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Es una vergüenza lo que ha sucedido en la Asamblea de Madrid, mientras sus señorías discuten sacando la basura corrupta que guarda cada uno, la población de Madrid sufre como ninguna el paro, la morosidad, el desguace de la sanidad pública, la precariedad…
En Madrid el aro el pasado año aumentó en 116.183 personas, un 50,7 por ciento, lo que sitúa el número de desempleados en 345.333.La media del aumento del paro en España es del 40%. Madrid está, por tanto, diez puntos por encima de la media nacional. Lo que significa que en Madrid la crisis lleva un grado de aceleración mayor que en el conjunto del país.Esto explica que Caja Madrid prevea un aumento de la morosidad en la comunidad para este año del 7%, frente al 2% que se estima suba la media nacional.En Madrid, según datos del Consejo General del Poder Judicial, las ejecuciones judiciales hipotecarias se han multiplicado por tres. Los juzgados están desbordados.En la comunidad las ayudas asistenciales no dan abasto y el perfil de los solicitantes ha cambiado dramáticamente.Los primeros barrios afectados según Cáritas han sido: Vallecas Puente y Villa, Ciudad de Los Ángeles y Orcasitas. Luego se ha ido extendiendo a casos en San Blas, Vicálvaro o Fuencarral. Es decir, se ha ido extendiendo de barrios populares a zonas donde vive quines se consideraban “clase media”.El tipo de población que solicita ayudas es significativo. Según datos de Cáritas un 60% son familias jóvenes, de 30 a 40 años, con dos o tres hijos en edad escolar y que han formalizado una hipoteca a 30 ó 40 años y que ahora no pueden hacer frente a los pagos de la letra. Aproximadamente la mitad de ellos son inmigrantes, y la otra mitad, españoles.Por otra parte, la atención de la sanidad pública madrileña –sometida a un oscuro proceso de privatización- ofrece espectáculos dantescos. La sala de urgencias del Hospital Clínico habilitada para 18 camillas, a las diez de la mañana ya está saturada con 38 pacientes, es decir, más del doble. En la Unidad de Primera Asistencia, los pacientes son atendidos en el pasillo.Sólo el salario base parlamentario es de 3.000 euros, pero dietas, pluses e indemnizaciones llevan a que la cifra duplique o triplique en cada caso. Nos tenemos que preguntar ¿para qué se le paga a esta gente? Hunden a la comunidad mientras se sacan las liendres.