólares registrados en junio de 2008. Sin embargo, el gobierno estadounidense ha puesto la demanda de la economía interna por encima de los intereses de sus acreedores, lo que ha hecho a China preocuparse de que la posible inflación monetaria le obligue a pagar caro. Otro tipo de activos de reserva seguros está acorde con los intereses chinos, pero esto no será perjudicial para EEUU. Desde luego, que esto dificulta la financiación estadounidense para neutralizar los déficits. EEUU no debe exigir al mundo para que coordine estrechamente con su demanda de estímulo económico. Este desequilibrio constituye el origen de la actual crisis. Como dice Zhou Xiaochuan, se puede recurrir a la ampliación de la emisión del SDR del FMI para crear una super moneda de reserva. Los derechos especiales de giro (SDR, según siglas en inglés) son un tipo de activo de reserva internacional. Para hacer realidad esta propuesta y llevar a más países a aceptarla, Zhou ha propuesto ampliar el uso del SDR y autorizar al FMI para administrar parte de las reservas de los países con superávits. De acuerdo con el plan y otras medidas de reforma, se concederá más poder al FMI para agilizar su operación. Este es un buen plan. China ha tomado acciones sensatas en la actual crisis para ampliar la demanda interna con el gasto gubernamental. Beijing desea desempeñar su papel en el reestablecimiento del orden financiero mundial. Este concepto de orientarse hacia el exterior merece ser acogido FINANCIAL TIMES. 27-3-2009 China. Diario del pueblo LA VERDADERA CAUSA DE LA CRISIS Y LA FORMA DE RESOLVERLA La página web oficial del Banco Popular de China (Banco Central chino) ha publicado recientemente dos artículos titulados “Reflexiones sobre la reforma del sistema monetario internacional” y “Reflexiones sobre el problema de la tasa de ahorro”, los cuales han sido escritos por Zhou Xiaochuan, gobernador del BCCh. Wang Jiaye, economista jefe de la Banca de Importación-Exportación de China ha aceptado una entrevista exclusiva con un corresponsal de la Agencia Xinhua (La Nueva China) y ha expuesto sus ideas sobre la materia respondiendo a las preguntas que le fueron formuladas. Xinhua.- ¿El artículo tiene como objetivo, como pretenden ciertos comentarios instaurar una nueva moneda de reserva? Wang Jiaye.- Ciertas personalidades (…) se interesan sólo por una parte del objeto de los dos artículos en cuestión, como la idea de crear a largo plazo una “nueva moneda de reserva”. Yo creo que los reportajes estrechos, limitados y unilaterales difunden errores de compresión en cuanto al objeto de dichos artículos impidiendo reconocer plenamente la contribución ideológica aportada por Zhou Xiaochuan y de otros expertos chinos para hacer frente a la mayor y más grave crisis ocurrida desde la gran depresión de los años 30. La importante contribución de los artículos es la de haber indicado las causas de la crisis y proponer a continuación el medio de resolverla. X.- Según el artículo, ¿cuál es a fin de cuentas la causa de la crisis financiera? W. J.- Zhou Xiaochuan indica en su artículo que existen en el sistema monetario internacional límites e inconvenientes de carácter sistémico que son los factores que provocan la crisis. Brevemente, en el sistema monetario internacional actual, la política monetaria seguida por el país que emite la principal moneda de reserva tiene la capacidad de producir graves consecuencias a través de todo el planeta. El hecho de no tener en cuenta estas consecuencias externas por parte de las autoridades monetarias concernidas durante el proceso de realización de su objetivo político interior legal, es la razón de que la política que ellas adopten puede provocar una inestabilidad mundial. Por otra parte, el sistema monetario internacional existente no puede reflejar los profundos cambios sobrevenidos estos últimos años en el seno de la economía mundial, esa es la razón por la cual está anticuado y no se adapta ya a la realidad actual. En los años 80 del pasado siglo, bastaban con que los bancos centrales del G-7 o del G-3 [EEUU Alemania y Japón] intervinieran conjuntamente para influir sobre las tasas de cambio de las principales monedas de reserva y promover un reajuste internacional. Pero este ya no es el caso, ahora es imposible hacer lo mismo. X.- En vísperas de la realización de la cumbre del G-20, ¿que medidas podemos proponer para resolver la crisis? W.Y.- En lo que concierne a los medios susceptibles de resolver la crisis, las cuestiones claves del artículo se basan en dos puntos: primero, hace falta establecer a corto plazo un mecanismo adecuado, lo que permita asegurar que los países que emiten las principales monedas de reserva tengan en cuenta la influencia mundial que tiene la política monetaria que adoptan y aplican; en segundo luegr, hace falta instaurar a largo plazo un sistema monetario internacional que pueda garantizar y favorecer el desarrollo durable y continuo de la economía mundial. En todo este proceso, el FMI, que está en trance de acelerar la reforma de su estructura de gestión y de control, juega un papel importante y no puede sustraerse a su responsabilidad en cuanto a la prevención y el control de la crisis, y sobre todo en lo que hace referencia a impedir la aparición del fenómeno del desequilibrio financiero no sostenible provocado por la política financiera y monetaria puesta en juego por los países que emiten las principales monedas de reserva. Por el momento, en los principales países donde se produce a menudo el déficit financiero, las deudas públicas se acrecientan rápidamente y la base monetaria aumenta continuamente con un ritmo de crecimiento todavía más rápido, incluso que otras veces, es justamente este fenómeno el que ha empujado a estos países a la burbuja. En interés del mundo entero, la Cumbre del Grupo de los Veinte (…) debe determinar la verdadera causa de la crisis financiera y establecer los medios para resolverla. Para hacer frente a la crisis, los países con mercados emergentes y los países en vías de desarrollo han aportado una importante contribución financiera, mientras que su contribución ideológica es igualmente importante y preciosa. DIARIO DEL PUEBLO. 27-3-2009

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