En un lugar de la Constelación Ara (el Altar), de cuyo nombre no quiero acordarme, a solo 50 años luz de la Tierra, yerra una estrella del mismo tipo que nuestro Sol, apenas un 32% más grande y 1,7 veces más brillante. Recibe el pobre nombre de µ Arae mu Arae.
La estrella no está sola: cuatro planetas -gigantes gaseosos- la acompañan en los cielos, y tienen nombres aún más insulsos: a, b, c y d. Como ella, en los últimos años se han encontrado más de 4000 sistemas planetarios alrededor de estrellas. Todos a la espera de nombres más singulares que ilustren su importancia.
Como los nombres de dioses y seres de la mitología grecorromana hace tiempo que están adjudicados para objetos de nuestro sistema solar, la Unión Astronómica Internacional (UAI) ha abierto un proceso internacional para recibir propuestas y votar cómo se llamarán 20 nuevos sistemas planetarios que se han descubierto estos últimos años, una votación abierta en internet con el hashtag #NameExoWorlds. Además de µ Arae, otras estrellas con exoplanetas girando en torno suyo, como epsilon Andrómedae o 47 Ursae Majoris esperan de este concurso su nombre honorífico.
El Planetario de Pamplona no se lo pensó dos veces: ¿que mejor designación para µ Arae y sus cuatro exoplanetas que ser bautizada con el nombre de Cervantes y los de los principales personajes de su novela El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha? Con el apoyo entusiasta de la Sociedad Española de Astronomía (SEA), del Instituto Cervantes y de miles y miles de aficionados a la astronomía del mundo hispano y del planeta entero, los promotores de la campaña #YoEstrellaCervantes lanzaron un llamamiento a votar masivamente en las redes sociales en la página del UAI. Así reza su alegato:
“En la constelación Ara, en torno a una estrella sin un nombre propio, solo conocida por la letra µ, cuatro planetas trazan sus trayectorias. Alrededor de un autor de fama universal, también giran sus cuatro personajes principales. Nos proponemos elevar a Cervantes a la condición de un Apolo galáctico, dando su nombre a la estrella central del sistema, mientras que Don Quijote (Quijote), Rocinante, Sancho y Dulcinea se transfiguran en su escolta planetaria. Quijote (µ Arae b), el protagonista, en una órbita algo excéntrica, como corresponde a su carácter, junto a su fiel compañero Rocinante (µ Arae d), en el centro de la escena. El bueno de Sancho (µ Arae e), el ingenioso escudero, moviéndose lentamente por las ínsulas exteriores del sistema. La Dulcinea encantada (µ Arae c), tan difícil de contemplar para Don Quijote en su verdadera forma, cerca del corazón del escritor.
“La importancia de Miguel de Cervantes en la cultura universal no puede ignorarse. Su obra principal, el Quijote, considerada la primera novela moderna de la literatura mundial y uno de los libros más influyentes en todo el canon literario, ha sido calificada en numerosas ocasiones como la mejor obra de ficción jamás escrita. Sin embargo, mientras que Shakespeare ya tiene nombres de sus personajes como satélites de Urano (bautizados con los bellos nombres de Cordelia, Ofelia, Puck, Julieta, Desdémona o Rosalind), Cervantes ha sido hasta ahora excluido de las esferas cósmicas. Con esta propuesta, apoyada por el prestigioso Instituto Cervantes, y llegando justo a tiempo para celebrar el 400 aniversario de la publicación de la segunda parte de la novela, reclamamos para el famoso caballero de la Mancha, sus compa- ñeros y su creador el lugar que se merecen entre las estrellas”.
Competencia por los cielos.
Sin embargo, hay una dura competencia. Otros grupos de astrónomos han lanzado sus propias candidaturas. Un equipo de Japón propone bautizar a µ Arae con el nombre de Daikokuten, la deidad principal del dios de siete cabezas Shichifukujin. Los exoplanetas serían designados con los nombres de las otras cabezas: Ebisu, Bishimonten, Benzaiten y Fukurukuju. Otro equipo de latinoamericanos apuesta por la palabra ‘Sol’ para los indígenas Embera-Katio, de los bosques entre Panamá y Colombia. µ Arae sería Humantahú, y el resto de los dioses indígenas darían nombre a los gigantes gaseosos: Karagabi, Dabeiba, Tutruica y Armucura. Equipos de Portugal, Grecia o EEUU también están en liza. Una hermosa competición entre naciones por encontrar en los cielos un lugar a la cultura de cada rincón de la humanidad.
«La estrella µ Arae podrían ser bautizados como Cervantes»
Pero hay muchas más propuestas de nombres para los miles de sistemas planetarios hallados en los últimos años, aunque tienen que cumplir los requisitos de la UAI. La imaginación humana es tan vasta como estrellas hay en el cielo, y muchos equipos de astrónomos proponen designar a los cuerpos celestes con los nombres de sagas de la literatura, del cine o de la «mitologia popular», como Star Trek, El Señor de los Anillos, los mitos de Cthulhu o La Guerra de las Galaxias. Pronto podría haber en la galaxia planetas llamados Tatooine o Mordor.
Las votaciones de #NameExoWorlds han resultado ser multitudinarias. Los 20 sistemas planetarios candidatos a ser nombrados han recibido un total de 631.418 votos. Los comicios, que se iniciaron el 12 de agosto, se cerraron la noche de ánimas, el 12 de noviembre, y los resultados se conocerán próximamente. Es posible que el nombre de Cervantes no resulte adjudicado, pero no hay que perder la esperanza: la cantidad de sistemas planetarios descubiertos garantiza que tarde o temprano, el escritor inmortal brillará en algún lugar de los cielos nocturnos. En el cielo habrá una estrella de cuyo nombre podrás acordarte…
Apoyos de todo el mundo hispano.
La iniciativa del Planetario de Pamplona ha sido acogida calurosamente por profesionales y aficionados a la astronomía de toda España e Hispanoamérica. La página web de #YoEstrellaCervantes recoge las muestras de apoyo de todo el mundo hispano. Desde el epoyo de grupos de escolares y profesores de ciencias de Rota (Cádiz) o Viladecans (Barcelona) hasta la isla de Cuba, donde el comité organizador de la XXI Fiesta de la Cultura Iberoamericana ha apoyado una iniciativa popular similar para el voto a la Estrella Cervantes.
También reconocidos divulgadores científicos, como José Manuel Sánchez Ron, ensayista, columnista habitual de varios periódicos, físico y catedrático de Historia de la Ciencia y académico doble de la Real Academia Española de la Lengua y de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, ha dado su apoyo entusiasta a la campaña Estrella Cervantes.
En su artículo a favor de la Estrella Cervantes, Sánchez Ron escribe:
Los que aman la ciencia podrán, además, encontrarla en las páginas de El Quijote. En el capítulo XVIII de la segunda parte, don Quijote responde a don Lorenzo, hijo de don Diego de Miranda, el caballero del Verde Gabán, cuando aquel le pregunta que qué “ciencia” era la de la caballería andante. Orgulloso, el caballero de la Triste Figura respondía: “Es una ciencia que encierra en sí todas o las más ciencias del mundo, a causa que el que la profesa ha de ser jurisperito y saber las leyes de la justicia distributiva y conmutativa, para dar a cada uno lo que es suyo y lo que le conviene; ha de ser teólogo, para saber dar razón de la cristiana ley que profesa, clara y distintamente, adondequiera que le fuere pedido; ha de ser médico, y principalmente herbolario, para conocer en mitad de los despoblados y desiertos las yerbas que tienen virtud de sanar las heridas, que no ha de andar el caballero andante a cada triquete [momento] buscando quien se las cure; ha de ser astrólogo, para conocer por las estrellas cuántas horas son pasadas de la noche y en qué parte y en qué clima del mundo se halla; ha de saber matemáticas, porque a cada paso se le ofrecerá tener necesidad de ellas”