"Sí, yo puedo", un método cubano de alfabetización impulsado por el MST

Brasil retoma su cruzada alfabetizadora

El poderoso Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST), presente por todo Brasil, pretende usar esta experiencia de Bahía, para declarar una guerra sin cuartel al analfabetismo.

El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) junto con el Gobierno del Estado de Bahía -casi 15 millones de habitantes, gobernado por el Partido de los Trabajadores- y la Universidad del Estado de Bahía (Uneb) han dado comienzo a una nueva cruzada para desterrar el analfabetismo de este rincón de Brasil. El programa «Sí, yo puedo», utilizado con enorme éxito en Cuba después de la revolución de 1949, lleva muchos años siendo aplicado por el MST, y con 300 clases en 16 municipios piloto, tiene como objetivo enseñar a leer y escribir (de manera básica) a 4.500 personas -principalmente mujeres, niños y ancianos-… en sólo 4 meses.

“El objetivo es erradicar el analfabetismo en el estado de Bahía”, afirma Poliana Reis, coordinadora de Educación Rural y Quilombola de la Secretaría de Estado de Educación (SEC). Este método, creado y utilizado en Cuba, permitió la práctica alfabetización del 100% de los habitantes de la isla en tiempo récord, y ha sido aplicado con enorme éxito por múltiples países, entre ellos Brasil.

El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), uno de los movimientos sociales más organizados. importantes y poderosos de la historia de Brasil, es el impulsor original de este método alfabetizador, e invitó a la SEC, al Estado de Bahía y a la Universidad estatal a formar un consorcio para reimpulsarlo, luego de los siete años de obstáculos y ninguneo de los gobiernos de Temer y Bolsonaro. Pero con o sin ayuda oficial, el MST lleva décadas aplicando esta doctrina alfabetizadora en las comunidades rurales y quilombolas, con hasta 120 escuelas en asentamientos y campamentos campesinos.

El «Sí, yo puedo» es un método alfanumérico, que asocia letras con números. “Esto es muy importante, porque, para las personas que no tenían acceso a las letras, a la aprehensión de escribir y leer, es más fácil hacer esa asociación con los números, que está más presente en la vida de las personas, en los procesos de compra y venta, etc. Les facilita identificar las letras”, explica Reis.

Además, las clases tienen apoyo audiovisual «mediante telenovelas, captan la atención de la gente». Se trata de productos audiovisuales pedagógicos y específicamente diseñados y adaptados a las señas culturales de identidad del grupo al que se alfabetiza, «con 17 vídeos, cada uno de los 65 capítulos trae un aprendizaje diferente y contextualizado», dice Síntia de Paula Carvalho, del MST y coordinadora de «Sí, Yo Puedo» .

El método, cuya efectividad está más que probada durante décadas y en diferentes países, hace que tras cuatro meses sus alumnos dominen la escritura y la lectura, a un nivel en el que puedan escribir una nota. “Obviamente, eso solo no es suficiente. Hay continuidad, planificación después de esta primera etapa, cuando se trabajan los círculos de cultura, a partir del método de Paulo Freire”, agrega Poliana Reis.

El MST, presente por todo Brasil, pretende -en alianza con el gobierno de Lula, los gobernadores progresistas, y las universidades- usar esta experiencia de Bahía, para declarar una guerra sin cuartel al analfabetismo. “Para que los niños, los jóvenes y también los adultos puedan estudiar dentro del propio asentamiento, tengan acceso a una licenciatura, a un posgrado. Esto es muy importante para nosotros, para mejorar la calidad de vida, y para potenciar lasluchas colectivas”, dice la coordinadora de «Sí, Yo Puedo»

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