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Bruselas reitera que las condiciones para el rescate de España serán estrictas

Han sido dos intervenciones inesperadas tanto la del ejecutivo Comunitario como la del presidente del Banco de Francia. Como resultado más evidente han vuelto a echar un nuevo jarro de agua fría sobre las aspiraciones del Gobierno de Mariano Rajoy de rebajar el tono de las declaraciones sobre la necesidad de que España acuda al rescate. La Comisión Europea por un parte y Christian Noyer por otra, han insistido en que si España quiere utilizar los fondos del Banco Central Europeo los tiene que pedir. Y además de tener que pedir oficialmente el rescate, condición sin la cual no habrá, las condiciones serán estrictas como anunció el Presidente del BCE, Mario Draghi. En este sentido van las declaraciones de Noyer al Frankfurter Allgemeine Zeitung. Nadie entiende a qué juegan los responsables del Ejecutivo español ocultando lo evidente.

Porque según el portavoz del comisario de asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, las condiciones que se impondrán a España si pide el rescate para que el Banco Central Europeo compre deuda se basarán en las recomendaciones de la UE en materia de política económica ya existentes, a las que se añadirá un calendario con plazos de aplicación.

El portavoz, Simon O’Connor, trató este miércoles de echar balones fuera y eludir dar una respuesta clara. Pero la insistencia de la corresponsal de la Cadena Ser, Griselda Pastor, le llevó a tener que reconocer que el Ejecutivo comunitario considera que los requisitos impuestos a España serán «estrictos y eficaces», tal y como reclama el presidente del BCE, Mario Draghi.

Las perífrasis utilizadas por O’Connor no hablan muy bien a favor de la transparencia que quiere el Ejecutivo comunitario que prevalezca sobre toda la acción política europea. Pero O’Connor balbuceó que las posibles condiciones ligadas a un programa para un Estado miembro que pide asistencia financiera estarán basadas en las recomendaciones para cada país presentadas en un memorándum con objetivos políticos específicos y plazos claros.

Aunque el Gobierno se resiste a solicitar la ayuda a Europa y los portavoces de la Comisión parecen constreñidos por no se sabe muy bien qué pacto de silencio, los expertos apuntan que la petición es cuestión de tiempo, ya que los costes de financiación de España se han abaratado pero no lo suficiente para evitar el rescate. Las últimas operaciones en el mercado secundario realizadas de madrugada mostraban que la rentabilidad de la deuda española estaba en el 5,79 % con una prima situada en los 407 puntos. Insistimos, demasiado caro para no tener que acudir al rescate.

Los funcionarios comunitarios siguen manteniendo contactos con el Gobierno español para asistirle en la elaboración del plan nacional de reformas que el ministro de Economía, Luis de Guindos, prometió al Eurogrupo en la reunión informal de Chipre y que se presentará el 28 de septiembre.

El plan está basado en las recomendaciones de la Unión Europea e incluye calendarios precisos de de aplicación, como confirmaba el portavoz de Olli Rehn.

Entre las recomendaciones que quedan pendientes de concretar están el retraso de la edad de jubilación, mejorar las políticas activas de empleo y la coordinación entre los servicios nacional y autonómico de búsqueda de empleo y liberalizar las profesiones y sectores regulados.

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