Medios de Comunicación

Cebrián: «Con la mosca detrás de la oreja»

En anteriores ediciones hemos abordado la situación del mayor monopolio de la información en España, el grupo Prisa, y su inminente fusión con Mediapro. En este marco dos «salidas» del grupo marcan la agenda de la carrera desesperada por evitar la quiebra del mayor conglomerado informativo del mundo hispano; una fábrica de crear opinión, mover negocio y conmover la polí­tica. Una es la de Javier Polanco, enfrentado a las negociaciones con la entidad que dirige Jaume Roures. La otra es la previsible marcha de Juan Luis Cebrián. Ahora se conocen algunas operaciones realizadas por Cebrián para aumentar su capacidad de decisión dentro del grupo. ¿Qué se cuece en los despachos?

Desués de veinte años en la empresa, Javier Díez Polanco abandonó la compañía por imperativo de subsistencia de acuerdo a los planes de acuerdo y a la necesaria coligación de intereses en torno a los derechos de emisión del futbol. Poco después Cebrián compró 2.270 acciones en un primer bloque, a un precio de 2,18 euros, y otras 4.807 en un segundo, a un precio de 2,09. En total, adquirió de forma indirecta 7.077 nuevos títulos, a nombre de sus hijos. Como consecuencia de la operación, Cebrián aumento su porcentaje de votos a un 0,575% – 0,461% directo y 0,113% indirecto – El pasado 9 de marzo la compañía entregó 290.000 euros en acciones a sus ejecutivos, con un valor máximo para cada uno 12.000 euros. Juan Luis Cebrián percibió un total de 10.714 acciones. Sus derechos de voto aumentaron a un 0,684%, entre directos e indirectos. No hay que olvidar que su otra hija es directora de programación de TVE, Eva Cebrián. En un momento en que los sindicatos vienen denunciando un proceso de privatización encubierta en TVE, con la delegación de la programación de la cadena pública en las productoras privadas, las conexiones del apellido Cebrián retumban en la certeza. Pero al mismo tiempo Manuel Polanco e Ignacio Santillana dirigen el barco hacía el fortalecimiento de un núcleo en torno a la dirección del actual Gobierno; reorientan a Prisa alejándola de posiciones más “felipistas” que les han llevado a enfrentarse con el Ejecutivo. Todavía no está claro como se articulan estos dos movimientos, la salida de Cebrián de Prisa – aunque solo sean rumores lo cierto es que ha sido sustituido en los hechos por Santillana – con el aumento de poder accionarial, y con el hecho de que haya sido el arquitecto del finiquito del primo Polanco – Javier Díez – y de la operación de salvamento de Prisa en coqueteo con Mediapro. Y lo más interesante de todo, ¿Qué se busca en última instancia con todo esto?, ¿tendrá Cebrián otras tareas de suma importancia que desarrollar? Quizás haga como Felipe González, que después de retirarse como presidente, sus servicios se han hecho estimadísimos en la consolidación de la Trilateral Hispanoamericana que reúne a las 70 familias más ricas del continente sur.

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