El gobernador Luis Fernando Camacho, una de las figuras ultraderechistas más rabiosamente enfrentadas a los gobiernos del Movimiento al Socialismo de Bolivia, líder de la oligarquia separatista de la provincia de Santa Cruz y una de las cabezas del golpe de Estado contra Evo Morales en 2019, ha sido detenido.
Desde que el Movimiento al Socialismo (MAS-IPSP) volvió al gobierno tras ganar las elecciones del 18 de octubre de 2020 -un año después del golpe- la Fiscalía boliviana abrió la llamada «Causa Golpe de Estado I» para depurar responsabilidades penales en el golpe «cívico militar» que llevó al derribo del legítimo gobierno de Evo Morales.
Desde entonces, una decena de personas han sido detenidas y juzgadas, entre ellas la expresidenta golpista Jeanine Áñez . Ahora, tras años reuniendo pruebas, le ha llegado el turno a Camacho, una de las máximas figuras de la sedición golpista y ligado a milicias de extrema derecha. «Luis Fernando Camacho responderá por el golpe de Estado que resultó en robos, persecuciones, detenciones y masacres por parte del gobierno de facto. Confiamos en que esta decisión se sostenga con la firmeza que el clamor popular demandas de justicia”, ha declarado Evo Morales.
Algunas de esas pruebas de su participación sediciosa son los grandes movimientos en las cuentas bancarias de Camacho en las fechas del golpe de Estado, con depósitos de hasta 600.000 euros, que fueron a parar -entre otros destinatarios- a militares que estaban a cargo de las Fuerzas Armadas en el momento del golpe. Al mismo tiempo, el propio Camacho participó en el asalto del Palacio de Quemado, sede de Poder Ejecutivo de Bolivia.
Camacho no es simplemente un cacique ultraderechista, sino que pertenece -por sangre y negocios- al núcleo duro de una auténtica oligarquía financiera y terrateniente, profundamente ligada al negocio de los hidrocarburos… y a los centros de poder imperialistas. Entre 1989 y 2009, la familia de Camacho tuvo el monopolio de la distribución de gas en Santa Cruz de la Sierra, capital de la provincia homónima, hasta que Morales nacionalizó los hidrocarburos en todo el territorio nacional.
Anteriormente, Camacho fue presidente del Comité Cívico por Santa Cruz, donde comenzó a liderar campañas por toda la «Media Luna» boliviana -los estados de Tarija, Chuquisaca, Santa Cruz, Beni y Pando- encabezando un movimiento separatista ultraconservador de la región de mayoría blanca, rica en hidrocarburos, , y con fuerte presencia en la agroindustria.