Selección de prensa nacional

Botí­n en estado puro

Crisis, banca, banca, crisis y en medio la preocupación por que la profundización de la crisis derive en el estallido del creciente malestar social que se observa. Este es el centro que ocupa -y va a hacerlo durante un largo perí­odo de tiempo, además de forma creciente- a la mayorí­a de los medios de comunicación españoles.

El Gruo Prisa revela hoy en su cabecera económica la segunda pata del Plan B, el del drástico ajuste, que expuso ayer. La necesidad de abordarlo desde un amplio pacto político y social, al estilo de los Pactos de la Moncloa de 1977, por la dureza misma del ajuste que propone descargar sobre el pueblo trabajador. Quienes tengan memoria histórica recordarán que aquellos pactos significaron la formación de un amplio frente monopolista que, al mismo tiempo que fijaba definitivamente las vigas maestras del nuevo régimen político, permitió desactivar y frenar la potente movilización obrera y popular que se había gestado en los años finales del franquismo. Condición para que el nuevo régimen pudiera liquidar muchas de las conquistas sociales y avances salariales que en los primeros años de la Transición se habían conseguido. El director de La Vanguardia sigue insistiendo en la dirección de poner de manifiesto la concatenación del malestar social que inevitablemente acompaña a cualquier crisis, y mucho más una de la intensidad y la dimensión que estamos viviendo. Lo que le lleva, como conclusión, al mismo punto: la necesidad de un gran pacto entre todas las fuerzas políticas y sociales del régimen ante lo excepcional de la situación que se avecina.Económico. Cinco DíasESPAÑA NECESITA UN GRAN PACTO DE ESTADOLa profunda recesión se ha llevado por delante un millón de empleos, más de 2.500 empresas han entrado en proceso concursal, se ha congelado el crédito y el consumo y la inversión han descendido en picado arrastrando la producción industrial. Éstos son efectos cuantificables, aunque también hay estragos latentes. La admiración que despertaba el ‘milagro económico’ español se ha volatilizado en apenas unos meses y ha quedado patente que el boom inmobiliario enmascaró unas deficiencias estructurales que han explotado ahora con virulencia.Nadie, ni siquiera el Gobierno, duda ya de la gravedad de la situación y esperar de brazos cruzados a que las deficiencias se arreglen solas es un lujo que España no se puede permitir. El presidente del Consejo Superior de Cámaras, Javier Gómez Navarro, o el presidente del Senado, Javier Rojo, han pedido abiertamente un pacto de Estado para afrontar la crisis. Emilio Botín, presidente de Banco Santander, apeló ayer a la unidad de los sectores público y privado para apoyar la economía. El propio presidente del Gobierno admitió públicamente que él solo no tiene capacidad para solventar el problema. A ellos se suman expertos económicos y agentes sociales consultados por este periódico.El Gobierno, superado por los acontecimientos, no debe hacer oídos sordos a esta demanda. Es urgente que convoque a la oposición, a los agentes económicos y sociales y a los distintos ámbitos ciudadanos para negociar un gran pacto social que aborde los problemas -económicos y no económicos- que lastran la competitividad española. Esta crisis durará más o menos tiempo, pero los males crónicos aflorarán de nuevo en la próxima si no se buscan remedios negociados que garanticen la continuidad de las transformaciones.España no puede seguir apuntalando su economía sobre la construcción y el turismo, dos sectores con empleos de escasa productividad, que en todo caso habrá que mimar y mantener. Queda patente que algo falla si se compara el comportamiento del desempleo en España con el de otros países comunitarios. En los doce meses de 2008 el paro aumentó en España 5,7 puntos, hasta el 14,4%. Por contra, Alemania lo redujo en 0,7 puntos, colocándolo en el 7,2%. Es más que suficiente para plantear con urgencia una negociación que concluya con reformas en muchas parcelas económicas como la laboral, la fiscal y la energética, para mejorar la estructura de costes empresariales; la educativa y formativa, para mejorar el desempeño del capital humano; la de la justicia, para agilizar los procesos concursales y no frenar nuevos proyectos; los mercados de servicios, el transporte o las trabas burocráticas para ampliar el crecimiento potencial. La tarea es de tal envergadura y relevancia que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero no debe abordarlo en solitario. Debe negociarse entre los afectados, sobre todo empresarios y sindicatos, pero con plena cobertura política, tanto del Gobierno como del Parlamento.No será la primera vez que se ensaya en España un gran pacto de Estado. En 1977 los políticos dieron abrigo con los Pactos de la Moncloa a un gran acuerdo social y económico para superar la crisis embalsada desde 1973. Y la apuesta dio buenos resultados. La sociedad exige el compromiso de todos. Toca. Y con urgencia.CINCO DÍAS. 6-2-2009 Barcelona. La VanguardiaATENCIÓN AL MALESTAR SOCIALJosé AntichDe diferentes países nos empiezan a llegar signos de un creciente malestar social. En algunos, ciertamente, no es nuevo, como es el caso de Francia, que en los últimos tiempos se ha visto sacudida por amplios movimientos de protesta relacionados con el enfado de las nuevas generaciones de hijos de inmigrantes (…) Con la evolución de la crisis económica y el creciente pesimismo que invade la sociedad, algunos indicios permiten pensar que hay una reactivación de aquel malestar en amplios sectores juveniles, así como en las clases medias. El Reino Unido o Italia también se enfrentan a un panorama similar entre sus ciudadanos, al tiempo que se propaga en muchos sectores un debate imparable, y en muchas ocasiones con claros tintes xenófobos. Habrá que ver, por ejemplo, qué acaba votando la muchas veces envidiada Suiza en un referéndum sobre el convenio firmado en el 2002 con la Unión Europea, y que ahora se debe ratificar, sobre la libertad de residencia y trabajo y su hipotética ampliación a búlgaros y rumanos. En Gran Bretaña hemos visto como en el condado de Lincolnshire. Situado en el este de Inglaterra, se ha desconvocado una huelga en una refinería de petróleo después de que se garantizara empleo para ciudadanos británicos. España no va a escapar a este debate y la curva de crecimiento de paro hace temer que no será dentro de demasiado tiempo. En el Reino Unido al conflicto social se ha añadido el ácido debate político entre conservadores y laboristas. ¿Les suena? Tiene razón Duran Lleida cuando pide un pacto político y social, porque la situación es excepcional.LA VANGUARDIA. 6-2-2009 Económico. El ConfidencialBOTÍN EN ESTADO PUROE. SegoviaLa presentación de los resultados del Santander realizada ayer por Emilio Botín dividió en dos a su auditorio, entre los que alabaron su liderazgo -que respaldan unos resultados muy sólidos-, y los que criticaron que ignorase las cuestiones peliagudas. El caso es que el primer banquero de España estuvo sembrao, se gustó, hizo chistes, quedó bien con todo el mundo, eludió cualquier respuesta comprometida y hasta regaló a los asistentes una muestra de ese inglés macarrónico suyo (…)(…) Botín habló de la guerra entre el Gobierno y la banca. "Todos salimos muy contentos de la reunión de Moncloa porque el presidente y el vicepresidente entendieron muy bien cuál es la situación". Claro, como Sebastián no estaba en la reunión, se ve que él no lo entendió. "Son sólo las declaraciones de un ministro", zanjó el tema de forma elocuente el presidente del Santander. Se sumó al coro del sector al defender que la banca no ha cerrado el grifo y que el problema es la crisis económica, que hace imposible que el crédito aumente, a lo que hay que sumar el excesivo endeudamiento de las familias y empresas, que debe reducirse. Pero no se quedó ahí, sino que pasó al contraataque: "La banca haría un flaco favor a la economía dando crédito de forma irresponsable poniendo en peligro la solvencia del sistema" (o sea, lo que había hecho hasta ahora). Y se permitió hasta hacer una propuesta: ampliar las líneas del ICO a empresas de hasta 500 empleados y a créditos de 5 millones de euros, siempre que el instituto público aumente su garantía. "Si se acepta, el Santander se compromete a adjudicar 6.000 millones", dijo.Por supuesto, después de la de arena vino la de cal para Zapatero: "El Gobierno ha actuado como debía y ha hecho lo que tenía que hacer, por lo que también tomará las medidas adecuadas cuando se plantee el momento" de entrar en el capital de las entidades (…)Hubo muchas muestras de su capacidad para verlo todo de color rosa. Un ejemplo: "Estamos muy contentos con Banif, es el mejor banco privado de España y no hay ningún problema, salvo estas dos averías (Lehman y Madoff)". Como es sabido, el descontento de los clientes de su banca privada ha obligado al Santander a ofrecer una compensación, que inicialmente se negó a dar porque no asumía ninguna responsabilidad.Siguiendo por ahí, Botín también dijo que "los clientes afectados por Madoff están muy satisfechos con la solución que le hemos ofrecido, que es la mejor". Ayer se presentó la segunda demanda colectiva (class action) en EEUU contra Santander por este asunto, los demandantes en la primera han solcitado que el juez prohiba que el banco haga llegar la propuesta de solución a los afectados -decidirá sobre ello el día 19- y varios despachos de abogados en España han pedido también a la CNMV que la prohíba, a lo que el supervisor respondió ayer con un documento que intenta aclarar una oferta muy difiícil de entender para el común de los mortales.Y más: "Rodrigo Echenique hizo una visita normal a Madoff porque es bueno ir a ver a las personas y tratar directamente los temas con ellas", y añadió que, "si el banco hubiera sospechado lo que ocurría, no habría tenido ninguna relación con Madoff" (…) EL CONFIDENCIAL. 6-2-2009 Bilbao. El CorreoEVITAR LA CONFUSIÓNEl dato de que durante el pasado año se triplicaron los concursos de acreedores registrados en el ejercicio anterior y el hecho de que el 90% de tales procesos desembocara en la liquidación de la empresa en crisis son reflejo del calado que ha alcanzado la desaceleración económica en nuestro país, previéndose que en el presente año las quiebras empresariales serán más del doble de las consignadas en 2008. La insolvencia severa de las empresas, aquella situación en la que una sociedad mercantil no puede hacer frente a sus obligaciones financieras y de pagos, tiende a carecer de soluciones en un tiempo de generalizado retraimiento económico. Entre otras razones porque muchos de esos casos son el resultado final de una paulatina acumulación de deudas contraídas para salvar la situación. También por eso es necesario serenar la diatriba pública en torno a la responsabilidad que atañe a bancos y cajas respecto a las necesidades crediticias de las empresas. Las contradicciones evidenciadas entre distintos ministros y dirigentes socialistas a la hora de manifestarse al respecto añaden confusión a la percepción ciudadana de un tema enormemente delicado (…) La magnitud y globalidad de la crisis hacen comprensible que las instituciones públicas y los responsables políticos no sepan a ciencia cierta cómo afrontarla y qué volumen de medios empeñar en la operación. Pero es en cualquier caso exigible que eviten suscitar discusiones estériles o basadas en un tratamiento equívoco de los problemas (…)EL CORREO. 6-2-2009 Barcelona. El PeriódicoRESPONSABILIDAD Y RIESGO DE LA BANCALa controversia a propósito de las dificultades de familias y pequeñas y medianas empresas para conseguir créditos no para de crecer y centra desde hace unos días el debate sobre las vías para salir de una crisis que no cesa de enviar trabajadores al paro al escalofriante ritmo de 6.000 por día. La reunión mantenida el lunes en la Moncloa por el presidente del Gobierno con los máximos responsables de las seis principales entidades financieras españolas –tres bancos y tres cajas– fue convocada para estudiar cómo las ayudas públicas al sistema financiero en forma de avales e inyecciones de liquidez se transformaban en la apertura de financiación para personas que buscan un préstamo hipotecario y para empresas que dependen del crédito para mantener su actividad. Pues bien, a la vista de las reacciones posteriores, puede decirse que esa reunión fue un fracaso estrepitoso.En los días posteriores a esa cita, no han cesado las más diversas declaraciones –con la clamorosa excepción del PP, cuyos dirigentes guardan un impresentable silencio– sobre el papel que está jugando la banca en la crisis, hasta el punto que algunas entidades financieras, temerosas de quedar ante la opinión pública como los villanos de la película, no han dudado en lanzar campañas de publicidad dando cuenta de nuevas líneas de crédito generosamente dotadas. El momento álgido de esa polémica se produjo cuando el ministro de Industria, Miguel Sebastián, afirmó que el Gobierno estaba "perdiendo la paciencia" con la banca. Fue, sin duda, un exceso verbal, pero también el reflejo, no exento de populismo, del gobernante que detecta el malestar de quienes ven que su actividad se ve gravemente alterada por el cierre del crédito.Emilio Botín, presidente del Santander, primer banco español y uno de los más importantes del mundo, vino ayer a añadir otro punto de vista. Según Botín, es "imposible" que el crédito aumente en la actual situación económica. Es más, sería, según él, un "flaco favor" dar préstamos "de manera irresponsable" a quienes carecen de solvencia. Tiene razón. Pero no se pide que los bancos den créditos de alto riesgo –lo que sería caer en el mismo error que nos ha llevado a la crisis actual–, sino que atiendan, además de a sus balances, a las necesidad de financiación de empresas viables pero que nada tienen que hacer en el contexto actual sin el respaldo de una financiación a un precio razonableEL PERIÓDICO DE CATALUNYA. 6-2-2009

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