Cambio de actitud de Irán hacia EEUU

Boxeo por ajedrez

Cada vez son más los sectores y dirigentes del régimen de los ayatolás que lanzan mensajes que indican que Irán se dispone a dar un cambio en su planteamiento estratégico con EEUU. Al mismo tiempo que exigen a la superpotencia signos inequí­vocos de que el cambio de actitud se traducirá en concesiones y en una participación activa de Irán en el futuro diseño de Oriente Medio, Teherán ofrece a cambio cooperación a Washington, reconociendo incluso la coincidencia de intereses en algunos puntos calientes.

El residente del Parlamento iraní, Alí Lariyani, instó hoy a Estados Unidos a emprender "acciones concretas" que contribuyan a resolver los problemas que enfrentan a ambos países desde hace tres décadas, y pidió también a Washington que cambie "el combate de boxeo" por una "partida de ajedrez" en Irán, ya que su política hasta la fecha no ha hecho más que dañar sus propios intereses en Oriente Medio y Asia Central."Los problemas entre Irán y Estados Unidos no son sentimentales y no pueden resolverse únicamente con discursos, necesitan acción. (EEUU) En el pasado ha violado los derechos del pueblo iraní y no ha cambiado su actitud hacia él. No es boxeo, debe ser ajedrez", dijo Lariyani. En este sentido, el clérigo reiteró –por primera vez desde que ambas partes empezaron a lanzar mensajes conciliatorios- que el diálogo puede ser “beneficioso para ambas partes” porque "lo que ocurre en Afganistán, Irak, el Líbano y Palestina es malo para la región pero también para los intereses de Estados Unidos". Y razón no le falta. La “línea Obama” necesita apaciguar Oriente Medio para poder estabilizar su poder y clavar profundamente sus garras en Afganistán, la auténtica pieza clave del tablero eurasiático, la herencia de Bush a la que Obama no está dispuesto a renunciar. Un conflicto palestino-israelí extremadamente inestable, que amenaza con extenderse a Líbano o Siria, un Irak pantanoso o un Afganistán vietnamizándose son problemas muy serios para Washington. Un Teherán en contra podría terminar de desestabilizarlo todo. Un régimen iraní cooperante podría facilitar enormemente el complicado panorama de la superpotencia para reasentar su poder en Oriente Medio.En este cambio de actitud hacia Washington que algunos sectores del régimen iraní se plantean dar puede estar influyendo no sólo los beneficios geoestratégicos que Teherán puede obtener a cambio, sino también una salida a la situación económica del país, que se agrava mes a mes con la caída del precio del crudo, principale fuente de riqueza de la nación. El ex presidente iraní Mohamad Jatamí -cabeza electoral del sector aperturista y reformista del régimen de los ayatolás y principal contrincante del actual presidente Mahmud Ahmadinejad- ha comenzado a desgranar su programa electoral y ha sugerido que Irán debe atraer inversiones extranjeras para poder superar la crisis y desarrollar su economía. El líder reformista también ha apostado por un golpe de timón en las relaciones exteriores que facilite el levantamiento del embargo internacional que desde hace casi tres décadas pesa sobre el país."Para compensar nuestras escasas divisas, necesitamos atraer la inversión extranjera. Debemos tener una política exterior mucho más activa y cuando esto ocurra, el país conseguirá inversión exterior y tecnología", afirmó Jatamí. Durante su etapa en la presidencia, trató de impulsar una reforma y apertura hacia el exterior, que sin embargo colisionó con los sectores más inmovilistas del régimen teocrático iraní. En los últimos meses, Jatamí se ha mostrado muy crítico con la política del actual presidente, el conservador Mahmud Ahmadineyad, al que desde diferentes sectores se le recrimina una mala gestión económica.Irán es hoy un poder regional emergente, pero como cualquier potencia, ha de cuidar que su base económica sea estable para poder acometer sus proyectos geopolíticos. El cambio de estrategia que se proponen los reformistas también se corresponde a esto.

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