A por el Oscar

Blancanieves, por la puerta grande

Blancanieves, segunda pelí­cula del director bilbaí­no Pablo Berger, entra a matar y compite por el Oscar.

La versión del popular cuento de los hermanos Grimm ha sido la sorpresa más agradable de la cartelera. Pablo Berger firma un preciosista cuento de terror y de amor con Macarena García, Maribel Verdú y Sofía Rico como protagonistas.

En seguida piensa uno en la ganadora del Oscar The Artist como una nueva moda o una estela de esta, pero nada más lejos. The Artist es una curiosidad; Blancanieves es una película excitante y explosiva. Una blancanieves torera, una historia de amor que no entiende de tamaños, un cortijo en vez de un castillo y un final sorprendente. Berger nos cuenta el cuento como jamás nos lo han contado.

Erase una vez…

“Más que director me gusta llamarme cuentista porque me encanta contar cuentos. El cuento es la esencia del cine; el origen del teatro… Al final todos son cuentos y de alguna manera en esta historia quería hacer un cuento de cuentos” dice. “La película es fiel al espíritu sombrío de la versión popular de los hermanos Grimm. Uso el melodrama como “otra vuelta de tuerca” para personajes extremos en situaciones límite.”

Blancanieves es sobre todo una historia de amor. Cuando el amor de uno puede originar los celos del otro Bergel nos cuenta una historia de amor a contracorriente con un sorprendente final. El mano a mano de Macarena García como Blancanieves y Maribel Verdú como madrastra; los decorados oníricos de Alain Bainée , la fotografía brillante de Kiko de la Rica , los figurines de Yvonne Blake o la música de Alfonso de Vilallonga hacen de Blancanieves uno de los títulos imprescindible de este año. Fotograma a fotograma, nota a nota Blancanieves es extraordinaria. Ángela Molina, Inma Cuesta, Macarena García, Maribel Verdú y Sofía Rico en el papel de Carmencita representan varias generaciones de actrices de excepción. Olé por Macarena García que se descubre como revelación del año y olé por las arrugas de Ángela Molina. Pero tampoco la novia de América Julia Roberts ni la rubia Charlize Theron, madrastas de las últimas versiones de Hollywood, pueden competir con Maribel Verdú.«Deseo ejercer de hipnotista, de mago»

Con una dirección de arte exquisita; los decorados recrean la Andalucía misteriosa y sensual de los cuadros de Julio Romero de Torres. Los cinco primeros minutos son como un sueño en blanco y negro. La poderosa iconografía taurina y la barroca imaginería religiosa dibujan un escenario inquietante y exuberante. “Siempre he pensado que los toros son muy cinematográficos. Tienen movimiento y conflicto. Ceremonia narrativa” dice. No es posible entender como los antitaurinos que se manifestaron contra la película no pueden descubrirse ante tanta belleza. Lo fotográfico y lo onírico se mezcla en cada plano como un sueño en el que las imágenes resultan artificiales pero las emociones reales. Alfonso Vilallonga demuestra su virtuosismo con una banda sonora magistral acompañado de la voz de Silvia Pérez Cruz.

Pablo Berger ha tardado cuatro años en escribir el guion y ocho en rodar esta superproducción realizada con un equipo de más de 500 técnicos. Pero no ha rodado un homenaje al cine mudo, sino que ha contado un cuento con el poderoso lenguaje de un cine que sólo con una mirada era capaz de hechizar a una sala. Berger, cinéfilo irremediable, se inspira en el cine vanguardista y trasgresor de los años 20. Homenajea en esta cinta el cine de Dreyer, de Brodwing, Einsenstein o Murnau. Diestro en el montaje ha rodado en cuatro tercios y en Super 16mm una silenciosa película de una belleza que conmueve.

“Miramos al pasado con la idea de hacer algo nuevo. La modernidad en el cine ya estaba inventada en los años 20. Deseo ejercer de hipnotista, de mago: transportar al espectador durante una hora y media a un universo que despierte sus emociones más puras” declara Berger .

Blancanieves ha causado sensación. Esta coproducción catalana en su primer fin de semana salió con sólo 74 copias y se sitúa en el puesto noveno de la taquilla. Entra en el top 10 cuando sólo se exhibe con una copia en Las Palmas o ni siquiera ha llegado a Extremadura. Blancanieves como La piel que habito de Almodovar son dos ejemplos de un cine cada vez más valiente y sin complejos que tiene mucho que decir. Habrá que esperar al 10 de enero a que los académicos den a conocer los cinco finalistas que competirán por el Oscar.

Suerte maestro

Viggo Mortensen en el espejo

Viggo Mortensen protagoniza Todos tenemos un plan de Ana Piterberg producida por Tonasol Films. Un thriller en el que Mortensen se desdobla en dos inquietantes personajes. “Todos tenemos un plan” cuenta la historia de Agustín, un hombre desesperado por abandonar su frustrante vida. Después de la muerte de su hermano gemelo, Agustín asume la identidad de Pedro y viaja a la misteriosa región del Delta del Tigre. Sin embargo, poco tiempo después, Agustín se ve implicado en el peligroso mundo criminal del que su hermano había formado parte. Todos tenemos un plan es un juego de identidades y espejos que no decepciona gracias a la sólida dirección de Ana Piterberg.«El cine argentino es un fenómeno reciente en nuestro país»

El cine argentino es un fenómeno reciente en nuestro país. Películas argentinas están haciendo de España su destino principal. Títulos como Un lugar en el mundo de Adolfo Aristaraín; el Secreto de sus ojos o El hijo de la novia de Juan José Campanella ganador de dos Oscar son ejemplo de una cinematografía que cada vez se revela como más interesante. Inexplicablemente las cadenas de televisión españolas no apuestan por él cuando curiosamente muchos de los programas de más éxito como CQC son adaptaciones de formatos argentinos. A pesar de que compartimos un idioma y una idiosincrasia la colaboración de nuestra cinematografía con el cine argentino es insuficiente. De hecho muchos actores argentinos participan activamente de producciones españolas pero no al revés. Una mayor colaboración de España y Argentina podría ser muy beneficiosa para el cine de ambos países.

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