Bolivia no acepta el chantaje de los caciques de la "media luna"

Bolivia y la oposición caciquil

Leopoldo Fernández, ex prefecto de la región boliviana de Pando fue detenido el pasado 13 de septiembre, dos dí­as después que grupos de paramilitares armados abrieran fuego discrecionalmente contra una manifestación de campesinos.

El residente de Bolivia, Evo Morales, rechazó este domingo la petición de liberación del ex prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, acusado de la muerte de 18 campesinos, siendo esta la condición que pone el Consejo Nacional por la Democracia (Conalde) para concertar la implantación de autonomí­as en Bolivia.Durante un acto en la región boliviana de Mizque, Morales señaló que «los prefectos dicen que se debe liberar a Leopoldo Fernández y a otros dirigentes polí­ticos, ellos son conspiradores. La liberación de Fernández no está en manos del Gobierno sino en manos de la justicia boliviana».»Los prefectos no quieren diálogo, por tanto, no quieren la implementación de la nueva Constitución Polí­tica del Estado, ni siquiera quieren que haya autonomí­as ( …). Quiero decir desde Mizque a esos grupos neoliberales que quedan en algunos departamentos, con ellos o sin ellos garantizamos las autonomí­as departamentales, regionales e indí­genas», dijo el mandatario.Reiteró que los prefectos y lí­deres empresariales civiles de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Chuquisaca y Tarija, que conforman el Conalde, «en vano me están chantajeando pidiendo que se libere a detenidos, se equivocan».Asimismo, aclaró que si Fernández no cometió actos en donde se evidencie violación de derechos humanos, tanto él como los demás detenidos serán liberados.Leopoldo Fernández, ex prefecto de la región boliviana de Pando fue detenido el pasado 13 de septiembre, dos dí­as después que grupos de paramilitares armados abrieran fuego discrecionalmente contra una manifestación de campesinos en la comarca amazónica de Porvenir, en el extremo norte de Bolivia.»Falsamente piden su liberación, ese ya es un tema polí­tico, qué tengo que ver yo con Leopoldo Fernández y otros detenidos», dijo Morales.Algunos de los prefectos regionales, dueños de las mejores tierras de Bolivia y de sus riquezas mineras y naturales, se lanzaron en una conspiración criminal contra el gobierno de Evo Morales.En una sola de las provincias bajo el mando de uno de los prefectos y potentados dueños de ese paí­s, bandas criminales organizadas por el prefecto local asesinaron a más de 30 personas, gentes del pueblo, indí­genas que respaldaban al gobierno de Evo Morales.Cuatro pequeños dictadores y terratenientes absolutos, se mantuvieron a la expectativa para ver si triunfaba el prefecto sublevado y lanzarse ellos a la revuelta para cometer el crimen de separarse de su paí­s y construir una republica de cinco grandes latifundistas al servicio de los intereses imperiales.Pero esto fracasó. El gobierno y Evo Morales se mantuvieron firmes y lograron que la totalidad de los diez paí­ses de Suramérica se reunieran en Santiago de Chile y, por primera vez en la historia de la América del Sur, unificaran sus criterios y salieran a la defensa de la independencia y autonomí­a de Bolivia.Los mismos que ahora piden la libertad de su compinche, que después de haber sido vapuleados por el voto popular que refrendo la nueva constitución, continúan boicoteando la construcción de las nuevas autonomí­as.

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