China supera a Occidente

Cualquiera que visite Asia reconocerá que la reputación de Occidente en relación a su competencia económica y financiera está bajo mí­nimos, mientras que la de China ha mejorado. La rueda de la fortuna está cambiando de sentido

La resuesta de China a la crisis es importante. El país ha conseguido prosperar mientras las economías avanzadas intentaban mantenerse a flote. China es consciente de ello, como también deberían serlo sus socios. THE WASHINGTON POST.- La administración Obama ha optado por apoyar las negociaciones internacionales con Irán el mes próximo, a pesar de las declaraciones de Teherán de no discutir su programa nuclear. Sin embargo, si las relaciones con Irán pueden tener alguna esperanza de éxito, por lo menos otro elemento debe estar en el orden del día: la reciente represión del gobierno de la oposición interna, y, en particular, su persecución de los ciudadanos occidentales. Inglaterra. Financial Times La rueda de la fortuna cambia de sentido, China supera a Occidente Martin Wolff China se ha erigido como el gran ganador de la crisis financiera y económica. A finales de 2008, muchos ponían en duda que China pudiera alcanzar su objetivo de crecimiento del 8% para 2009. ¿Quién se atreve a hacerlo ahora? Gracias a la protección que le otorgan sus más de 2,1 billones de dólares (1,4 billones de euros) de reservas de divisas extranjeras, sus enormes superávit comercial y por cuenta corriente y una sólida situación financiera, Pekín ha podido desplegar todos sus recursos sobre el sistema financiero y la economía. Entretanto, tal y como señaló un importante participante chino en la reunión anual de "los nuevos campeones" del Foro Económico Mundial, en Dalian, "los profesores han cometido grandes errores". De hecho, cualquiera que visite Asia reconocerá que la reputación de Occidente en relación a su competencia económica y financiera está bajo mínimos, mientras que la de China ha mejorado. La rueda de la fortuna está cambiando de sentido. Surgen tres preguntas inmediatas. ¿Cómo ha respondido China a la crisis? ¿Su renovado crecimiento es sostenible? ¿Hasta qué punto ayudará su recuperación a la economía mundial? La respuesta a la primera pregunta es: de forma asombrosa. Según los datos publicados a finales de la semana pasada, la producción industrial aumentó un 12,3% interanual en agosto, frente al incremento del 10,8% registrado en julio. Es la tasa de crecimiento más alta en un año. Estos datos se sustentan sobre un crecimiento del crédito bancario próximo al 30% interanual desde marzo de 2009. No sorprende, así, que la inversión en renta fija también haya crecido a un ritmo superior al 30% interanual en ese mismo periodo y en un 33% en los ocho primeros meses del año. El crecimiento interanual en el segundo trimestre de 2009 fue del 7,9%, frente al 6,1% registrado en el primero. Parece darse por hecho que las cifras del tercer trimestre serán aún más altas. Las expectativas apuntan a que China conseguirá su objetivo del 8% con comodidad. En febrero, marzo y abril de este año, todas las previsiones apuntaban a que el crecimiento de China sería “sólo” del 7%. En agosto, la cifra ascendió al 8,3% y se espera que en 2010 se alcance el 9,3%. ¿Es sostenible este aumento del crecimiento? En una palabra, sí. Inevitablemente, el aumento del crédito bancario y del capital también afecta al precio de los activos, sobre todo de la renta variable. Sin embargo, no hay mucho riesgo de que se produzca en exceso de inflación en una economía con una divisa revalorizada, y plenamente integrada en una economía mundial donde existe más riesgo de deflación que de inflación, al menos a corto plazo. Además, el Ejecutivo del país es solvente. Como apuntó el primer ministro chino Wen Jiabao en la ciudad nororiental china de Dalian, "hemos mantenido el déficit presupuestario y una deuda gubernamental en aproximadamente el 3% y el 20% del PIB respectivamente”. Si aumentaran los préstamos incobrables, China no tendría dificultad en recapitalizar su sistema financiero. El único factor preocupante debería ser si este esquema de crecimiento es conveniente. En su discurso, Wen insistió en la envergadura de su paquete de estímulos, aunque su motor sigue siendo la inversión fija, lo que comporta tres riesgos. Su exceso de capacidad podría incrementarse, generando la necesidad de aumentar el gasto de los estímulos o aumentar las exportaciones, lo que dificultaría aún más la creación de empleo e impediría el cambio hacia una economía más enfocada al consumo. Por último, aunque China ha conseguido con éxito promover su demanda interna, no se convertirá en la locomotora de la economía mundial. Es cierto que el excedente comercial de mercancías de China se ha reducido hasta los 35.000 millones de dólares en el segundo trimestre, un 40% inferior a la cifra del año anterior. El excedente por cuenta corriente del país también ha disminuido: todo apunta a que este año no superará el 6% del PIB frente al 11% de 2007. Aun así, dado que todavía aporta sólo un 8% de la producción mundial, China no podría convertirse en el motor de la economía mundial. Incluso si su excedente externo se redujera a la mitad, sólo añadiría un 0,4 % a la demanda del resto del mundo. La respuesta de China a la crisis es importante. El país ha conseguido prosperar mientras las economías avanzadas intentaban mantenerse a flote. China es consciente de ello, como también deberían serlo sus socios. FINANCIAL TIMES. 14-4-2009 EEUU. The Washington Post Un test para Irán La administración Obama ha optado por apoyar las negociaciones internacionales con Irán el mes próximo, a pesar de las declaraciones de Teherán de no discutir su programa nuclear. La Casa Blanca dijo que Estados Unidos y sus cinco socios insistirán en la elevación de la demanda del Consejo de Seguridad de la ONU para la suspensión del enriquecimiento de uranio iraní. Sin embargo, si las relaciones con Irán pueden tener alguna esperanza de éxito, por lo menos otro elemento debe estar en el orden del día: la reciente represión del gobierno de la oposición interna, y, en particular, su persecución de los ciudadanos occidentales. Desde agosto el régimen del ayatolá Ali Jamenei, ha estado realizando demostraciones contra unos 140 políticos, activistas de la sociedad civil y periodistas acusados de tratar de llevar a cabo una "revolución de color" en Irán orquestada por Occidente. Las casos se llevaron con crudeza durante la última fase del golpe de Estado por parte de los extremistas, encabezados por el presidente Mahmoud Ahmadinejad, en contra de las facciones más moderadas que representan la mayoría del país, y que incluyen a quienes proponen un verdadero acercamiento entre Irán y Occidente. Con la apertura de conversaciones con la camarilla de Ahmadinejad, crecen los riesgos de que la alianza internacional esté fortaleciendo la mano de los extremistas en una lucha de poder fatal. Si ellos resultan ganadores, las negociaciones están condenadas. Una forma de evitar este escollo está en que Estados Unidos insista en la discusión de las cuestiones de derechos humanos (…) La evidente falta de un proceso justo para los principales opositores del régimen contraviene las normas internacionales de derechos humanos que Irán afirma respetar. Los casos de tortura y violación de los presos documentado por la oposición del candidato presidencial Mehdi Karroubi debe ser introducido en el debate como sujeto de los asuntos no nucleares que Irán quiere discutir. Los Estados Unidos y varios otros países también tienen un interés directo en los casos de personas con doble nacionalidad y empleados de las embajadas que han sido arrastrados por la purga. Estos periodistas, académicos y funcionarios no formaban parte del movimiento de oposición, pero el régimen los está utilizando para reforzar sus afirmaciones de que toda la oposición es parte de una conspiración extranjera (…) Hay una forma sencilla para la administración Obama de poner a prueba la seriedad de Irán acerca de las negociaciones: Se debe exigir que el Sr. Bahari, el Sr. Tajbakhsh, y otros ciudadanos occidentales dejen de ser cruelmente utilizados como peones en la represión interna del régimen, sean liberados de inmediato y se les permita salir del país. Sea o no que el señor Ahmadinejad haga esta simple concesión, ello revelará si el régimen tiene la intención de reparar las relaciones con los Estados Unidos. THE WASHINGTON POST. 16-9-2009

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