Televisión

¿Bye bye Spain?

El 13 de Diciembre de 2006 la televisión belga interrumpí­a sus emisiones dando paso a un supuesto periodista que anunciaba: «Flandes ha declarado unilateralmente su independencia». Con perplejidad los espectadores contemplaban acto seguido un reportaje en el que, sin dar ninguna pista sobre el montaje, se proclamaban consignas como «Bélgica ha dejado de existir», «el Rey ha abandonado el paí­s» o «existen controles policiales en la frontera flamenca». Anoche la televisión pública TV3 emitió este polémico «documental», en un gesto de apologí­a de la mentira para la manipulación ideológica.

Contradictoriamente la emisión ocuaba el espació llamado “Sense Ficció” (Sin Ficción) en una paradoja digna de una novela de Orwell. El falso documental, titulado “Bye bye Belgium” (Adiós Bélgica), iba acompañado de una entrevista, esta al parecer si era real, con el director de la película, Philippe Dutilleul. En ella se planteaba que el objetivo era “incentivar entre los ciudadanos el debate sobre una contradicción importante en la vida del país”. ¿Incentivar el debate a partir de un engaño? ¿Mostrar una falsa imagen catastrofista para “ayudar” a los espectadores a que se posicionen?Estas polémicas ya levantaron mucha polvareda en Bélgica tras la emisión del video, pero a la televisión catalana este producto le pareció una perita en dulce. Un regalo que ofrecer a los “soñadores” separatistas, que durante una hora tuvieron la ilusoria visión de un país roto, que sin duda desearían se hiciera realidad en España. Precisamente este mismo espacio de la televisión pública es el que hace unos meses emitió sendos documentales que trataban la historia de la organización terrorista Terra Lliure, y cuya visión parcial y conciliadora con el terrorismo les valió numerosas quejas, entre ellas la del Consejo del Audiovisual.El formato de “falso documental” es una técnica que viene proliferando desde hace unos años. Utilizar el lenguaje de este género para demostrar que no siempre lo que se nos muestra bajo la apariencia de real tiene porque serlo. Un formato interesante siempre que el espectador sea consciente de que lo que está viendo es pura ficción. Además de un recurso muy útil y todavía original en el cine de ficción, como demostró Achero Mañas en su película “Noviembre”. Sin embargo se convierte en un premeditado ejercicio de anti-democracia y engaño, cuando se disfraza de información relevante lo que en realidad es un montaje manipulador, algo que parece haber encandilado a los programadores de TV3.

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