Entrevista a Diego Cañamero, secretario general del SAT

«Bruselas dice que hay que recortar y el Gobierno no le planta cara»

El pasado 22 de noviembre, Diego Cañamero, secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores, fue detenido por no presentarse en los juzgados ante un llamamiento judicial. Mientras, responsables de las principales cajas que han llevado a la ruina a miles de ciudadanos, campan a sus anchas en un proceso que lleva más de un año en los juzgados.

¿Qué es lo que motiva tu detención?Fundamentalmente porque en el 2010 me declaré insumiso judicial y no atiendo ninguna llamada de ningún juez, ni acudo a declarar cuando me llama ningún juzgado. Cuando te llaman y no acudes, a la tercera vez, tienes que hacer acto de presencia por la buenas o por la detención.En este caso era por la huelga de la limpieza de El Coronil. Me denunciaron por los piquetes de la huelga y no acudí a declarar.Se acusa al SAT de incumplimiento de los servicios mínimos….«Normalmente se dice que la Justicia es ciega, pero en este caso podríamos decir que es tuerta» Sí. La interpretación del ayuntamiento era que los servicios mínimos suponían recoger la basura en todo el pueblo un día sí y otro no. Así no había huelga ninguna. Y nosotros interpretamos que los servicios mínimos eran colegios, guarderías, ambulatorios, los institutos y el mercado. En esos puntos se recogía la basura diariamente. La interpretación del CENAC iba en esa dirección, no en la del ayuntamiento, que exigía que se recogiera la basura un día sí y otro no.En todo caso, llama la atención la celeridad con la que se resuelve un llamamiento judicial como este, y la lentitud para otros…Normalmente se dice que la Justicia es ciega, pero en este caso podríamos decir que es tuerta. Porque un ojo lo mantiene bien abierto para los movimientos sociales y sindicatos, los que luchamos contra las injusticias, y con el ojo tuerto no quiere ver ni a los banqueros, ni a los políticos corruptos. No se quieren ver las injusticias. Hay dos varas de medir, una contra los trabajadores y los que luchan, y otra contra los que roban, permitiendo y tolerando a los que cometen las injusticias.Existen jueces independientes, como hemos podido ver en muchos casos, pero parece que en las mismas leyes hay establecidos plazos interminables y “atajos” para evitar la aplicación de la justicia para determinados delitos que se le imputan a una minoría. “Atajos” que no sirven, sino que se convierten en aplicación implacable de la legislación para la mayoría de la población.Todos sabemos que los banqueros han robado, y no se les llama ni se les procesa. Igual que los terratenientes utilizan las ayudas al campo de forma fraudulenta, o los casos de los EREs con miembros del gobierno andaluz imputados, por no hablar de Gürtel o el caso Urdangarín, que son una vergüenza. Sin embargo, no hay miramientos con un movimiento sindical que lo que hace es denunciar las injusticias que se están cometiendo con los trabajadores en el campo andaluz.La vuestra es una lucha, especialmente en Andalucía, por los derechos y libertades de los jornaleros andaluces. ¿Qué pasos estáis dando para uniros a las exigencias del resto de sectores?Hemos puesto en marcha lo que le llamamos Bloque Crítico, en el que participan unas 50 organizaciones en Andalucía, movimientos sociales, sindicales y políticos, que estamos fraguando entre todos, y dando esa respuesta que necesitamos contra la crisis.Pero yendo más allá, ¿no crees que es clave unirse en torno a una demanda que una al 90% de los sectores sociales?«Hay dos varas de medir, una contra los trabajadores y los que luchan, y otra contra los que roban» Ese es nuestro mensaje. Cuando la injusticia se cuela en una casa no pregunta de qué partido eres ni a qué partido has votado. Trabajadores, funcionarios, pensionistas, pequeños empresarios, autónomos… lo que hace falta es un movimiento civil y social, de abajo a arriba, que realmente pueda cambiar las cosas y que en el futuro puedan poner gobiernos que representen al pueblo. Porque ahora tienen el voto pero no representan al pueblo ni trabajan para el pueblo.En este sentido es importante tener en cuenta que parte de los empresarios sufren las duras presiones de la banca y el capital extranjero, y que al mismo tiempo existe una fractura cada vez mayor con las condiciones de vida de todo el pueblo. ¿Crees que hacen falta políticas que unan los intereses de empresarios y trabajadores frente a la banca y el capital extranjero?Sobre todo las pequeñas y medianas empresas, y los autónomos, los que tienen que trabajar 12 horas para sacar adelante su negocio, los que generan el 80% de puestos de trabajo. Por eso hay unir y vincular a todos estos sectores, frente a las políticas de los bancos, monopolios y especuladores. Es muy importante de que la gente tome conciencia de esto.El problema es que esa parte del pueblo no tiene representantes ni dirigentes políticos, está buscando su importancia política como sector. Y eso es lo que buscamos nosotros también, montar un frente de personas honestas que sepan realmente lo que hace falta para reivindicar y unirse toda la población.¿Cuál es ahora vuestra campaña principal?Estamos organizando pueblo a pueblo la movilización del 23 contra el pensionanzo, y una marcha a Madrid para el día 22 de marzo, en la primavera, donde intentar que la gente le diga al gobierno que o cambia radicalmente o se tendrá que ir. Sobretodo hay que exigir que no se pague la deuda y que se paralicen y reviertan los recortes.El FMI y Bruselas han vuelto a exigir nuevos recortes a España, mientras tenemos encima de la mesa el nuevo recorte a las pensiones. ¿Crees que en la defensa de las pensiones podemos confluir todos los sectores en una lucha común como columna vertebral del Estado social?Sobre todo, respecto a las pensiones, es que no paran de decir mentiras. Condicionan las pensiones a los ingresos de la Seguridad Social. Y yo me pregunto, ¿el Ministerio de Defensa o del Interior, el sistema de carreteras, es deficitario o no? No se puede condicionar las Pensiones a los ingresos de la Seguridad Social exclusivamente, sino a los Presupuestos Generales del Estado.Es un objetivo fundamental cuidar a las personas que han dado décadas de su vida por la sociedad. Asegurar que cobran una pensión, evidentemente porque antes ya la han cotizado. Y si hiciera falta otros ingresos para complementar las cotizaciones para eso está la solidaridad de los Presupuestos Generales del Estado. Porque yo que he sido alcalde de un pueblo, la Feria era deficitaria, y sin embargo poníamos una partida para la Feria. Y teníamos ayudas sociales a las que había que dedicar partidasextraordinarias. El Estado debe actuar solidariamente para asegurar todas las necesidades de la sociedad y no vincular las pensiones exclusivamente a las cotizaciones de la Seguridad Social. Esa es la estafa de las estafas.Otra mentira es que sean deficitarias las pensiones, cuando las han hecho deficitarias reduciendo las cotizaciones de las empresas a la Seguridad Social. Porque hasta el 2010 daban superavit año tras año.No solamente eso. Si se persiguiera el fraude fiscal se recaudarían más de 50 mil millones más. Es decir, si se evitaran las evasiones a los paraísos fiscales, que grandes personajes públicos coticen fuera de España… no habría que recortar nada. Lo que pasa es que el Gobierno mira de una manera a los ricos y de otra a los pobres. Bruselas dice que hay que recortar y el Gobierno no le planta cara. No es que no se atrevan, es que representan a los ricos.En unos meses se celebran las Elecciones Europeas y una de vuestras principales reivindicaciones son las ayudas al campo. ¿Crees que hay que recuperar soberanía y renegociar los acuerdos con Europa en materia de agricultura y ganadería?Hay que replantearse las ayudas, sí, pero también el reparto interno. Las ayudas que llegan de Europa deberían estar condicionadas a la creación de puestos de trabajo, al respeto al medio ambiente y a la transformación de los productos de la tierra. Los grandes terratenientes no se dedican a eso, les dan el dinero y con él hacen lo que les da la gana. No son gastos finalistas, sino que se los dan para que se los gasten, como un gasto corriente.

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