Blanco cree que hay que subir los impuestos

«España, en relación con los servicios públicos que tiene y en relación a las infraestructuras que tiene y que tiene que seguir desarrollando, cuenta con una base impositiva muy baja en relación con la media de los paí­ses europeos. La pregunta que siempre se tienen que hacer los ciudadanos es que si queremos unos servicios públicos de primera o unas infraestructuras de primera, tendremos que tener también impuestos homologables a los de los paí­ses europeos» (ABC)

EL CONFIDENCIAL.- La economía euroea resurge de sus cenizas. En el segundo trimestre de 2010 creció un 1,7% en términos interanuales y un 1% trimestral. Se trata, en ambos casos, de las tasas más elevadas desde el estallido de la crisis financiera. ¿Y España? Pues aunque ya ha dejado atrás la recesión -el PIB creció un 0,2% en tasa trimestral entre marzo y junio-, en términos interanuales (el indicador más representativo al reflejar un periodo más amplio) continúa con tasas negativas. En concreto un -0,2%. Esto quiere decir que en términos trimestrales la UE crece ya cinco veces más que España, lo que ampliará la divergencia en términos de renta per cápita. Sólo las economías de Letonia (-3,9%), Grecia (-3,5%), Bulgaria (-1,5%) y Chipre (-0,2%) cosechan peores resultados que España. EL PAÍS.- La crisis inmobiliaria en España ha cumplido tres años sin que aparezcan síntomas consistentes de reanimación del mercado y, lo que es más significativo, sin que se hayan cumplido todas las fases del ajuste cuya superación debería permitir una vuelta a la producción sostenida de nuevas viviendas en condiciones suficientes para generar empleo. El crash inmobiliario ha causado en España la pérdida de dos millones de empleos y ha reducido a una cuarta parte el valor de las inmobiliarias cotizadas. No se puede decir, pues, que la convulsión inmobiliaria haya sido liviana. Sin embargo, el ajuste de los precios ha sido insuficiente; para vender el casi un millón de viviendas que pesan sobre los balances de las inmobiliarias y de los bancos hubiese sido necesario un hundimiento de los precios de aproximadamente el 30%, pero apenas se ha ejecutado una rebaja del 17% desde el comienzo de la crisis. Última hora. ABC Blanco cree que los impuestos son “bajos” y hay que subirlos El ministro de Fomento, José Blanco, ha asegurado que los impuestos españoles son "muy bajos" y abrió la puerta a "homologarlos" a la media de la UE para lograr servicios e infraestructuras "de primera", sin concretar si esta subida debería afectar también a las rentas medias o solamente a las más altas. El ministro de Fomento respondió así tras ser preguntado si finalmente se subirá la carga fiscal a los que más tienen, como ha planteado el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechando el debate de las cuentas para 2011 a partir del mes de septiembre. Según Blanco, no habrá que esperar mucho para saber si habrá subida y para quienes: "Cuando abordemos el Presupuesto General del Estado para 2011 en los próximos días, los ciudadanos conocerán la política de ingresos y gastos", precisó. Así pues, a modo de "reflexión", Blanco tomó partido y afirmó que España, "en relación con los servicios públicos que tiene y en relación a las infraestructuras que tiene y que tiene que seguir desarrollando, cuenta con una base impositiva muy baja en relación con la media de los países europeos". "La pregunta que siempre se tienen que hacer los ciudadanos es que si queremos unos servicios públicos de primera o unas infraestructuras de primera, tendremos que tener también impuestos homologables a los de los países europeos", añadió. El Gobierno no da marcha atrás Por el momento, el Gobierno ha confirmado en varias ocasiones a lo largo del último mes que su intención es subir impuestos en el marco de los próximos Presupuestos, aunque sólo para las rentas más altas. La incógnita abierta hasta ahora era si ello afectaría a los tramos del IRPF, si se rescataría el Impuesto sobre el Patrimonio o si se crearía una nueva figura impositiva. "Si hay que pedir nuevos esfuerzos a los españoles lo haré, lo haré en los PGE (…). La idea del Gobierno es que esos esfuerzo van a ser para aquellos con alta capacidad económica", aseguró el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante el último Debate sobre el estado de la Nación, a mediados del mes de julio. Zapatero dijo entonces que se trataba tan sólo de una "idea" para pedir "nuevos esfuerzos" a los ciudadanos con alta capacidad económica. Desde entonces no ha habido concreciones, aunque en los primeros días de agosto el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, aseguró de nuevo que el Gobierno mantiene "totalmente abierta" la posibilidad de subir los impuestos a las rentas más altas. Según dijo, el Ejecutivo "está estudiando" la subida fiscal para "los sectores de la sociedad que tienen las rentas mucho más altas" y añadió que la propuesta "se verá en su momento". Ese momento son los Presupuestos Generales del Estado para 2011, que se debatirán a partir de septiembre. Zapatero también avanzó en el Debate sobre el Estado de la Nación que tomaría las decisiones oportunas, en un contexto de déficit y necesidad de ingresos del Estado, "cueste lo que cueste". ABC. 15-8-2010 Opinión. El Confidencial La economía europea crece ya cinco veces más que la española Carlos Sánchez La economía europea resurge de sus cenizas. En el segundo trimestre de 2010 creció un 1,7% en términos interanuales y un 1% trimestral. Se trata, en ambos casos, de las tasas más elevadas desde el estallido de la crisis financiera. ¿Y España? Pues aunque ya ha dejado atrás la recesión -el PIB creció un 0,2% en tasa trimestral entre marzo y junio-, en términos interanuales (el indicador más representativo al reflejar un periodo más amplio) continúa con tasas negativas. En concreto un -0,2%. Esto quiere decir que en términos trimestrales la UE crece ya cinco veces más que España, lo que ampliará la divergencia en términos de renta per cápita. Sólo las economías de Letonia (-3,9%), Grecia (-3,5%), Bulgaria (-1,5%) y Chipre (-0,2%) cosechan peores resultados que España. El resto de países de la UE ya crece en términos interanuales. Y lo que es todavía más relevante, la actividad económica aumenta con fuerza. Hasta el extremo de que el PIB de Alemania ya crece nada menos que un 3,7%, y el de Francia un 1,7%. Hasta Reino Unido, donde como en España han coincidido en el tiempo la crisis financiera y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, crece ya un 1,6%, por encima de Italia, cuyo PIB aumenta un 1,1%. La actividad económica en Alemania, de hecho, ya crece por encima de EEUU, un 3,2% según el último avance del departamento de Comercio. Los datos de Eurostat dados a conocer este viernes certifican que la crisis económica ha quedado atrás en prácticamente toda Europa. Y aunque la salida no es estrictamente en ‘uve’, ya que siguen existiendo grandes incertidumbres sobre la sostenibilidad del crecimiento, ya es una realidad el fin del ajuste severo. O lo que es lo mismo, las economías se han estabilizado, aunque hay todavía algunos indicadores, como la producción industrial, que dan síntomas de debilidad, como ha revelado Eurostat. Tampoco el empleo se ha recuperado con fuerza, salvo en Alemania. Sin embargo, España es el único gran país que todavía luce una contracción del PIB en términos anuales que probablemente se intensificará en los dos próximos trimestres dada la gran estacionalidad de la economía. Como adelantó el presidente del Gobierno y habían previsto con anterioridad los institutos de coyuntura, es altamente probable que el PIB tenga una recaída en el tercer y cuarto trimestre del año. Básicamente por dos razones: el fin de la temporada estival y el impacto del ajuste del gasto público, que tendrá efectos contractivos sobre la actividad. En media anual el PIB caerá este año alrededor de un 0,5%. El PIB se acelera en España El Instituto Nacional de Estadística (INE) se ha limitado este viernes a dar un adelanto del PIB del segundo trimestre, pero hasta el próximo día 26 no desvelará en qué se fundamenta ese avance de dos décimas en el PIB trimestral, que es, en cualquier caso, superior a la décima de aumento cosechada en el primer trimestre. La evolución del PIB en el segundo trimestre está sesgada al alza por la subida del IVA, que provocó un ‘efecto adelanto’ en muchas compras, tal y como ha reflejado el último Informe de Ventas en las Grandes Empresas que elabora la Agencia Tributaria. En particular en el segmento de venta de automóviles. El impulso de la actividad económica en la eurozona tiene que ver, fundamentalmente, con la recuperación de las exportaciones tras un año 2009 que fue especialmente negativo, con una caída del comercio mundial de alrededor del 15%. La eurozona tuvo en junio un superávit comercial equivalente a 2.400 millones de euros, con unas exportaciones que crecieron un 5,2% y unas importaciones que aumentaron un 4,3%. El caso más espectacular, sin embargo, es el de Alemania, que en el primer semestre del año ha registrado un gigantesco superávit comercial de 60.200 millones de euros, por encima de los 17.000 millones de Holanda y los 16.100 millones de Irlanda. Para hacerse una idea de lo que significan esas cifras hay que tener en cuenta que en el mismo periodo España ha registrado un déficit comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones) de nada menos que -21.300 millones de euros, ligeramente por debajo de los -25.600 millones de Francia, pero a una distancia considerable de los -11.200 millones de Italia. EL CONFIDENCIAL. 14-8-2010 Editorial. El País Tres años interminables La crisis inmobiliaria en España ha cumplido tres años sin que aparezcan síntomas consistentes de reanimación del mercado y, lo que es más significativo, sin que se hayan cumplido todas las fases del ajuste cuya superación debería permitir una vuelta a la producción sostenida de nuevas viviendas en condiciones suficientes para generar empleo. El crash inmobiliario ha causado en España la pérdida de dos millones de empleos y ha reducido a una cuarta parte el valor de las inmobiliarias cotizadas; es la singularidad española que agravó la recesión causada por los bancos estadounidenses y sus hipotecas basura. No se puede decir, pues, que la convulsión inmobiliaria haya sido liviana. Sin embargo, el ajuste de los precios ha sido insuficiente; para vender el casi un millón de viviendas que pesan sobre los balances de las inmobiliarias y de los bancos hubiese sido necesario un hundimiento de los precios de aproximadamente el 30%, pero apenas se ha ejecutado una rebaja del 17% desde el comienzo de la crisis. Pedro Solbes decidió que el mejor tratamiento contra la crisis del ladrillo era dejar que el mercado se ajustase por sí mismo. No fue una decisión irreflexiva. El anterior ministro de Economía consideraba que era inviable sostener artificialmente el mercado de la construcción, a pesar de su potencial de generación de empleo, en razón de la escasez de recursos públicos (en aquel momento estaban comprometidos en otros gastos sociales y el ministro era alérgico a disparar el déficit) y también por cuestiones de equidad. No parecía elegante ni aleccionador que un conjunto de sociedades que se había embolsado pingües plusvalías del boom inmobiliario fuese subvencionado o sostenido con respiración pública en momentos de contracción del mercado. A las duras y a las maduras. En opinión del equipo económico de Solbes, lo más adecuado era un ajuste rápido del mercado (desaparición de las empresas menos estructuradas, destrucción de empleo, caída en picado de los precios) para propiciar una recuperación intensa después. Cuanto más rápido y más profundo fuera el ajuste, con más fuerza sobrevendría la recuperación sectorial. La receta era correcta, pero exigía precisamente que el ajuste fuese rápido y duro. Justo lo contrario de lo que ha sucedido; ha sido más lento y más liviano de lo deseable, salvo en la destrucción de empleo. La variable principal, los precios, ha reaccionado poco a las exigencias del mercado. Los propietarios se han resistido a abaratar sus activos. Solo cuando los bancos, depositarios de una pesada cartera de inmuebles por impago, han entrado en el juego de vender viviendas parece haberse acelerado el descenso de los precios. El caso es que, en lugar de ajustarse con rapidez, el mercado de la vivienda gotea caídas raquíticas de precios y queda inutilizado para acompañar cualquier recuperación económica con un ritmo de construcción razonable (que podría estar en torno a las 300.000 viviendas anuales). En vez de proporcionar producción y empleo, todavía, tres años después, promotoras y bancos siguen intentando vender el grueso del stock de viviendas. Malo es el diagnóstico, porque la construcción, aunque repugne a los creyentes en que la inversión en I+D+i guiará a la economía española a una recuperación antes de las elecciones, es uno de los pocos mercados que puede impulsar rápidamente la actividad económica española. EL PAÍS. 15-8-2010

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