China relajará la tasa de cambio del yuan

«El comunicado del Banco Popular de China, publicado en su sitio web, no anunció cambios especí­ficos a la polí­tica de cambio, pero fue visto como una señal clara de que China dejará que el yuan retome una apreciación gradual frente al dólar, después de dos años de estar prácticamente ligado a la divisa estadounidense en cerca de 6,83 yuan por dólar.»

En una sesión de reguntas y respuestas publicada en su sitio web el domingo, el banco central se concentró en asegurarle a su audiencia local que cualquier movimiento en la tasa de cambio del yuan será gradual y que considerará los intereses de las compañías locales. También recalcó que la flotación del yuan será "en ambas direcciones", lo que significa que podría subir o bajar. "La gestión y los ajustes a la tasa de cambio deben llevarse a cabo gradualmente para darle a las compañías tiempo de ajustar su estructura y absorber gradualmente el impacto de las fluctuación de la tasa de cambio del yuan", dijo el banco en su comunicado. (THE WALL STREET JOURNAL) DIARIO DEL PUEBLO.- En abril de 2010 se produjo un nuevo incremento del déficit comercial de EEUU con China. Como respuesta, Occidente volvió a la carga contra el país asiático, acusándolo injustamente de mantener infravalorado el Renminbi, la divisa china. Si nos atenemos a la teoría que rige en la paridad del poder adquisitivo, la tasa de Renminbi está sobrevalorada, no lo contrario, mientras que, por otro lado, el continuo aumento de los superávits comerciales de China en el mundo no está vinculado a la tasa de cambio del Renminbi. La revaluación de la moneda china ha conducido a mayores superávits, por lo que resulta conveniente mantener estable la tasa de cambio. La práctica de los últimos años ha demostrado como, lejos de resolver el problema, la revaluación del yuan ha permitido el crecimiento de los superávits de China. Otro dato es que en la medida que el yuan se revalúa paulatinamente, surgen nuevas posibilidades de obtener ganancias excesivas para el capital especulativo. Dicho capital entra a China por las vías legal e ilegal, contribuyendo a aumentar los superávits, elevar la presión para una nueva ronda revaluadota del yuan e incrementar las expectativas del capital especulativo. BREAKING VIEWS.- Los contribuyentes, sin embargo, no deberían ser los que suministraran las reservas de capital. El Tesoro ha dicho que el TARP se diseñó para instituciones viables. Si después de casi dos años desde el establecimiento del TARP los bancos no pueden encontrar capital privado, indica que probablemente no estuvieran en un estado suficientemente bueno para que se les rescatara desde un principio. Dos grandes bancos ya tienen la apariencia de auténticos zombis. Pacific Capital Bancorp, con 7.400 millones de dólares en activos, y Anchor Bancorp Wisconsin, con 4.500 millones de dólares, han dejado de realizar cinco pagos cada uno y parecen incapaces de sobrevivir sin el dinero de los contribuyentes. Es hora de dejar que los enfermos terminales nos abandonen EEUU. The Wall Street Journal China anuncia que relajará la tasa de cambio del yuan Andrew Batson El Banco Central de China anunció el sábado que hará más flexible su tasa de cambio, un anuncio sorpresivo que responde a las críticas a sus políticas y que fue rápidamente recibido con beneplácito por Estados Unidos, el FMI y la Unión Europea, pese a que descartó una gran alza en el yuan. El comunicado del Banco Popular de China, publicado en su sitio web, no anunció cambios específicos a la política de cambio, pero fue visto como una señal clara de que China dejará que el yuan retome una apreciación gradual frente al dólar, después de dos años de estar prácticamente ligado a la divisa estadounidense en cerca de 6,83 yuan por dólar. La medida se tomó una semana antes de la cumbre del Grupo de los 20 en la que se presupuestaba el discutir la política de cambio china. "En vista de la reciente situación económica y los acontecimientos en los mercados nacional e internacionalmente y el balance de la situación de pagos en China, el Banco Popular de China ha decidido proceder con la reforma de la tasa de cambio del renminbi y fortalecer la flexibilidad de la tasa de cambio del renminbi", dijo el banco central, refiriéndose a la divisa china por su nombre oficial. El gobierno chino ató al yuan al dólar a mediados de 2008, cuando la recesión global se estaba intensificando, como parte de varias medidas para estabilizar su economía. Pero la reacción internacional a la política ha empeorado en los últimos meses, ya que la divisa está subvalorada con respecto a la de sus socios comerciales, dándole a los bienes hechos en China una ventaja injusta. Al abandonar la criticada unión al dólar, China podría evitar una potencial crisis política y ayudar a los prospectos a largo plazo de su economía, dijeron funcionarios y economistas. En una sesión de preguntas y respuestas publicada en su sitio web el domingo, el banco central se concentró en asegurarle a su audiencia local que cualquier movimiento en la tasa de cambio del yuan será gradual y que considerará los intereses de las compañías locales. También recalcó que la flotación del yuan será "en ambas direcciones", lo que significa que podría subir o bajar. "La gestión y los ajustes a la tasa de cambio deben llevarse a cabo gradualmente para darle a las compañías tiempo de ajustar su estructura y absorber gradualmente el impacto de las fluctuación de la tasa de cambio del yuan", dijo el banco en su comunicado. "Esto marca el inicio de una nueva era", dijo Li Daokui, un economista miembro del comité de política monetaria del banco central. El anuncio significa que la unión en efecto al dólar ha terminado, dijo, lo que debería reducir la presión sobre la divisa. Cuánto permitirá China que se aprecie el yuan no será aparente sino hasta que abran los mercados el lunes y probablemente dependerá de la valoración que el gobierno chino haga del desempeño de la economía global. Con la crisis de deuda de Europa preocupando a los funcionarios chinos, este movimiento no sería muy rápido. "La base para una apreciación a gran escala de la tasa de de cambio del renminbi no existe", dijo el banco central en su comunicado. Pese a esto, el anuncio fue inmediatamente aplaudido por EE.UU. "recibimos con beneplácito la decisión de China de hacer una contribución positiva a un crecimiento global fuerte y balanceado", dijo el secretario del Tesoro de EE.UU. Timothy Geithner en un comunicado emitido poco después del anuncio chino. El director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, también alabó la decisión, asegurando que una divisa china más fuerte "ayudará a incrementar los ingresos de los hogares chinos y proveerá los incentivos necesarios para reorientar la inversión hacia industrias que sirvan al consumidor chino". "Vamos a regresar a algo como lo que estaba en 2005-2007. podría haber un ritmo menos agresivo de apreciación que la vez pasada", dijo Stephen Green, economista de Standard Chartered. "Obviamente están siendo cautos. Están preocupados por Europa y el superávit es un poco bajo". THE WALL STREET JOURNAL. 20-6-2010 China. Diario del Pueblo ¿Infravalorado el yuan? En abril de 2010 se produjo un nuevo incremento del déficit comercial de EEUU con China. Como respuesta, Occidente volvió a la carga contra el país asiático, acusándolo injustamente de mantener infravalorado el Renminbi, la divisa china. Si nos atenemos a la teoría que rige en la paridad del poder adquisitivo (Theory of Purchasing Power Parity, en inglés), la tasa de Renminbi está sobrevalorada, no lo contrario, mientras que, por otro lado, el continuo aumento de los superávits comerciales de China en el mundo no está vinculado a la tasa de cambio del Renminbi. La revaluación de la moneda china ha conducido a mayores superávits, por lo que resulta conveniente mantener estable la tasa de cambio. Datos publicados el 10 de junio por el Departamento de Comercio de EEUU señalan que el déficit comercial de EEUU con China ascendió de 16.900 millones de dólares en marzo a 19.130 millones de dólares en abril, mientras se reducían sus desequilibrios comerciales con otros socios (a excepción de Canadá). Esto generó nerviosismo entre algunos economistas, que temen un posible agravamiento del desajuste del comercio internacional, una de las principales causas de la reciente crisis financiera. El Secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, dijo que su país presionaría a China para encontrar una solución esencial al problema. El senador Charles Schumer declaró que colaborará con sus colegas para promover la aprobación de un nuevo proyecto de ley. Dicho plan estaría encaminado a autorizar al Departamento de Comercio estadounidense a aplicar leyes anti-dumping y anti-subvenciones contra China y otros países cuyas monedas no han sido “apreciadas” en su justo valor. De esta manera, la tasa de cambio de la moneda china vuelve a convertirse en manzana de la discordia, con todos los elementos para agudizar las disputas comerciales entre China y EEUU, e incluso en el ámbito internacional. En consecuencia, se impone sopesar correctamente el nivel de la tasa de cambio de la moneda china, así como su relación con el balance de ingresos y egresos internacionales, así como las consecuencias que traería la revaluación de dicha divisa. A los ojos de algunos economistas y políticos occidentales “la moneda china está seriamente infravalorada”, algo lógico si se tiene en cuenta que existe una notable divergencia de criterios entre expertos en economía a la hora de determinar el nivel razonable de la tasa de cambio de las monedas de ambos países. Una de las tesis a las que con frecuencia recurren los economistas occidentales para criticar la tasa de cambio del Renminbi es la que, según ellos, viene asociada a la paridad del poder adquisitivo. Según esa teoría, el valor de una moneda en el exterior depende de su valor en el país que la emite, es decir el nivel de precios en el país de origen decide la tasa de cambio de su moneda. La evaluación del nivel de tasa de cambio del Renminbi está estrechamente relacionada con la fluctuación de precios en el país desde 1994, año en que China comenzó a aplicar su actual régimen de tasa de cambio. Los datos acumulados durante los últimos 16 años muestran que, en contraste con 1998, 1999, 2002 y 2009, años en que se produjo un crecimiento negativo de Indice de Precios al Consumidor (IPC), hubo un lapso de 12 años durante el cual se registró un aumento positivo del IPC, con cifras que incluso llegaron a 24,1 por ciento y 17,1 por ciento, respectivamente, en 1994 y 1995. El incremento acumulativo en estos 16 años alcanzó el 68 por ciento. Durante el mismo periodo de tiempo, el IPC de EEUU creció a una tasa muy inferior a la registrada en China, debido a la importación de gran cantidad de artículos de consumo baratos, desde China y desde otros países en vías de desarrollo. Por eso, si nos ajustamos a la teoría sobre la paridad del poder adquisitivo, la moneda china no sólo no debería revaluarse, sino que, por el contrario, debería devaluarse respecto al dólar. De lo que sí no queda duda alguna es que la moneda china pasó de 8,7 unidades por dólar en 1994 a 6,82 yuanes en la actualidad. El yuan se ha revaluado en cerca del 28 por ciento con respecto a otras monedas. En consecuencia y a juzgar por la mencionada teoría, la tasa de cambio del yuan no está infravalorada, sino sobrevalorada. Ante el continuo crecimiento de los superávits de China, los economistas occidentales la continúan presionado para que revalúe su moneda. Atribuyen la ventaja competitiva china a la infravaloración de su divisa. Los superávits provenientes de las cuentas corrientes de ingresos y egresos del balance internacional y las de capital y finanzas han crecido continuamente, de 52.100 millones en 2001 a 445.100 millones de dólares en 2008. Entonces, cabe peguntarse ¿existe una relación inevitable entre los superávits y un yuan supuestamente infravalorado? Desde luego, la respuesta es negativa. Por una parte, no existe tal sub-valoración, y la tesis que la vincula con los superávits es forzada. Por otra parte, los hechos han corroborado que con la revaluación del yuan no se resuelven los superávits de China. Desde la más reciente revaluación del yuan, en julio de 2005, la tasa de cambio de la divisa china se ha elevado en más del 21 por ciento, mientras que los superávits chinos, lejos de menguar, han seguido aumentado, pasando de los 233.800 millones en 2005 a los 445.300 millones de dólares en 2007; de 445.100 millones en 2008 a 393.200 millones en 2009. No hace falta ser erudito para comprender el desligue evidente entre ambas tendencias, de ahí que no resulte ociosos reiterar que China no se dejará presionar para una nueva revaluación. La práctica de los últimos años ha demostrado como, lejos de resolver el problema, la revaluación del yuan ha permitido el crecimiento de los superávits de China. Otro dato es que en la medida que el yuan se revalúa paulatinamente, surgen nuevas posibilidades de obtener ganancias excesivas para el capital especulativo. Dicho capital entra a China por las vías legal e ilegal, contribuyendo a aumentar los superávits, elevar la presión para una nueva ronda revaluadora del yuan e incrementar las expectativas del capital especulativo. Así las cosas, todo apunta a un círculo vicioso: la revaluación de la moneda china – los superávits chinos – la revaluación continuada del yuan – el continuo aumento de los superávits. Para resolver el problema, lo fundamental es mantener estable la tasa de cambio de la moneda china, en vez de promover un interminable ciclo de revaluaciones del yuan. DIARIO DEL PUEBLO. 17-6-2010 Reino Unido. Breaking Views Cuidado con los zombis Rolfe Winkler El Programa de Asistencia a Activos con Problemas (TARP, en sus siglas en inglés) estaba funcionando a buen ritmo, pero ahora se está convirtiendo en una mala remezcla de los años ochenta. Después de una serie de rentables devoluciones por parte de Goldman Sachs, JPMorgan y otras 59 entidades, la lista de los que no pagan sus deudas está creciendo. En mayo, 91 bancos dejaron de pagar a los contribuyentes, frente a los 55 de noviembre. Con cientos de bancos aún atrapados en el plan de rescate de 700.000 millones de dólares, esto empieza a parecerse a la crisis de las cajas de ahorros. A finales de los años ochenta, la Reserva Federal prestaba con regularidad a instituciones insolventes, agravando así las pérdidas. En 1991 se aprobaron reformas para impedir que esto volviera a ocurrir. Sin embargo, después de perder 2.600 millones de efectivo en rescates tras las quiebras de CIT, Pacific Coast National Bancorp y UCBH Holdings, el Departamento del Tesoro parece destinado a perder todavía más, y una parte en bancos que, para empezar, nunca deberían haber recibido dinero. En torno a 3.500 millones de dólares están inmovilizados en los 91 morosos actuales. Parte del problema es un conflicto de objetivos. Algunas entidades de crédito, como Saigon National, quieren pagar al TARP, pero su principal regulador -en el caso de Saigon, la Oficina del Interventor de la Divisa- no les deja. Preocupados por el buen estado de sus balances, los reguladores están haciendo lo correcto al concentrarse en forzar a los bancos a disponer de más capital. Los contribuyentes, sin embargo, no deberían ser los que suministraran las reservas de capital. El Tesoro ha dicho que el TARP se diseñó para instituciones viables. Si después de casi dos años desde el establecimiento del TARP los bancos no pueden encontrar capital privado, indica que probablemente no estuvieran en un estado suficientemente bueno para que se les rescatara desde un principio. Dos grandes bancos ya tienen la apariencia de auténticos zombis. Pacific Capital Bancorp, con 7.400 millones de dólares en activos, y Anchor Bancorp Wisconsin, con 4.500 millones de dólares, han dejado de realizar cinco pagos cada uno y parecen incapaces de sobrevivir sin el dinero de los contribuyentes. Es hora de dejar que los enfermos terminales nos abandonen y enfrentarnos, por tarde que sea, al hecho de que no hay manera de salvar a algunos bancos del TARP. BREAKING VIEWS. 20-6-2010

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