Cuarta Asamblea ciudadana de Podemos

Cambio de ciclo en Podemos

La dirección de la formación morada cambia de rostros, pero ¿basta eso para cambiar de ciclo, para iniciar una nueva tendencia que recupere la influencia social que tuvo hace pocos años? ¿Es un problema de dirigentes o es una cuestión que hace referencia a la línea política?

La Cuarta Asamblea Ciudadana Estatal de Podemos, Vistalegre IV, celebrada del 6 al 13 de junio, se ha cerrado con la elección de la actual ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, como nueva secretaria general de Podemos con el 89,7% de los votos emitidos.

Podemos tiene 530.000 inscritos, y en la elección podían participar 138.847 inscritos verificados con derecho a voto, y han participado 53.443, el 38,5%, una participación similar a la anterior Asamblea de 2020.

Vistalegre IV deja un cambio evidente en la dirección de Podemos después de la dimisión de Pablo Iglesias de todos sus cargos políticos y el abandono de la política activa y la elección de Ione Belarra.

Cambios como el de Lilith Verstrynge, que será la nueva secretaria de organización, la primera mujer que ocupará ese cargo, dentro de una apuesta por un Podemos con más mujeres en los órganos dirección y “más coral” con liderazgos colectivos más “colaborativos y no confrontativos” para cerrar enfrentamientos que han debilitado a la organización en los últimos años.

Un cambio en la dirección que la Asamblea Ciudadana confirma y se extiende a la dirección del grupo parlamentario de Unidas Podemos, que estará encabezada por la ministra de Trabajo Yolanda Díaz, de Izquierda Unida.

Ione Belarra se ha concentrado en lo que sería la hoja de ruta de Podemos para los dos años que quedan de legislatura.

Defender la agenda social del gobierno de coalición concentrada en medidas como: la Ley de Vivienda y regulación del precio de los alquileres; la Ley Orgánica de Garantía integral de la libertad sexual, conocida como la Ley del “solo sí es sí”; o la creación de una empresa pública de la energía… Así como “dejar de retrasar la edad de jubilación en las pensiones”, y la reforma laboral que “garantice a los jóvenes tener un empleo estable”.

Sin duda son medidas necesarias para responder a las necesidades más inmediatas y paliar las gravísimas consecuencias de la pandemia económica. Pero que por sí solas no pueden resolver la salida de la crisis en beneficio de la mayoría y los problemas estructurales que aumentan las desigualdades, agrandan el abismo social y dejan en el camino amplios sectores de la población empobrecidos, trabajadores pero “trabajadores pobres”. Y que solo desde un programa de redistribución de la riqueza es posible afrontar.

Dos ausencias y un problema

Resulta sorprendente que dos de los asuntos políticos de máxima actualidad y con implicaciones decisivas para nuestro país, económicas, políticas y militares hayan estado ausentes de la Asamblea, sin ninguna referencia de los dirigentes de Podemos.

Bruselas decide esta semana sobre los planes de recuperación presentados por España y Portugal, serán los primeros en ser revisados y por lo tanto también pueden ser los primeros países en recibir el primer dinero que llegue de Bruselas, unos 13.000 millones de euros iniciales. Está en juego qué destino, quién y cómo se ejecutan esos fondos…

Pero también cómo se van a desarrollar las condiciones impuestas por Bruselas, sobre todo en las reformas estructurales de las pensiones, laboral y fiscal.

La línea para defender la unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España, sigue siendo una de las asignaturas pendientes de Podemos

Mientras Podemos celebraba su Asamblea, ha tenido lugar el viaje de Biden a Europa, la Cumbre del G-7 y de la OTAN. El gobierno ha ofrecido nuestro país para ser la sede de la Asamblea de la OTAN de 2022 coincidiendo con el 40 aniversario de nuestra integración, con un referéndum con trampas y chantajes del que siguen sin cumplirse ninguna de las condiciones.

Una España en la OTAN y unas bases norteamericanas en nuestro país cada vez más implicados en una estrategia militar que nos aboca a una nueva estrategia de tensión internacional frente a China.

Y un problema. El de la unidad. La línea para defender desde la izquierda la unidad del pueblo de las nacionalidades y regiones de España, sigue siendo una de las asignaturas pendientes de Podemos. Ione Belarra reivindicó la necesidad de reforzar los vínculos con los partidos de la moción de censura que conforman, según Belarra, “el bloque de dirección del Estado” con ERC, EH Bildu y PNV…; es decir una línea de frente de izquierdas con la derecha nacionalista de toda la vida, en vez de una línea de frente amplio capaz de unir a todas las fuerzas políticas y sociales desde la derecha democrática a la izquierda.

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