Música

Carne de escenario vivo

Cantaor de Badalona, Premio Nacional de Música 2007, Miguel Poveda se atreve con lo que le echen o le nazca, porque como él mismo dice «ésa es la grandeza de esta música». Catalán, hijo de murciano y manchega, residente en Sevilla y entregado a sus orí­genes, ha sabido coger las riendas de su arte y no dejar que le arrastre más que para sentirlo. En el 2006 edita «Desgla퇻, un compendio de poemas catalanes cantados que supone la primera obra en catalán interpretada por un cantaor flamenco. «Cante y orquesta» es su último trabajo, y el 26 de mayo… «Coplas del querer»

"Siento que tengo el comromiso de hacer algo, como amante y defensor del género”. Con este trabajo busca homenajear al género que le ha acompañado durante toda su infancia, rompiendo de nuevo con los tópicos a cerca de los límites en los que ha de moverse un cantaor flamenco.Sus referentes son, fundamentalmente, Manolo Caracol, Rafael Farina y Miguel de Molina. Pero en este disco Poveda imprime con su voz una forma particular de interpretar que le ha convertido en el artista más prometedor y reconocido en estos momentos dentro del universo flamenco. Con arreglos y la producción de Joan Albert Amargós y el guitarrista Chicuelo, quince días de cuenta atrás y una cita musical.Dieciocho temas en dos discos con zambras y tangos aflamencados, y un pasodoble al que han intentado descolgar los farolillos. Miguel Poveda introduce además una presencia esencialmente española, en el sentido del mestizaje que se refleja en cada poro de la piel: amor y desamor en el cante, evitando estandartes de españolidad que obligan a expresar lo nuestro más de fondo, sin la ayuda temática y emocional de los temas clásicos.“A ciegas”, incluido en el disco, es el tema principal de la última película de Pedro Almodóvar, “Los abrazos rotos”, en la que trabajó con el responsable de la banda sonora de la cinta, Alberto Iglesias.Poveda se dio a conocer en el Cante de Las Minas, en La Unión (Murcia), en 1993. A partir de ahí comenzó a rodar en los escenarios y a visitar los estudios de grabación. Viento del Este (1995), Suena flamenco (1999) y Zaguán (2001) fueron sus primeros trabajos discográficos.Después, mientras seguía llenando de flamenco los escenarios, puso voz y música junto a Joan Albert Amargós y Enric Palomar a los Poemas del exilio de Rafael Alberti (2003) y, de nuevo junto a Amargós, a poetas catalanes en Desglaç (2005). Hasta 2006 no regresó al flamenco, con Tierra de calma, en el que trabajó con Juan Carlos Romero.Miguel Poveda es de los de carne de escenario, porque para lo otro “ya está en el disco”. En sus conciertos a parte de dar su toque vivo y personal, evita recrear lo grabado. "Me gusta sentirme libre y cantar lo que me nace en el momento, improvisar, darlo todo. Ésa es la grandeza de esta música, tener esa parte en el escenario de no saber qué va a pasar es lo que hace que el flamenco esté vivo". Ningún concierto es el mismo… literalmente.Según dice, el musical es el único género que le queda por tocar.

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